Capítulo 12
- Noelia una sumisa no tan asexual I
- Noelia una sumisa no tan asexual II
- Noelia una sumisa no tan asexual III
- Noelia una sumisa no tan asexual IV
- Noelia una sumisa no tan asexual V
- Noelia una sumisa no tan asexual VI
- Noelia una sumisa no tan asexual VII
- Noelia una sumisa no tan asexual VIII
- Noelia una sumisa no tan asexual IX
- Noelia una sumisa no tan asexual X
- Noelia una sumisa no tan asexual XI
- Noelia una sumisa no tan asexual XII
Salió de la ducha y aunque no se lo había pedido se puso de rodillas, feliz y sonriendo, mientras me duché, cuando vio que cerré el grifo, fue a levantarse para acercarme la toalla…
-Déjalo PERRA, ya la cojo yo, y por cierto, a partir de mañana…
Así terminó el último capítulo…
-A partir de mañana trabajaré en la habitación que queda libre, no me parece bien que no se pueda usar el salón mientras trabajo.
-Celia. -Como desee SEÑOR, sabe que puede disponer de la casa como quiera.
Sin salir del baño, supuse y acerté que Noe estaría dormida y no quería despertarla.
-Lo sé, también vamos a distribuir los dormitorios, visto lo bien que se llevan, cuando este aquí Merce ocupará el dormitorio de servicio junto al CORNUDO, así que mañana mientras trabajo, vosotros tres, vais a vaciar la habitación, la cama la vais a llevar…, espera me acabo de acordar de tus hijas, se me habían ido totalmente de la cabeza.
-Celia. -Se lo agradezco SEÑOR, y como ya le dije no pienso dar un paso atrás, aunque me cueste la relación con mis hijas, y algo que cuando compramos esta casa, hablamos con mi hija mayor, era la posibilidad de una de las habitaciones convertirla en un estudio, con un sofá cama, por si alguna vez coinciden todos aquí, porque Jaime de vez en cuando se trae trabajo, no sé aquí, pero supongo que será igual, y yo trabajo siempre desde casa, no todos los días, pero más de lo que quisiera.
-De que trabajabas no sabía nada, me lo tenías que haber contado antes PERRA.
-Celia. -Lo siento SEÑOR, sinceramente ni me he acordado hasta ahora, la asesoría de mi hija menor, hasta hace tres años era mía, y aunque se la cedí, un par de días a la semana la ayudo.
-Está bien, entonces la cama del dormitorio la vamos a pasar al dormitorio del cornudo, y al resto de muebles ya le buscaremos donde guardarlos.
-Celia. -Detrás de la casa hay una especie de trastero bastante grande, habría que darle una mano de pintura está bastante descuidado, de hecho Jaime al principio pensó en convertirlo en cochera, pero ya era demasiada obra.
-Mañana lo vemos, ahora vamos a la cama, por lo menos yo, tú vas a dormir en el suelo junto a mí, así que coge una colcha y una almohada, te mereces un castigo y espero no tenga que volver a castigarte. En contra de lo que esperaba, se le ilumino la cara con una sonrisa, se levantó y sin hacer ruido para no despertar a Noe, salió de la habitación no tardando en volver, vio que yo ya estaba en la cama, soltó lo que traía en mi lado…
-Celia. -Gracias SEÑOR, ¿a qué hora lo despierto mañana?
En ese momento caí en que no le había dicho nada al CORNUDO.
-A las ocho, y si a las siete no se ha levantado Noe, despiértala, ella tiene que estar en su oficina a las ocho.
-Celia. -Así lo hare SEÑOR.
Trasteo en su móvil, y se echó a dormir, lo mismo que yo. A las siete y media pasadas, abrí los ojos, comprobando que no estaban ninguna de las dos, me levanté y sin ponerme nada, me dirigí a la cocina, donde estaban los tres, Noe se acababa de ir.
-Buenos días PERROS.
Siendo respondido a la vez por los tres, Celia y Jaime con SEÑOR y Merce con AMO.
-CORNUDO, ve poniendo un café y tú acompáñame.
No le tuve que decir más, sabía perfectamente para que la requería, así que me adelanto y cuando entre en el baño Merce ya estaba de rodillas, sonreí porque verdaderamente lo disfrutaba, tanto que ha llegado a tener orgasmos solo al recibir mi meada en su cuerpo. Abrí la ducha y sin esperar a que se levantara, que tampoco hizo intención de hacerlo, me pegué una ducha rápida, me envolví en la toalla y me fui a la cocina a por mí café.
