Criada al mando de la casa

Donna llevaba más de un año siendo la criada de los Parker.

Frank Parker era empresario y se divorció de su esposa Kate seis meses después de que Donna entrase a trabajar en la casa.

Kate, con casi 40 años, se había casado con él por dinero… Se reía de cómo lo había maltratado… Era una auténtica zorra que disfrutaba del dinero que él le pagaba y vivía con bastante lujo.

Kate no había trabajado ni un solo día de su vida… Siempre había sido consentida con las mejores cosas de la vida… Su hijo Billy también trataba mal a Donna.

Desde el abandono de la casa por Frank, Kate había sido totalmente irrazonable… Siempre encontraba defectos en el trabajo de su criada negra, Donna y la amenazaba con despedirla en cualquier momento.

Pero Donna conocía el secreto de Kate… Un día encontró sus películas en el dormitorio, debajo del colchón… Parecía que Kate disfrutaba viendo películas de mujeres dominadas por otras mujeres, sobre todo, mujeres negras, de las que tenía muchas grabaciones.

Su hijo estaba en el primer curso de la universidad cuando un día Donna le dijo a Kate que se iba a casa esa noche y Kate se alegró que se fuera.

Sin embargo, Donna tenía otros planes para la noche y regresó sigilosamente después de unos veinte minutos de haber abandonado la casa… Oyó ruidos provenientes del fondo del pasillo, en la habitación de Kate, mientras avanzaba lentamente por el pasillo.

Entreabrió la puerta para verlo todo mejor.

Kate estaba totalmente desnuda en la cama con el control remoto en una mano y la otra hundida en su coño… Gemía y jadeaba mientras comenzaba a frotarse el coño de arriba abajo.

Donna se dio cuenta de que la película en la televisión mostraba a una mujer madura negra golpeando el culo de una joven blanca sobre su regazo, y la chica gritaba de dolor.

Donna supo que había elegido el momento adecuado y sonrió mientras dejaba que Kate se excitara cada vez más con la escena antes de abrir la puerta de golpe, golpeando la pared.

Kate levantó la vista presa del pánico y se agarró las tetas y el coño intentando cubrirse.

– “¡Qué tenemos aquí!… ¡Pervertida!… Apuesto a que desearías ser tú, ¿verdad, zorra?, gritó Donna, disfrutando viendo cómo azotaban a alguien en la tele.

Kate estaba totalmente pálida y miró hacia arriba presa del pánico.

Donna podía ver el miedo y la lujuria a la vez en sus ojos… Sabía que estaba a punto de correrse.

– “No te oí, zorra… Creo que voy a tener que darte una paliza… Levanta ese culo blanco en el aire ahora mismo, zorra”, le dijo Donna.

‘¡Slap!’

Kate había intentado hablar, pero se quedó atónita cuando Donna le dio una fuerte bofetada… Inmediatamente se agarró la mejilla con las manos, dejando las tetas y el coño al descubierto ante la criada negra.

‘¡Slap!’

Donna le dio otro golpe en su teta derecha mientras Kate gritaba de dolor.

– “¡Te dije que levantaras tu culo blanco ahora mismo, perra, si quieres que quede algo de piel cuando termine!… ¡Levanta ese culo ahora!”, gritó Donna dándole otra bofetada mientras se agachaba para agarrar su teta.

Kate, impulsivamente, levantó las piernas intentando doblarlas sobre su cabeza mientras Donna la cogía por sus tobillos y los subía todo lo que podía.

– “Ahora vas a saber quién manda, puta… Voy a golpear tu culo hasta que prometas lamer mi culo”, gritó Donna y empezó a darle palmadas en el culo a Kate con la palma de la mano.

Kate gritaba con cada palmada y le rogaba a Donna que parara… Al mismo tiempo veía chorrear líquido del coño de Kate con cada palmada y supo que había acertado con la mujer.

Golpeó más fuerte mientras sus grandes nalgas comenzaban a ponerse rosadas.

– “¡No te oigo, zorra!… ¡Te dije que me lamas el culo!”, gritó Donna.

