Al llegar al sitio me ordenó que la acompañara y en la zapatería mando a la dependiente a buscar unas sandalias negras de tacón muy fino de unos 12 cms. de altura, al ver la sandalia comenzó una excitación indescriptible y ella me pregunto si me gustaban, a lo que respondí que me gustaban mucho.
Comenzó a hablar en inglés y me señaló sus piernas. Yo estaba de rodillas parado frente a ella, con las bragas rojas puestas, sin saber que hacer hasta que Lady Marina me asió fuertemente del pelo y me introdujo la cara entre los muslos de Natalia.
La escuela estaba en un edificio a las afueras de la ciudad. Tenía aspecto colonial, y unos grandes jardines. En la entrada habían dos mujeres con ropa de montar y aspecto autoritario, nos hicieron pasar a una estancia en donde había un trono y una bella mujer que era la directora de la escuela, su nombre era Ama Patricia
Yo me levante, me acerque a donde estaban sentadas, les toque el pelo, me di la vuelta y cerré el despacho con llaves. Me volví a colocar frente a ellas y les dije que quizás todo se podía arreglar mientras ponía mi paquete, ya endurecido a la altura de sus caras.
Tocamos al timbre de la casa de Tomas, nuestro socio, habiamos quedado para firmar unos documentos, y de paso jugarnos unas cartas, ya que era viernes. Nos abrio la puerta, Paquita, su hija, una moza regordeta de unos 18 años, poco agraciada pero de grandes tetas y culete hermoso.
Al subir al ascensor cargados, el se libero las manos dejando todo en el suelo mientras yo cargaba lo demás y tenia las manos ocupadas, al cerrar las puertas me miro a los ojos, me pellizco y retorció una teta con toda su fuerza y sonrió.
A ella le gusto la idea y un día sábado en la noche fue en busca de ese hombre a un disco, conoció a un hombre y lo llevo al departamento yo estaba esperando, cuando llegaron le propuse a el que yo dejaba que el se acostara con mi polola y hiciera lo que quisiera pero con la condición que yo los grabara con mi cámara de video, y el acepto sin prejuicio alguno.
No es que tuviéramos mucho interés en que Amparo siguiera estudiando, ni ella misma tampoco, pues solo le interesaba ya ser una zorra, cuanto mas mejor, pero daniel si lo deseaba así. Le daba morbo recogerla en el colegio o follársela en el aseo.
Alex nos presento junto con otras chicas, la casa amplia de varias habitaciones, estaba ambientada , las personas (los clientes) eran todos entre 30 y 50 años eran seis en total, las otras cuatro chicas eran de mi edad.
Tras esta parada, todo parecía volver de nuevo a su cauce, los dos íbamos contentos, yo recompuse mi vestimenta, coloque una toalla en el asiento del coche, me senté sobre ella a fin de que la crema que no se hubiese absorbido no manchase el sillón, y tras habernos aseado con algo del agua que llevábamos en las botellas, seguimos viaje.
Para que vayas aprendiendo, después de anillarte me follaré a Carmen y Delia delante de ti. Después ellas te darán una tunda de latigazos y por último haremos que te dé por culo uno de los perros. Pasarás la noche en el calabozo atada, amordazada, con un buen tapaculos y, por supuesto, pinzas bien apretadas en los pezones.
El cornudo no pudo soportar más el morbo y frotando la polla se acerco a ella, la tumbó con las tetas sobre la mesa y le insertó la herramienta en el ano de un empellón, menos mal que estaba lubricado de cuando alojó la de Juanito, si no se hubiera dejado la piel del capullo.
La vela esta llegando a su fin y ella siente el calor de la misma cerca de su piel, pide por favor que se la quite, cuando la saca, deja escurrir el cebo sobre su concha, no puede dejar de gritar de dolor.
Mientras me ordena que me calle y con el látigo en la mano empieza a fustigar diferentes zonas de mi cuerpo, piernas, espalda, brazos, polla,... mientras dice "esta por desobedecerme, esta por rechazarme, esta por abandonarme, esta por tocarme, esta por criticarme, esta por contradecirme, esta por correrte sin mi permiso, esta por dudar de mi superioridad
Creía que la iba a follar por delante, por lo que cuando me chupé el dedo y se lo metí por el culo sin miramientos, dio un respingo y empezó a pedirme que no se lo metiera por ahí que la dolía mucho.
