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Dominando a mi mucama III

Dominando a mi mucama III

Tal vez alguno de vosotros se acuerde de mí, soy Raúl, os había contado algunas de las tardes / noche pasadas con mi mucama en México, como podréis apreciar han pasado algunos meses desde la ultima vez que os conté parte de la historia, bueno aquí estoy de nuevo para intentar terminar de contaros la historia o parte de ella. Bueno no me demoro más.

La situación no había cambiado mucho y se empezaba a transformar en rutina, por cierto la rutina es de las cosas que más odio en esta vida, así que partiendo de la base que estaba bastante seguro de su sumisión, a parte de la posesión del video su actitud no dejaba lugar a errores, decidí cambiar un poco la situación.

Durante unos días al llegar a casa en lugar de llamarla me daba una ducha, cenaba y tras ver un rato la TV me iba a leer antes de acostarme, Lupe el primer día no dijo, ni hizo nada, pero el segundo se paso toda la tarde rozándome y con la bata un poco más abierta de los habitual, intentándome incitar.

Yo tenia el plan trazado, y pretendía hacerla notar mi dominio sobre su persona, así que llegado el sábado por la noche me fui a uno de los antros más conocidos del DF, lugar de reunión de la gente fresa (pija para que nos entendamos) de la ciudad, tras tomar una copa me acerque a una chica que conocía desde hacia algún tiempo por haber tenido contactos a nivel de trabajo, güerita y con una buenas tetas.

Hola Dunny, como que estas por aquí.
Que tal, cuanto tiempo sin verte, estaba segura que habías regresado a España, hacia un siglo que no sabia nada de ti.

Tonteamos y la ofrecí ir a tomar las ultimas copas a mi casa, lo que acepto casi de forma automática.

La ruta a casa fue, como suele ocurrir, con algún que otro beso en los semáforos, mi mano entre sus piernas, ventajas de los carros automáticos, la llegada, tras dejar el carro en el garaje fue un ir perdiendo la ropa por las escaleras y los pasillos hasta llegar a la habitación.

Realmente tenia una tetas magnificas, bien paraditas con unos pezones que me llenaban la boca hicimos el amor de una forma tradicional mientras su melena rubia se enredaba entre mis dedos y su boca me exploraba.

Tras hacer el amor durante un rato llego el momento del relax. Dunny, reposo su cabeza sobre mi pecho y prácticamente se quedo adormecida. Con suavidad le bese en el pelo mientras la preguntaba

¿Tienes sed?, te apetece un poco de champagne, tengo una botella fresquita esperándonos y te debo una copa.
Uhmmmm!, si mi cielo, estaría muy bien. – me respondió, mientras se dirigía al cuarto de baño –

Mi plan comenzaba a ponerse en marcha.

Solo en la habitación, alargue la mano y haciendo uso del teléfono interior de la casa.

Lupe ….
Si licenciado – la voz de Lupe sonaba soñolienta, debía haberla despertado, la verdad es que eran casi las 2:00 de la madrugada.
Por favor venga a mi habitación y traiga una botella de champagne, de las que están en el refrigerador, y… dos copas.
Si licenciado, en seguida voy
Por cierto Lupe, sabe como tiene que venir, ¿verdad?
Si, licenciado.
No hace falta que llame a la puerta.

Y colgué la bocina, me arrellane en la cama y un instante después Dunny entraba en la habitación nuevamente.

¿Y mi champagne?, pregunto con un gesto en sus labios que me volvía loco, creía que habías bajado a por él.

En seguida mi amor. Pero, antes, ven aquí un momentito.

Dunny, se tumbo a mi lado mientras mis labios se pegaban a los suyos y mi mano se escurría entre sus piernas, la posición me permitía ver la puerta que se encontraba cerrada mientras pensaba lo mucho que estaba tardando MI Lupe.

La verdad es que perdí la cuenta del tiempo que pasaba y prácticamente ni me entere cuando entro Lupe en la habitación, lo primero que sentí fue una especie de pequeño grito que provenía de la puerta, cuando mire allí estaba Lupe, desnuda como le había pedido y muy peinadita, con la charola conteniendo la botella en su cubitera y las dos copas.

La mire intentando trasmitirla el sentimiento de posesión que quería que sintiera.

Perdón licenciado …, ya me voy.
Pase Lupe, no se quede parada, deje la charola encima del buró.

Dunny, se había vuelto e intentaba hacerse cargo de la situación, mientras su mano buscaba algo con que taparse.

¿Quién es esta …?

La situación era cómica y a la vez totalmente novedosa para mi, Lupe no sabia que hacer desnuda con la charola entre sus manos y Dunny estaba totalmente sorprendida.

