Capítulo 2

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La secretaria II

Todas las tardes al terminar las labores de trabajo, la oficina quedaba sola, en ese momento me arrastraba hasta el escritorio de Ama Odra y comenzaba a besar sus pies, o sus zapatos hasta que ella ordenaba que me detuviera.

Posteriormente recogía su escritorio, lo ordenaba y nos dirigíamos a mi vehículo para llevarla a su casa.

La secretaria se sentaba en el asiento posterior y me ordenaba hacia donde dirigirme, ya que algunas veces realizaba diligencias personales.

Una de estas tardes me ordenó dirigirme a una zapatería ya que deseaba comprar unas sandalias de noche, para lo cual me dirigí al lugar ordenado.

Al llegar al sitio me ordenó que la acompañara y en la zapatería mando a la dependiente a buscar unas sandalias negras de tacón muy fino de unos 12 cms. de altura, al ver la sandalia comenzó una excitación indescriptible y ella me pregunto si me gustaban, a lo que respondí que me gustaban mucho.

Entonces me dijo pruébamelas, al principio me dio vergüenza con la dependiente de la tienda, pero Ama Odra repitió «que esperas para probármelas», en ese momento me coloque de rodilla frente a ella y comencé a quitar el zapato de su pie izquierdo, no sin antes acariciar levemente la planta de su pie, para luego colocar adecuadamente las sandalias negras.

Se veían bellísimas en su pie y producían en mí una máxima excitación, luego ella me ordenó que le colocara la otra sandalia, lo que hice inmediatamente.

Comenzó a caminar por la alfombra de la zapatería y me pregunto si me gustaban a lo que respondí afirmativamente.

En ese momento me ordenó «compra las sandalias».

Procedía a quitárselas con sumo cuidado y a poner de nuevo sus zapatos, para posteriormente llevárselas a la dependiente para cancelarlas.

La dependiente mostraba una actitud de asombro ante aquella situación pero no realizó ningún comentario.

Luego salimos de la zapatería, yo por supuesto cargaba la bolsa, ya que ama Odra había ordenado que yo siempre cargara cualquier cosa que adquiriera.

Nos dirigimos a su departamento y en el camino me dijo, «tengo una sorpresa para ti hoy, al llegar al apartamento debes bajarte e ir conmigo», esto no era usual ya que normalmente la dejaba en la puerta del edificio y me retiraba hasta el otro día, lo cual me causó sorpresa,

Al llegar a su departamento entramos y Ama Odra me ordeno que caminara a su lado de rodillas como un perro, entramos a su habitación y sobre su cama había un uniforme de mucama con delantal que me ordenó colocarme, en un primer momento no accedí a la orden, pero en un segundo recibí una fuerte patada en el costado que me doblo y ama Odra me repitió «te ordene que te pusieras el uniforme» a lo cual accedí, al cabo de unos minutos Ama Odra entro a la habitación, ella tenia puesto un traje de cuero de los que usan las dominatrices que dejaba ver sus senos y tapaba muy poco sus partes íntimas, inmediatamente se produjo en mi una erección ya que ama Odra se veía imponente y altiva, dicha erección se notó inmediatamente debajo del delantal, para lo cual ama Odra se me acercó y me pregunto, «estas excitado esclavo, si quieres el premio de poder adorar mi cuerpo y mis pies tendrás que hacer todo lo que te ordene, comenzando por lavar mi baño, arreglar y asear mi cuarto, y lavar mi ropa intima a mano».

Inmediatamente y ansioso comencé con las labores, mi ama de vez en cuando se acercaba a supervisar el trabajo y dejaba que le besara los pies.

Ella se entretenía hablando por teléfono con una amiga y observando la televisión.

Luego, al cabo de una hora concluí y me dirigí a la sala de rodillas frente a mi ama y le expliqué que había terminado.

Ella Dijo «vamos a examinar el trabajo», yo la seguía en cuatro patas, primero entró al baño, luego a la habitación y finalmente revisó la ropa íntima, y dijo «buen trabajo esclavo, ahora recibirás tu premio», me ordenó comenzar a besarle los pies e ir subiendo lentamente hasta llegar a su ano, el cual lamí desesperadamente, posteriormente me ordenó lamer su clítoris y mi ama obtuvo varios orgasmos, mi excitación era máxima, por lo cual mi ama se apiado de mi y me ordenó desnudarme, posteriormente colocó su pie sobre mi miembro y casi instantáneamente brotó el semen de mi cuerpo, el cual bañó sus pies y piernas.

Ama Odra ordenó lamer sus pies y limpiarlos perfectamente, lo cual hice, y al terminar me dijo «vístete, ya es hora de que te vayas, mañana te espero a las 7:30 en punto con mi desayuno para ir a la oficina.

Apresuradamente me vestí en el cuarto y al salir a la sala me arrodille frente a mi Ama, bese sus pies y me despedí hasta otro día.

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