Para mí es algo totalmente nuevo.Nunca me he colocado zapatos de mujer. Nunca he tenido un delantal puesto. Y nunca había sentido un objeto extraño entre mis nalgas. Y por añadidura, muy poco he aseado cuartos, ni siquiera el mío.
Sin piedad alguna, y mientras yo le susurraba "para, por piedad, para", mi amante multiplicaba sobre mis nalgas un diluvio de golpes que me provocaban un escozor atroz.
Ella me contestó que estaba encantada de la forma en que la estaba follando y lo que le decía, porque cuando le contaba a su marido lo sucia puta que le hacían considerarse en aquella casa, éste se excitaba enormemente y ayudaba a mantener vivo su matrimonio.
¿Me dolerá? El parece que ha notado mis dudas ? Tranquila Rut, una putita como tu ha de saber disfrutar de todo su cuerpo, !y yo te voy a enseñar!- y rápidamente empuja los dos dedos con fuerza haciéndome chillar de placer -¿Por donde quieres que te folle calentorra? -¡Por el culo- oigo alucinada mis palabras, -fóllame por el culo, pero suave, no me hagas daño por favor-.
Estaba enamoradísima de Daniel y jamás le sería infiel, pero si él me lo ordenaba, por que no disfrutarlo. Parece que la niña pensaba igual, pues ella misma era la que pretextando inclinarse para ver si se habían bebido los whiskys, dejaba las tetas a su alcance muchas veces. !Cuan similar a su madre había salido la muy zorra¡
Aún paralizada por la sorpresa no pude evitar excitarme. Me pasó otra vez, estar atrapada e indefensa, sentía sus manos recorriendo mis partes íntimas, su lengua jugueteando con la mía, su cuerpo apretando el mío y la dureza de su miembro que crecía debajo del pantalón y no pude evitar mojar la bombacha.
Le habían cambiado los artilugios que yo le hice poner en sus pezones para completar el tratamiento de agrandado de los mismos y en su lugar ostentaba dos gruesas y grandes argollas de acero gris de 4 cm de diámetro y uno de espesor que sentaban muy bien sobre las extensas y abultadas areolas y los descomunales pezones que logré en ella.
Entonces uno a uno fueron haciendo una completa revisión manual de mi cuerpo, magreando mis esplendidas tetas a través de la rejilla, pellizcando y penetrando mi culo con manos y dedos y finalmente palpando bruscamente mi sexo húmedo. Incluso alguno me besó en los labios y me mordió los pezones.
También las imbuimos la necesidad de hacer duras sesiones de gimnasia todas las mañanas después de vaciar nuestra orina en su boca y hacernos bañar por ellas, puesto que era necesario tenerlas en buenas condiciones físicas para afrontar el uso que se les avecinaba.
Al terminar el número, Blanca se quiso colocar en posición más cómoda para disfrutar de la enculada y fue entonces cuando advirtió quién era su pareja. Se desprendió de mi polla, se giró y me asestó una sonora bofetada, quedándome compuesto y con los huevos a punto de reventar. De una ojeada advertí que Aurora, empalada en Rogelio, tenía la boca libre así que acudía a tapársela.
Lucía tenía puesto un cinturón con un consolador de asolador tamaño insertado en el culo de la dulce Blanca mientras su coño albergaba la polla de Julio. Alfredo intentaba meter su polla en el ano de Lucía pero el vaivén de ésta se lo dificultaba, así que la sujetó un rato, haciendo caso omiso a las protestas de Blanca, hasta que consiguió su objetivo.
La colocó de rodillas ante ella y le dijo: Abre la boca y bebe. Y abriéndose los labios vaginales comenzó a mear demostrando un gran dominio para dirigir el chorro del dorado licor a su objetivo. Celia bebía lo que podía y tragaba sin apartar la boca. Otra sorpresa de aquella recién conversa en zorra guarrona.
La agarraron de un tirón y la apoyaron sobre mis piernas, yo estaba sentado en el sillón y ella estaba en posición perrito con la cabeza sobre mis piernas a 15 centímetros de mi pija, ella me miro a los ojos y no podía evitar ver mi pija, pues estaba enorme y muy cerca de ella, sus ojos estaban llenos de lagrimas, rojos, comenzaron a cogerla entre los 3, pasaban 1 minuto cada uno aproximadamente, la cogían con fuerza
Mayra ni siquiera escuchaba las burlas, sudaba profusamente y su respiración era agitada, tenía la imperiosa necesidad de permanecer quieta, absoluta y completamente quieta. Sus muslos estaban extremadamente tiesos debido a la forzada posición en la que la empalada joven permanecía.