Tranquila Dunny, es Lupe mi muchacha, no te preocupes es de total confianza. Lleva mucho tiempo conmigo …

Mientras Lupe había dejado la charola donde le había indicado e intentaba decidir que debía hacer si salir o quedarse a la espera que la dijera si se podia marchar.

Con la mirada en el suelo y las manos intentando tapar su sexo depiladito, por cierto, no se si os he contado cuando se lo depile, pero eso es otra historia.

¡Pero si esta desnuda!, ¿qué hace aquí?, … – dijo Dunny mientras seguía intentando taparse con la sabana que estaba a los pies de la cama –
Tranquila, no te preocupes, Lupe es una chica muy obediente y servicial además de discreta, ¿verdad que si Lupe?
Si, licenciado – respondió Lupe manteniendo la vista fija en el suelo –
Puedes pedirle lo que quieras, estoy seguro que te complacerá. ¿No es cierto Lupe?.

En la habitación se creo un silencio, por una parte Dunny estaba evaluando la situación y por otra Lupe estaba pensando la respuesta que tenia que dar, mientras por primera vez nos miraba directamente, con un claro signo de interrogación en su cara.

Sabes – comencé a hablar, intentando romper el silencio y hacer que Lupe se decantara – además Lupe es muy fotogénica queda de maravilla en los videos – parecía que tenia que recordarle mi arma secreta -, ¿quiere que veamos alguno Lupe?.
No licenciado, no creo … – nuevamente los ojos de Lupe se quedaron fijos en el suelo de la habitación –
¿… todo lo que le pida …? – murmuraba entre dientes Dunny.
Si, todo lo que quieras … – parecía que no me había equivocado con Dunny, sus ojos brillaban y el juego comenzaba a gustarla- Puedes pedirla algo y lo checas.
Se llama Lupe y puedo pedirla que haga lo que yo quiera … – dijo con voz queda y mirándola de arriba abajo –

Dunny ya no se preocupaba por cubrirse, de echo me miraba mientras hablaba de Lupe como si ella no la pudiera oírla o verla, como si fuera una parte de la decoración de la habitación.

Lupe … – dijo Dunny –
Si … señora … – respondió Lupe con esa voz de quien ha aceptado su destino –
Venga aquí, y ponga las manos a la espalda, … vamos deprisa …

En ese momento decidí dos cosas, la primera que definitivamente había acertado con Dunny y la segunda que debía separarme para observar mejor, así que me levante de la cama y fui a sentarme en la butaca desde donde podia observar mejor todo lo que pasara.

Lupe avanzo los tres pasos que la separaba de la cama mientras ponia las manos a su espalda y me miraba como diciendo “dígame que no lo tengo que hacer”, yo me mantuve en silencio mientras tomaba asiento en mi lugar, tenia curiosidad por saber que iba a pasar.

Lupe, ¿se afeita el ….? – no termino su frase, pero si alargo la mano hasta introducirla entre las piernas de Lupe.
Al señor le gusta así, señora.
Raúl, no me habías dicho nada de esto, que guardadito lo tenias – dijo Dunny mientras me miraba con el brillo que acababa de descubrir en sus ojos –

La piel blanca y el pelo claro de Dunny contrastaba totalmente con la piel tostada y el cabello oscuro de Lupe.

Nos acabamos de conocer como quien dice, no te voy a contar toda mi vida la primera noche, ….
Si le pido cualquier cosa, ¿lo hará?
Ya te he dicho que si, cualquier cosa, Lupe es una muchacha muy bien educada y servicial.

Dunny se volvió hacia Lupe y tras mirarla un momento le dijo.

Ponte de rodillas …

Lupe, ya sin mirarme se fue agachando hasta quedar de rodillas frente a la cama, tal y como le había pedido Dunny quien se había sentado en el borde de la cama.

A cuatro patas …

Poco a poco se fue agachando hasta quedar a cuatro patas sobre el suelo con sus tetas colgando, en un momento determinado sus ojos y mis ojos se cruzaron y puede ver en ellos ese algo que ya me era familiar.

Dunny se levanto de la cama y vino a sentarse en mis rodilla, mientras me decía al oído.

¿Cómo lo has conseguido?, ¿me dejas estar a solas un rato con ella?, …
No preciosa, puedes hacer lo que quieras, pedirla lo que te venga en gana, pero yo me quedo, no quiero perderme nada de lo que pase – la respondí –
¡Como eres!, ¿de verdad hará todo lo que la pida?.

Lupe seguía a cuatro patas junto a la cama.

Ya te he dicho que si …
Vamos ha ver, Lupe venga para acá …

Lupe hizo ademan de incorporase para venir hasta donde nos encontrábamos …

… No se levante, venga a gatas – le medio grito Dunny –

Lupe empezó a gatear hacia nosotros, mientras sus tetas se movían al compás de los pasos.