– “¡Por favor, ¡Ay!… Por favor!… ¡Te lameré el culo!”, le dijo gritando Kate.

– “¡Voy a ser tu Ama, zorra!”, gritó Donna pasándole la mano por las nalgas tan fuerte como pudo!

– “¡Ay!…¡Por favor, Ama!… ¡Quiero lamerte el culo!”, gritó Kate.

Donna soltó las piernas de Kate que volvían a caer en la cama.

Cogió su vestido, se lo quitó por la cabeza y lo tiró al suelo.

Se dio cuenta de que Kate se había agachado y se acariciaba el coño en la cama, mirándola fijamente.

– “¡Quítate las manos del coño, zorra!… Te diré cuándo puedes jugar con tu asqueroso coño”, gritó Kate.

Donna se quitó los zapatos y se desabrochó el sujetador por detrás, dejándolo caer al suelo… Rápidamente se bajó las bragas, dejando al descubierto su peludo coño y sus grandes pechos ante la cara sobresaltada de Kate.

No perdió tiempo en subirse a la cama… Se sentó a horcajadas sobre el cuerpo de Kate, con el culo hacia atrás, y procedió a empujarlo hacia la cara de la mujer hasta que sintió que su nariz se encontraba en su ano.

– “Ahora ponte a trabajar, zorra… Haz lo que mejor sabes hacer: lamer culos”, le grito Donna y volvió a sentarse con fuerza sobre su cara… Sintió la lengua de Kate en la entrada de su ano, dándole vueltas y vueltas.

– “Puedo tenerte así toda la noche, zorra… ¡Ahora mete tu lengua ahí!”, le gritó Donna gimiendo de placer al sentir la lengua de Kate entrar en su ano.

La zorra estaba totalmente bajo su control, disfrutando de la sensación de meter y sacar su lengua de su ano… Iba a hacer que ella y sus hijos pagaran caro por todas las veces que la habían despreciado.

Donna movió el culo ligeramente, para asegurarse de que Kate encontraba su ano y empezara a meter y sacar su lengua de nuevo.

Kate intentaba frotarse los muslos para tener sexo mientras Donna le daba palmadas en las tetas con ambas manos, exigiéndole que abriera bien las piernas.

Kate sonrió al instante y empezó, más rápido, a meter la lengua dentro y fuera del ano de Donna.

Donna se sorprendió por no tener que frotarse el coño durante el proceso… La dejó seguir follándole el culo con la lengua un momento antes de volver a bajarse de la cama y ponerse de pie… Podía ver la lujuria y la desesperación en Kate, con ganas de correrse.

– “¡Sal de mi cama y tírate al suelo, zorra!… Quiero verte a gatas como la cerda que eres” le gritó a Kate.

Kate se deslizó fuera de la cama y se puso a gatas… Donna supo que la zorra era suya cuando se puso detrás de ella y le clavó el pie con fuerza entre las nalgas, haciéndola gritar y arrastrarse hacia adelante.

– “¡Puta!… Ahora recoge esa ropa sucia y llévala al cesto”, le gritó Donna.

Kate empezó a levantarse cuando Donna le dio una fuerte patada en el culo.

– “A gatas, zorra… Quiero que la recojas con la boca como la cerda que eres… ¡Muévete!”, le gritó.

Le dio otra patada en el culo… Sonrió al ver el culo rojo de Kate mientras gateaba por el suelo buscando la ropa que había tirado antes con las prisas por ver la película.

Mientras agarraba la blusa con los dientes, Donna le dio otra patada en el culo, exigiéndole que se diera prisa.

Donna no podía creer su suerte… Su exjefa le había lamido el culo y ahí estaba ella, pateando su enorme culo por la habitación mientras gateaba recogiendo ropa con la boca.

Podía ver la humedad en sus muslos mientras gateaba y sabía que la mujer había sido una zorra todo el tiempo que había estado allí… No iba a dejar pasar la oportunidad de su vida, así que le dio otra buena patada entre las nalgas al sentir su dedo del pie casi metiéndose en el ojete anal.