-Puedes ducharte aquí GUARRA.
Al entrar Jaime me puso el café y se sentó junto a su mujer que estaba uffff, con un conjunto negro de braga y sujetador de encaje y unas medias de rejilla también negras y unos zapatos abiertos tanto por delante como por detrás, con un pequeño tacón.
– ¿Te ha puesto Celia al corriente de todo?
-Jaime. -Si Raúl, en cuanto terminemos del café, me pondré a desmontar el dormitorio.
Celia. -Iba a pedirte permiso, para que mientras él desmonta el dormitorio, nosotras ir a comprar, he pensado en comprar dos mesas funcionales y dos sillones de oficina y de paso -poniéndose roja-, tengo que comprar ropa interior, no suelo usar bragas, solo tangas, y estas son mis últimas, jajajaja…
-Jajajaja, me parece bien, de todas formas le echaré luego un vistazo a tu ropero.
-Celia. -Hay poca ropa y no sé si será de tu gusto, por cierto hoy debe de llegar el resto.
-Mejor, así a Jaime le costara menos hacer la mudanza. -entro Merce, también preciosa con su lencería- y tú solo colocaras a la que le dé el visto bueno. ¿Le has dicho dónde meter el resto de los muebles?
-Jaime. -Si, pero hay que adecentarlo un poco o un mucho.
-Si, ya me lo dijo anoche Celia, ahora antes de ponerme a trabajar, vamos a verlo y vemos que hay que hacer. Recoger todo esto, limpiar un poco y os vais, aún es temprano para que estén abiertas las tiendas.
Dicho y hecho, mientras fui a vestirme, entre los tres recogieron todo y limpiaron mi habitación.
-Jaime ven conmigo, enséñame el trastero.
Salimos por la puerta del salón que daba al porche y siguiendo un paseíllo hecho de piedras, llegamos a lo que ellos llamaban trastero, porque era más una cochera, dónde entraban dos coches, de hecho se notaba que ahí antes había existido una puerta de garaje. Al entrar vi que llevaban razón, porque aunque estaba vacío, tanto las paredes como el suelo estaban que daban pena.
-Jaime. – ¿Puedo darle una idea para este sitio, SEÑOR?
Me extraño que dejo el tuteo, y asentí con la cabeza.
-Jaime. -Desde que esta mañana me ha dicho su PERRA -me gusto-, lo del trastero, porque yo para serle sincero ni me acorde, se me ha venido a la cabeza que más que de almacén, podría usted transformarlo en una mazmorra.
Me sorprendió, porque en ningún momento se me paso por la cabeza.
-Me parece perfecto, y conozco a la persona perfecta, tu sobrina, ella tiene una en su casa, hablare luego con ella.
-Jaime. -Era más una fantasía de su PERRA y mía SEÑOR y como son pocos muebles, por ahora le podemos hacer sitio en el cuarto de la depuradora.
-Así lo haremos, y ahora vamos a ponernos mano a la obra.
Volvimos dentro, dónde ya nos esperaban dos preciosas mujeres, preparadas para irse, a las que pusimos al corriente de las ideas de Jaime, al que tras pedirme permiso su mujer, lo abrazo y beso, dándole las gracias.
-Celia. – ¿A qué hora vuelve su mujer?
Cada vez me gustaba más este matrimonio, y sobre todo su felicidad siendo sometidos.
-Como muy tardar a las tres y media ¿por qué?
-Celia. -Para que el CORNUDO tenga la comida preparada.
-Luego hablare con ella, iros ya que son las nueve menos cinco y me tengo que poner a trabajar.
Se fueron, Jaime se puso a desmontar el dormitorio y yo a trabajar, escribiéndole un whatsApp a Ana, pidiéndole que a las doce me llamase. Hasta las doce no supe nada de Jaime, que apareció.
-Jaime. -Son las doce SEÑOR, ¿le preparo algo?
-Si, -desconectándome y dirigiéndome a la cocina- ¿Cómo lo llevas?
-Jaime. -Ya está todo preparado, solo para hacerle sitio en el cuarto de la depuradora, que es lo que voy a hacer ahora, y después cuando estemos todos y usted haya terminado de trabajar, haremos todos los cambios.
-Perfecto.