Mientras venia, Dunny se tumbo en el suelo, a mis pies, y tras doblar las rodilla dejo su coño perfectamente a la vista.

Ven y chúpamelo, ¡ haber como te portas ¡, no querrás enojar al señor ¿verdad Lupe?
No señora … – contesto Lupe, mientras seguía aproximándose-

Lupe enterró su cara entre las piernas de Dunny y comenzo ha chuparle el coño, mientras mi verga se empezaba a poner dura y Dunny agarraba la cabeza de Lupe.

Al poco tiempo Dunny jadeaba mientras elevaba y hacia descender rítmicamente su culo del suelo.

Sigue, sigue, ¡no te pares puta! – comenzo a decir Dunny, mientras le agarraba a Lupe del pelo –

Mientras yo lo contemplaba desde la butaca, y sentía que mi verga se encontraba a tope, mi mano la agarraba y estaba dispuesto a comenzar a moverla cuando me lo pense mejor.

Le acerque a donde ellas estaban y tras arrodillarme, con una rodilla a cada lado de Dunny, introduje mi polla en su boca.

En un primer momento, Dunny, movió la cabeza para rechazarla, pero insistí y ella comenzo a chupármela, la verdad sea dicha, Lupe lo hacia mucho mejor, pero se encontraba muy ocupada y Dunny comenzaba a poner un gran entusiasmo en el noble arte de la mamada.

Al poco comencé a sentir que …, ya sabéis lo que comencé a sentir, así que baje un poco mi cuerpo hasta que descargue en la adorable boca de Dunny.

Uhhhh!, – dijo Dunny – mientras mi semen se juntaba con su saliva y comenzaba a salirle por la comisura de los labios –
Trágatelo, le dije, no lo tires.

Me levante del suelo, Lupe había separado también su cara de entre las pierna de Dunny. Di un paso atrás y mientras le daba un azote, no muy fuerte, en el culo la dije

La señora no ha dicho que pare, siga no se pare.

Como impulsada por un resorte, Lupe, volvió a meter su cabeza entre las piernas y por el sonido que hacia se aplico a lo ordenado.

¡Ya para puta! – casi le grito Dunny –
Sírvanos una copa Lupe – le dije yo mientras me sentaba en la butaca nuevamente –

Dunny se levanto del suelo y vino a sentarse en mis rodilla mientras me daba un apasionado beso.

Lupe, se acerco al buró y comenzo a servir las copas pedidas.

Es increíble – me decía Dunny – déjame a solas con ella, ¡no seas malito!, por favor.
¿Qué quieres hacer con ella?
Dame un cinturón y déjame a solas con ella, por favor se bueno.

Cielos, había creado un monstruo, o quizá no lo había creado y siempre estuvo en su interior, por un momento dude, no sabia que hacer, pero bueno, decidí, veamos hasta donde llega esto.

Los cinturones están en el armario, pero no cuentes con que me salga de aquí. Ese fue el trato, ¿recuerdas?

Dunny se levanto y con una pequeña carrera moviendo sus tetas al compás se fue hasta el armario indicado, mientras Lupe venia con las copas en la charola. Tras encontrar los cinturones agarro uno de ellos y recogiendo la parte de la hebilla en la mano se acerco a Lupe por detrás, fue visto y no visto, en un momento el cinturón choco con fuerza en el culo de Lupe.

Lupe soltó un grito, mientras se le caía al suelo la charola con las copas y todo el liquido se derramaba sobre la moqueta.

Puta, ¿ya has visto lo has hecho? – le grito Dunny, la de la cara angelical y los buenos modales en las reuniones de trabajo – te has ganado unos azotes por puta y por guarra.
Señora, por favor no lo volveré hacer, perdóneme, señora … – comenzó a decir Lupe, mientras se dirigía reculando hacia uno de los rincones de la habitación.
Puta, pon las manos en los brazos del sillón, y empieza a chupársela.

Lupe, corrió hasta donde yo estaba, se arrodillo frente al sillón y se metió mi polla flácida en la boca.

Levanta ese culo, y pon las manos en los brazos del sillón – Le volvió a gritar Dunny –
Si señora.

Con las manos en los brazos del sillón, mi polla en su boca y las piernas muy juntas y estiradas Lupe espero lo que le pudiera venir.

Plas!, la correa golpeo su trasero, Plas!, otra vez.

Puta, no te vas a poder sentar en una semana, ¡chúpasela!, vamos ¡chúpasela!