– “Date prisa… Mi coño necesita esa lengua tuya que se menee dentro”, le gritó.

Se sentó en el borde de la cama a descansar, observando a Kate gatear con aire de satisfacción por el suelo, recogiendo sus bragas y sujetadores con la boca.

Kate tenía la cara tan roja como el culo cuando Donna se agachó y empezó a frotarse el clítoris en su cara.

Cuando terminó de deshacerse del último objeto, le exigió a la mujer blanca que se arrastrara hacia ella y, agarrándole la nuca, le hundió la cara en su vello púbico.

– “Oh, sí, zorra… Lámeme el coño o te pondré el culo morado”, le dijo pero pronto gimió al sentir la lengua de Kate en su clítoris.

Kate lamía su clítoris con intensidad y sentía la lengua abriéndose paso dentro y alrededor del coño de Donna… Ésta se corrió rápido y fuerte, cortándole casi el aire a Kate por empujar su cara profundamente contra su coño… Luego empujó su espalda bruscamente y le dijo:

– “Ponte de pie, zorra, y date la vuelta.”

Kate se levantó rápidamente y se giró para darle la espalda.

– “Inclínate y abre el culo para que pueda ver como lo tienes de abierto”, ordenó Donna.

Mientras Kate separaba al máximo las nalgas de su culo, Donna le metió el dedo bruscamente en el ano de un solo empujón, provocando que Kate gimiera de desesperación, pero ella mantuvo la posición.

– “Tu culo ahora me pertenece, zorra… Harás todo lo que yo diga y cuando lo diga, ¿entiendes, zorra?”, le dijo Donna mientras continuó metiéndole el dedo bruscamente dentro de su ano.

– “Sí, Ama”, respondió Kate débilmente, intentando aflojar su ano para acomodar al dedo intruso en su culo… Donna se levantó mientras mantenía su dedo en el culo de la mujer blanca.

– “Camina despacio, zorra, y mueve ese culo enorme como lo haces con los jóvenes del barrio… Apuesto a que les encantaría hacerte esto que te estoy haciendo yo.”

Kate intentó caminar y menear el culo sensualmente mientras Donna mantenía el dedo en su culo, metiéndolo y sacándolo… El dedo la estaba volviendo loca mientras su coño goteaba por la parte interior de sus muslos hasta el suelo.

– “Eso es, cariño… Enséñale el culo a tu Ama”, rió Donna, explorando más profundamente su culo mientras meneaba el dedo de un lado a otro.

– “¡Mamá!”

Donna y Kate se giraron y vieron a Billy de pie en la puerta con los ojos muy abiertos.

La cara de Kate se puso roja como un tomate mientras Donna tenía el dedo profundamente en su culo y se aferraba a él para no poder soltarse.

Donna pudo ver la erección en la entrepierna del pantalón del chico de 18 años y supo que había disfrutado de lo que estaba viendo.

– “Tu madre y yo hemos llegado a un nuevo acuerdo… De ahora en adelante, estoy a cargo de esta casa y cada uno de vosotros hará lo que yo diga… ¿No es cierto, zorra?”, dijo Donna sonriéndole al chico y metiendo y sacando el dedo del culo de Kate rápidamente.

– “Sí, Ama”, respondió Kate en voz baja, desgarrada por la humillación y su excitación sexual.

– “Tú, ahora mismo quítate la ropa, jovencito… Es hora de que aprendas quién manda aquí”, le dijo Donna

Ambas mujeres observaron sorprendidas cómo Billy se desvestía rápidamente delante de ellas… Al bajarle los calzoncillos, su pene saltó y quedó tieso… Se dieron cuenta de que lo disfrutaba tanto como ellas.

– “Zorra, tu hijo tiene una erección… Arrodíllate y chúpalo para que no gotee en mi alfombra”, rió Donna.

Kate dudó ante la idea de chuparle la polla a su hijo Billy, pero al sentir a Donna sacarse el dedo del ano con fuerza y ​​darle una nalgada, se acercó de inmediato, se arrodilló y abrió la boca para meter su polla erecta.