En ese momento vi iluminarse el móvil, y al ver que era de Ana lo cogí.
-Ana. -Buenos días Sire Leo, ¿algún problema?
-No, jajajaja, todo perfecto, ¿Qué planes tienes para este finde?
-Ana. -Jajajaja, ninguno, ¿necesitas mi ayuda?
-Más o menos, si te apetece vente, quiero que veas una habitación y me diseñes una mazmorra, y antes de que digas nada, ha sido idea del CORNUDO de tu tío.
-Ana. -Voy a mirar los vuelos o el tren y te escribo, me hace hasta ilusión.
-Ok, te dejo que tengo que seguir con el trabajo.
Acababa de colgar cuando llamaron a la puerta, vi como Jaime se ponía un pantalón de chándal y una camiseta y salía a recoger el resto de equipaje, llevándome la sorpresa que aún no se habían ido los de las mudanzas, cuando por la puerta entro Noe. Como era viernes y todo el trabajo lo tenía hecho, solo me conecté y le puse el sonido al chat interno, por si alguien me escribía.
– ¿Qué haces aquí ya?
-Noe. -No tenía mucho trabajo, y de algo me tenía que servir ser la jefa, y se ha quedado mi hermana…
Se fue desnudando mientras me contestaba, lo que me llevo a empalmarme nada más verla, con todo a juego, tanto sujetador, bragas y medias, de color lila. Me levante de la silla y cogiéndola del pelo no la deje seguir hablando, la giré con brusquedad, mientras me quitaba el pantalón corto, la hice poner las manos en la mesa y apartando la braga, se la metí en el coño, que para nada estaba seco.
-Noe. -Siiii, gracias AMO, es lo que deseaba desde que… agggggg, he salido del trabajo, ufffff.
La cogí del pelo con fuerza y mientras entraba salía de su coño, con la mano libre empecé a azotarla, con fuerza, viendo como un desnudo Jaime se había puesto de rodillas y no podía evitar estar empalmado.
-Noelia. -Agggggg, me corroooo, me corroooo, me corroooo.
Al sentir su corrida, me salí y me corrí en su espalda.
-Ni te muevas PERRA, CORNUDO limpia a tu AMA.
Lo estaba deseando, se puso a cuatro patas y al llegar a su lado, se incorporó lo suficiente para con su lengua, limpiar la espalda de MI PERRA.
-El coño también, quiero sentirla otra vez.
Así lo hizo, no parando hasta arrancarle un nuevo orgasmo a su AMA, lo que aproveché para mirar, si había novedad con mi trabajo, y al ver que no, la cogí del pelo, la puse de rodillas y se la metí en la boca.
-No está la GUARRA de tu madre así que límpiala tú.
Lo hizo muy bien, pero yo no me quería correr.
-Fóllate al CORNUDO, se lo ha ganado con creces.
-Noe. -Siiii, me apetece mucho AMO, ve a por el arnés, te dejo escoger el dildo CORNUDO.
Pegó un salto y rápidamente se perdió en dirección a los dormitorios, no tardando nada en aparecer. Nos sacó una carcajada, traía el más grande. Se puso de rodillas delante de su AMA y como si de un tesoro se tratara, se lo ofreció.
-Noe. -Apoya las manos en el sillón y saca el culo MARICÓN.
Tan sonriente como empalmado, la braga que llevaba puesta no evitaba que se le saliese, se colocó tal y como le ordeno Noe.
-Jaime. -Por favor AMA, sin miramientos.
Noe me miro, el dildo era el de mayor grosor, me limite a encogerme de hombros. Se puso tras él, aparto la braga, lo agarro de las caderas y tal y como le había pedido, se la metió de golpe. Le costó y vimos como su cara se tensaba, pero no emitió ningún quejido, y no pudo evitar correrse, de una forma que jamás había visto. Noe siguió entrando cada vez más en su culo, cada vez más rápido, hasta que…
-Noe. -Me corroooo AMO, graciassss aggggg.
Me quede mirándolos a los dos, aun asombrado por la corrida, y porque el CORNUDO aún seguía empalmado. Reaccione…
-Sabes que te has corrido sin permiso PERRO
-Jaime. -Lo se SEÑOR.
Aun no sé porque, pero me vino a la memoria lo que le hubiese hecho su madre, y creo que acerté.
-De pie con las piernas abiertas.