Plas!, nuevamente la correa golpeo el culo de Lupe, mientras yo comenzaba a tener mis serias dudas sobre la integridad de mi polla. Dunny debió tener las mismas dudas, ya que

Como le hagas el mas pequeño mal al señor, te juro que te quedas sin tetas, ¿me has entendido? Puta. – Dijo Dunny, mientras acompañaba la frase con un nuevo latigazo sobre el culo de Lupe –

Lupe estaba con la boca demasiado llena para poder contestar así que únicamente continuo con su trabajo, mientras Dunny se sentaba en el borde de la cama y se dedicaba a observar.

En el suelo la botella de champagne terminaba de derramar sobre la alfombra su liquido dorado y la espuma iba desapareciendo, las copas habían rodado sin romperse afortunadamente hasta una de las paredes, mientras un escalofrío subía por mi columna. Dunny continuaba sentada en el borde de la cama, sus ojos cerrados, mientras una de sus manos acariciaba uno de sus pezones y la otra se movía entre sus piernas separadas.

Agache mi cabeza mientras hacia que Lupe levantara la suya y mis labios quedaron junto a su oreja, ya me había corrido varias veces y la verdad no soy un semental de película porno, por lo que necesitaba descansar un poco.

Vallase al rincón y póngase de cara a la pared.
Si señor

Diligentemente Lupe se fue al rincón y se puso a mirar la pared, mientras yo pensaba que podia hacer. Dunny seguía con los ojos cerrados y en el trasero de Lupe se veían perfectamente las huella del cinturón.

Me acerque a Dunny y la bese en los labios, mientras agarraba la mano que mantenía en sus tetas y tiraba de ella hacia la puerta de la habitación, ella me siguió mansamente.

¿se queda aquí?
Ahorita la llamamos, no te preocupes, quiero enseñarte algo.

La conduje por las escaleras hasta la sala y tras buscar en la caja fuerte el video de Lupe y su prima, ¿recordáis?, lo puse en el video reproductor. Por un momento se quedo en el mas absoluto silencio mientras el video desgranaba sus imágenes.

Mientras seguía con los ojos fijos en la pantalla me acerque al hueco de la escalera y grite

¡¡Lupe, venga a acá!!

Los pasos de Lupe se oyeron descender por las escalera, mientras yo preparaba la cámara de video que tenia en una de las esquinas de la habitación, donde ya había visto que tenia la mejor perspectiva de la sala.

Lupe llego a la sala y Dunny separo de sus ojos de la pantalla, sus bien formadas y grandes tetas presentaban unos pezones duros y una corola sonrosada, sus ojos tenían una mirada dura que había empezado a conocer. Se levanto y sin decir palabra se acerco hasta donde se había parado Lupe. Su mano voló hasta chocar con la mejilla de esta y el ruido de la bofetada resonó en la habitación.

¡Eres una puta, una puta india de mierda!
Si señora … – dijo Lupe mientras se protegía el rostro con sus manos –
¡Las manos en la espalda, puta!
Si señora …
Voy a tener que enseñarte buenos modales, ¡¡trae una cuerda, puta, date prisa!!

Yo había puesto el video a grabar, pero empezaba a pensar que Dunny se estaba pasando a este paso la iba a hacer daño, por otra parte parecían entenderse perfectamente y cada una de ellas había asumido totalmente su papel.

Lupe regreso con una cuerda de algodón que entrego a Dunny.

Date la vuelta y pon las manos detrás, ¡puta!

Sin que fuera necesario repetírselo, Lupe se dio la vuelta y entrego sus manos, que quedaron atadas y la cuerda sobrante paso por entre sus piernas, Dunny tiro de la cuerda hasta clavársela en el coño y tiro de la cuerda y de Lupe hasta el centro de la habitación, la obligo a arrodillarse y paso la cuerda por el cuello hasta que la forzó a inclinar la cabeza.

Te vas a quedar así hasta que aprendas a no ser tan puta.
Si señora …

En ese momento se dio cuenta que la cámara de video estaba funcionando

¿Qué haces Raúl?, ¿lo estas …?
Tranquila es solo un recuerdo, sigue lo podrás ver luego y ya veremos que hacemos con la filmación, si la quieres te la podrás llevar.

Bueno el resto fue un poco más de lo mismo, hasta que pare definitivamente a Dunny, por esa noche, si no la llego a parar estoy seguro que Lupe no se habría podido sentar en varios días y posiblemente sus tetas se habrían quedado marcadas por varias semanas.

Como podéis suponer la cinta paso a mi videoteca de donde no ha salido hasta hoy, en ella no aparecía yo así que se transformo en un bonito recuerdo que me permitió tener una cierta ascendencia sobre Dunny.

Lupe, acepto perfectamente la situación, por alguna razón creo que ya había vivido algo parecido y no le pareció extraño e incluso lo echaba de menos.

¿Qué te ha parecido el relato?


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