Billy disfrutaba de verdad de la mamada bucal que le estaba dando su madre… Mientras Donna se acercó y se colocó tras su culo… Extendió la mano hacia atrás y le dio una fuerte palmada en su nalga derecha.

– “¡Ay!”, gritó Billy, metiendo su polla más profundamente en la boca de su madre.

– “¡Ay, ay, ay!”, siguió gritando Billy.

Donna le estaba dando palmadas por todas partes de su culo mientras él se meneaba de un lado a otro intentando evitar la siguiente palmada y a la vez mantener su polla en la boca de su madre.

Donna le daba nalgadas a Billy sin parar hasta el punto de que su polla se le estaba poniendo cada vez dura.

– “¿Qué te pasa, chico?… ¿No puedes correrte en la boca de una puta?… Sé lo que necesitas.”

Donna puso la mano entre sus nalgas y le metió un dedo bruscamente en el ojete anal.

– “¡Oooh!”, gimió Billy metiendo su polla hasta el fondo en la boca de su madre.

– “¡Qué, zorra Kate!… Tenemos aquí a un chico blanco gay al que le encanta que le follen el culo… ¿Verdad, chico salchicha?”, rió Donna.

– “¡Nooooo!… ¡Ay, ay. ay!”

Donna había empujado su dedo tan profundo como pudo y ahora le estaba bombeando el ojete anal de Billy.

– “¡Nooo!… ¡Oooh!… ¡Sííííí”, gimió Billy.

– “Eso está mejor… No te corras a menos que te lo diga o tendré que azotarte otra vez”, rió Donna.

Billy intentaba contenerse, pero entre el trabajo bucal de su madre y el dedo de Donna, no pudo aguantar más y se corrió en la boca de su madre Kate, para su horror.

– “¡Pito, pito malo!, rió Donna.

Ella, retiró el dedo de su ano, extendió la mano y lo agarró del pelo, llevándolo junto a la cama… Sentándose sobre ella, lo subió a su regazo mientras él le suplicaba que no lo golpeara demasiado fuerte.

Donna lo había soportado bastante durante un año y no le mostraba piedad… Inmediatamente empezó a azotarle el culo tan fuerte y rápido como podía.

Billy le rogaba, se meneaba salvajemente y le suplicaba que hiciera lo que quisiera.

Donna finalmente cesó.

– “¿Quieres ser mi pequeña zorrita como tu madre?”, le preguntó.

– “Sí, sí… Lo que sea… Por favor, no me pegues más”, suplicó.

Donna lo empujó de su regazo al suelo mientras él gemía de dolor.

– “Ven aquí, zorrita, y lame mi coño”, exigió.

Billy se arrastró hacia adelante y metió la cara en su coño húmedo y peludo y comenzó a lamerlo.

Donna lo provocó llamándolo ‘zorrita’ y que necesitaba que un hombre de verdad le diera un buen polvo anal.

– “Ya te lo traeré yo”, le dijo.

Billy nunca dejó de temer que le aguardara más castigo.

Kate lo había visto todo sentada de rodillas en el suelo… Su coño goteaba de tanta excitación que sentía que iba a morir si no conseguía algo de alivio… Donna lo notó después de que Billy le diera un buen orgasmo.

– “Ponte detrás de tu hijo, zorra y afloja su ojete con la lengua… Quiero ese ojete tan suelto que pueda meterle un bate de beisbol”, ordenó Donna.

Kate se puso a cuatro patas detrás de su hijo Billy y comenzó a lamerle el ojete… Su pene empezó a hincharse de nuevo a medida que la lengua entraba y salía de su ano.

Donna disfrutó de su lamida un rato más antes de apartarle la cara de su entrepierna.

– “¡Perra!,… Ve a la cocina y tráeme dos zanahorias… Date prisa”, le gritó a Kate.

Y así, definitivamente, la criada se hizo con el mando de la casa.

F I N

Si alguna lectora desea comentarme lo que le pareció este relato, tendré mucho gusto en responderle y mantener posible amistad… Mi correo es yanine35sum @hotmail.com