En dos segundo lo hizo, los mismos que tarde en con todas mis ganas darle una patada en los huevos, que lo hizo gritar de dolor y caer al suelo, Noe al principio se asustó, y casi a la vez se le escapo una carcajada, lo que me hizo mirarlo y ver como el MARICÓN en el suelo se volvía a correr.
-Jaime. -Gracias AMO, me lo he merecido por correrme.
-Voy a seguir con el trabajo, cuando te recuperes ponte a hacer la comida y que te ayude mi PERRA.
Ambos asintieron, estaban saliendo del salón cuando Noe se volvió…
-Noe. – ¿Me da permiso para usarlo?, ufff estoy muy caliente AMO.
-Es tan tuyo como mío.
Sonrió y se fue a la cocina.
Me senté a ver cómo iba todo, cuando vi un whatsApp de Ana.
“He cogido vuelo a las 19.45, vas a tener que hacerme un regalo enorme, porque yo te llevo uno que te va a gustar, pero tenéis que venir tú y mi tía solos a recogerme”.
“¿Hay trato?”
Me reí, porque siempre era así, y le contesté…
“Jajajaja, miedo me das, hay trato”
No tardo en contestar…
“El vuelo llega a las nueve, allí nos vemos”.
A las dos termine de trabajar y me dirigí a la cocina, viendo a Noe sentada y a Jaime totalmente desnudo solo con el delantal y con un plug anal en el culo, por supuesto empalmado, liado con la comida, cuando hicieron entrada con el coche Celia y Merce, no tardando nada en entrar, cargadas de bolsas, que dejaron a la entrada, para quedarse en lencería, no pudiendo evitar que se le escapase un oh de sorpresa primero y luego una sonrisa al ver el estado en el que estaba el CORNUDO. Entre risas y buen humor, dimos buena cuenta a la comida preparada por Jaime, que demostró que era muy bueno. Merce y Celia, nos dijeron que ya estaba todo comprado, y que compraron del stock, por lo que el lunes lo traerían, también compraron dos estanterías a juego. El sofá cama lo compraron en otra tienda, pero al igual que lo demás, habían procurado que estuviese en stock, y al no ser posible eligieron uno a gusto de ambas, que tardaría unos quince días.
-Bueno chicas, recoged todo esto, que Jaime se ha ganado el descanso, y preparad un café, nos lo vamos a tomar en el salón por si me llamasen o me necesitasen en el trabajo.
-Noe. -Haciendo uso de su poder, ya habéis oído.
Ninguna de las dos puso mala cara, al revés, asintieron y con una sonrisa se pusieron a recoger y a preparar el café, mientras nosotros tres nos sentamos en el salón. No tardo nada en aparecer Celia con la bandeja donde iba la cafetera italiana y una tetera, así como tazas y unas rodajas de limón, mientras Merce terminaba en la cocina. Al ver el buen ambiente, les di permiso a todos para seguir con el tuteo, pasando una tarde agradable y tranquila, a las seis, cerré mi portátil y dejándolo en la mesa, seguimos de tertulia, como hacía buen tiempo nos salimos al porche, donde cada uno aportaba sus ideas a la mazmorra, colores, aparatos, sobre estos últimos los que más opinaban eran Jaime y Celia, lo que me hizo ver que era cierto que era una de sus fantasías, casi que no hubiese hecho falta hablar con Ana. Celia y Merce, esta también se compró lencería según ella para dejarla allí, aunque con la misma excusa compro ropa y zapatos, nos hicieron un pase de modelos. Se nos pasó la tarde volando, tanto que hasta se me paso que tenía que ir a recoger a Ana, si no llego a ser porque estábamos fuera y empezó a anochecer.
-Ufffff, ¿Qué hora es?
-Noe. -Las ocho y media.
-Celia vístete ¡¡¡ya!!!
Todos se sorprendieron y sobre todo al oír ese “ya”.
-No pasa nada, ella y yo tenemos que ir a hacer un recado, voy a vestirme, y vosotros mientras despejar el dormitorio, que os habéis escaqueado, jajajaja.
Entre rápidamente en mi cuarto y me puse unos vaqueros, una camisa y unas zapatillas de deporte, lo que me hizo recordar que tenía que pasar por casa.
Salí y ya estaba Celia preparada…
– ¿Que coche es el que está en la calle?
-Noe. -El mío AMO. -se acercó a su bolso y me dio las llaves-, cuando salgas lo tienes a la derecha.
-Bien, nos vamos, te quedas a cargo de todo PERRA, no creo que tardemos, pero debería de pasar por casa, así que no nos esperéis para cenar. Adiós.
Salimos los dos y una vez que arranque…
-Celia. – ¿Puedo hablar SEÑOR?
-Si.
-Celia. -Me tiene intrigada, perdone mi curiosidad, ¿a dónde vamos?
-Jajajaja, a por Ana, al aeropuerto, ella tiene experiencia en diseñar mazmorras y la he invitado.
Note como se tranquilizaba, pero poco, porque lleve mi mano derecha entre sus piernas y subiéndole la falda, metí mis dedos en su coño, que no tardo en mojarse, y hasta que no entramos en el aparcamiento de aeropuerto, no los saqué, y en ningún momento dejé que se corriera. Íbamos tarde, por lo que supuse que ya estaría Ana y su sorpresa allí, y vaya sorpresa, nada más entrar en el aeropuerto vi como Celia se tensaba, se ponía nerviosa…
-Celia. – -Temblando-, ¿Qué hace Celi aquí?
Me desconcertaron sus palabras, y por precaución me separe un poco de ella.
– ¿Quién es Celi?
-Celia. -Mi hija mayor… -a punto de echarse a llorar-
Toda esta conversación la manteníamos, mientras nos acercábamos a ellas, que no nos habían visto.
-Tranquila Celia, que no va a pasar nada, tú no tienes carnet y Jaime está trabajando, si pregunta porque te traigo yo, porque supongo que Ana, ya le habrá dicho que yo soy amigo de ella.
-Celia. -Gracias SEÑOR.
Al vernos, Ana levanto la mano y se acercó con su prima tras ella.
-Ana. -ya pensabas que no venias Sire Leo.
Si a mí me sorprendió, a Celia que puso cara de terror aún más.
-Ana. -Jajajaja, no pasa nada, quitar esas caras, vamos al coche.
En ese momento supe que Celi era, aún no sabía desde cuándo, su sumisa, pero Celia no, porque la cara de miedo no se le iba. Agarro a su tía de un brazo y a mí de otro, y echó a andar, sin preocuparse por su maleta, que cogió Celi y nos siguió.
Al llegar al coche…
-Ana. -Mete las maletas atrás y súbete delante con Sire Leo, y tita quita esa cara de miedo, que ahora os explico.
No consiguió que Celia se tranquilizara, y una vez guardadas las dos maletas y las chaquetas que ambas llevaban, se subió atrás con su sobrina mientras Celi, ratificándome que era sumisa de Ana, se subió la falda antes de sentarse, abriendo a la vez las piernas, dejándome ver una piernas de infarto, enfundadas en unas medias transparentes. Desde que se juntaron ni madre ni hija habían dicho ni mu, una por orden de su AMA y Celia porque no le salían, es que ni se saludaron. Entrando en el juego de Ana, llevé mi mano a las piernas de Celi, subiéndole la falda hasta que vi unas braguitas negras de cuero pero abiertas por delante, viendo un coño depilado y bastante brillante, la PERRA estaba excitada. Al sentir mi mano, y siguiendo las instrucciones que ya traía, se desabrocho la camisa y sin importarle que la pudiesen ver dejó al descubierto un sujetador de cuero con los pezones al aire, perfectos y empitonados.
-Ana. -Arrancamos o nos vamos a quedar aquí, que ya has pagado el parquin y se te va a pasar la hora Sire.
-Jajajaja, cierto.
Arranque y conforme salimos del aparcamiento…
-Empieza a hablar Ana, que a tu tía le va a dar un infarto y no se lo merece.
-Ana. -Aún recordaras como nos conocimos ¿no?, como al principio yo pensaba que era sumisa y conforme hablé contigo y te conté, me hiciste ver que de sumisa nada, que yo era domina.
-Claro que me acuerdo… ¿no me digas que estas son las dos hermanas?
A través del espejo retrovisor vi la cara de no entender de Celia.
-Pero de eso hace mucho, creo recordar.
-Ana. -Más o menos quince o dieciséis años, y no, solo esos tres veranos, después cada una ha seguido su camino, y las veces que no henos encontrado, que han sido muchas, porque tenemos mucho contacto, jamás ha pasado nada, ni mencionamos esos veranos.
-Deja de dar rodeos Ana, que a tu tía le va a dar un infarto, jajajaja, y a mí.
-Ana. -Cuando me has propuesto venir, no sé porque se me han venido a la cabeza esos veranos, y si tita, para que te quedes tranquila, aunque hasta que hablé con Sire Leo, no lo supe, tus hijas fueron mis primeras sumisas, y vamos a lo importante, jajajaja, que si no tu SEÑOR, me va a azotar a mí también, jajajaja. El caso es que como su oficina está en el mismo polígono que el mío, me he acercado para decirle que iba a bajar a Granada a ver a sus padres, y te juro que a pesar de que me he mojado mientras llegaba a su oficina, recordando esos veranos, no tenía intención de nada, y al entrar y verla, porque no me negaras que está un rato buena, se me ha ido la cabeza porque desde la primera palabra…
*Lo voy a relatar como sucedió…
-Ana. -Hola primita, tan buena como siempre y me refiero a tu cuerpo…
-Celi. -Jajajaja, vienes contenta, ni me acuerdo cuando fue la última vez que me llamaste primita.
-Ana. -Yo -pegándome mucho a ella, que se había levantado-, sí que me acuerdo primita, pero ahora estas más buena.
Me envalentono no ver rechazo, al revés vi cómo se le erizaba el vello, al principio pensé que la había cagado, porque se separó de mí y se dirigió a la puerta de su despacho, y lo que hizo saco mi lado más perverso…pues cerro con llave.
-Ana. -A pesar de los años sigues siendo una calentona, con dos palabras te mojas, porque te has mojado.
-Celi. -Anda calla que no sabes lo que dices, de eso hace mucho, y no, no estoy mojada.
-Ana. -Jajajaja, no era una pregunta primita…
Cuando vio a donde dirigí mi mirada, se puso roja como un tomate, llevaba unos pantalones blancos, que dejaban relucir una enorme mancha.
-Celi. -Ufffff y ahora que hago.
-Ana. -Ahora te pones de rodillas GUARRILLA, quiero rememorar el último verano, aunque echare de menos a la GUARRA de tu hermana, porque mira que era GUARRA.
-Celi. -Mejor que te vayas, de eso ya…
No le di tiempo a seguir, recordando los bofetones, que era lo que más le gustaba de esos veranos, le solté uno que tuvo que sonar fuera.
Me senté en el pequeño sofá que tiene en su despacho y subiéndome la falda…
-Ana. -A que esperas GUARRILLA, ¿otro bofetón?
No hizo falta más, se puso de rodillas y andando como una PERRA se acercó a mi coño, y si apartar mi tanga, empezó a chuparlo y comérmelo, ufffff, como lo hacía, no tardo nada en hacerme correr, teniéndome que tapar la boca con mis manos. Se quedo en el suelo como le hacíamos quedarse su hermana y yo, mirándome, agitada y con sus pantalones blancos aún más manchados.
-Ana. – -Como si no hubiese pasado nada-, He venido a decirte que voy a ir a Granada, aún no se si en tren o en avión.
-Celi. -Yo voy el lunes temprano -sin moverse, y tratando de recomponerse-, y me pensaba quedar toda la semana, porque el sábado es el cumpleaños de mama.
-Ana. -Del lunes nada GUARRA, levántate ahora mismo, ve a tu ordenador y busca tren o vuelo para esta tarde, nos vamos a ir juntas.
Se levanto y se fue a sentar…
-Ana. -De pie GUARRA, no te he dado permiso para sentarte.
Mientras buscaba los vuelos, me puse tras ella y llevé mis manos bajo su camisa, hasta sus pechos, lo que la hizo soltar un suspiro y un gemido, baje mis manos, desabroche los pantalones y se los baje arrastrando el tanga, y si miramiento, metí mis dedos en un coño lleno de pelos y mal cuidado, pero mojadísimo. Al sentir entrar mis dedos en su coño, dejó de teclear porque se tuvo que agarrar a la mesa con las dos manos y hacer un verdadero esfuerzo para no gritar porque se corrió soltando un lago de jugos, lo que mancho más sus pantalones. Saqué los dedos llenos de sus jugos y se los llevé a la boca, que con ansia lamió y chupó, hasta dejarlos relucientes.
-Celi. -Dame el D.N.I., para la reserva. -se lo di-, tenemos vuelo a las 19:45, gracias Ana, ni me acuerdo de la última vez que tuve un orgasmo así, pero ya no somos unas niñas y si se entera mi marido o mis padres, me muero.
-Jajajaja, ni tú te crees lo que estás diciendo, pero voy a respetar tu decisión, te voy a dar una oportunidad para que lo pienses, yo ahora me voy a ir, y en un rato vendrá alguien con la ropa interior que quiero que lleves en el vuelo, también te voy a hacer un favor y te traerá algo para que puedas salir de aquí.
-Celi. -No hace falta, ahora mando a mi secretaria cuando venga, ufff menos mal que no estaba, tengo ropa en el coche, no es la más adecuada, pero hoy es viernes, y no queda casi nadie.
-Ana. -Déjame terminar, que me tengo que ir GUARRA, -la quería volver a inculcar esa palabra-, te voy a mandar la ropa interior que quiero que te pongas, y por supuesto esa mierda de coño, lo quiero limpio, si te la pones, entenderé que quieres volver a ser mi GUARRA, y en ese momento te diré lo que va a ser tu vida a partir de ese momento, y no te preocupes, nadie que no deba sabrá de tu doble vida.
-Celi. – ¿Y si no me la pongo?
-Ana. -Seremos como siempre, primas, aquí no habrá pasado nada, ni volverá a pasar, así que piénsatelo, porque tanto si decides una cosa como otra, no habrá vuelta atrás. A las seis en la puerta de la terminal, y ahora me voy, -quise ponerla a prueba-, ¿Recuerdas como os teníais que despedir de mí?
Sin decirle más, se puso de rodillas y dando un lametón a mis zapatos y besándolos después. Me giré y sin despedirme y sin esperar a que se levantara salí de su despacho, cruzándome en el ascensor con su secretaria, que ufff, si mi prima estaba buena, esta… Conforme salí del ascensor llamé a la parte femenina de mi pareja favorita de sumisos.
-Hola PERRA, ¿Qué llevas puesto?
-Sumisa. -Hola AMA, llevo unas bragas de cuero negras abiertas por su coño, medias transparentes con costura trasera, sujetador negro de cuero con sus pezones abiertos…
-Ana. -Para es suficiente, coge un taxi, -le di la dirección-, pregunta por Celi, y dile que vienes de parte mía, cuando estéis solas, que lo estaréis, te quitas las medias, las bragas y el sujetador, se los tiras en la mesa, y sin hablarle te vas.
-Sumisa. -Ahora mismo, ¿la llamo cuando lo haga?
-Ana. -No, ah y este finde lo tenéis libre, yo tengo que salir de viaje.
Colgué y me dirigí a mi trabajo, y luego a mi casa a prepararlo todo. Cogí un taxi que me dejó en la puerta, donde ya estaba Celi, y por lo menos el color de las medias eran como me había descrito mi sumisa, con su marido. Nos saludamos a la vez que nos despedimos, él se fue a coger su coche. Sin saber si había obedecido, al entrar solté mi maleta.
-Ana. -A que esperas GUARRA, no esperaras que la lleve yo ¿no?
Bingo, agacho la cabeza, cogió la maleta y me siguió, haciéndome ver que sus recuerdos seguían latentes, siempre iba detrás de mí y por supuesto sin hablar. Como quería ponerla nerviosa, hasta que no estuvimos sentadas en el avión, llevándome la sorpresa que los billetes eran de primera clase, no le dirigí la palabra.
-Ana. -Abre las piernas GUARRA.
Sin levantar la mirada, lo hizo, estremeciéndose cuando sintió mi mano explorar su ya limpio de pelos y mojadísimo coño, y sin ningún disimulo, le desabroché dos botones de la camisa y vi como a través del sujetador asomaban dos duros pezones.
-Ana. -Escúchame bien PERRA, porque es lo que serás a partir de hoy, ahora te voy a dar unas instrucciones y quiero que las cumplas a rajatabla, al primer fallo te dejo en evidencia ante amigos y familia, -fue a hablar-, no te he dado permiso, quiero que sepas que hace unos meses descubrí que tu madre es tanto o más sumisa que tú -obvie a su padre, me miro con asombro y algo de incredulidad, pero no se atrevió a hablar), ella no sabe que vienes, a no ser que tú se lo hayas dicho -negó con la cabeza-, aunque no tengo porque darte explicaciones, te diré que jamás he tenido nada con ella, pero sí que la he entregado a un AMO, al que conocerás en el aeropuerto y esto espero de ti…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.