Me cogió un extraño

Mi nombre es Carolina, soy una mujer de 45 años, blanca de cabello castaño muy claro y largo y con unas tetas que ya quisiera cualquier hombre o mujer y no es por nada, modestia aparte pero soy muy bonita. Lo que les voy a relatar me sucedió hace justo un año.

Actualmente estoy trabajando en una empresa que se dedica a la telefonía celular y desde los clientes y hasta los colegas me ven con deseo, desde siempre tengo varios pretendientes, hombres que constantemente me hacen proposiciones, aunque jamás he aceptado porque así son mis propias convicciones, actualmente tengo una pareja estable desde hace unos años y nuestra vida sexual era muy satisfactoria, yo siempre fui una chica recatada pero él se encargó de vencer algunos prejuicios y temores y llamarle a las cosas por su nombre, tardó casi un año para convencerme de dejarme coger, yo ya no era virgen desde los 14 años cuando me enamore de un chico mayor que fue quien me estreno sexualmente pero después de obtener mi virginidad me cambio por otra chica a quien todos conocían por ser “una puta “ en fin… Quedé muy dolida y desconfíe de los chicos que se me acercaban y nunca acepté a ninguno.

Desde entonces no había tenido sexo hasta conocer a mi pareja quien tuvo la paciencia de tratarme siempre como a una reina y así ir venciendo mis temores y resistencias hasta lograr cogerme, he de decir que era lo suficientemente bueno en la cama para no tener la necesidad de mirarme con nadie más, la primera ves que me cogió me hizo tener varios orgasmos, cosa que mi desvirgador no pudo hacer.

Me enseñó a recibir y dar sexo oral, era algo que siempre me había parecido sucio y que no se me antojaba pero el tuvo la suficiente paciencia para introducirme en ese mundo y al fin pude dejarlo que lamiese mi sexo sin sentir culpa, temor o remordimiento, a mí me gustaba chuparle el pene, eso me excitaba a mi, darle placer con mi boca además hacía que por mi mamada se le pusiera muy dura y me cogía muy fuerte y súper rico.

Teníamos dos meses sin vernos y mi vagina estaba muy deseosa de su verga, necesitaba sentirlo penetrándome, manoseando todo mi cuerpo y sentir su boca en mi vagina y mis tetas, particularmente ese día yo estaba muy caliente y deseosa.

En unos días más se casaba una prima de él y estábamos invitados a la boda, él ya había reservado ese fin de semana para cumplir con su prima y llevarme a un hotel a coger, ya nos habíamos puesto de acuerdo de perdernos antes de terminar el festejo e irnos a un motel muy discreto en las afueras de la ciudad, el coger en hoteles me calentaba mucho, era como hacer algo prohibido que le daba un extra a las cogidas, deseaba mamar y sentir su verga entrando y saliendo de mi panocha.

Llegó el gran día, me esmeré en mi arreglo, tenía que lucirme para él yo estaba espectacular, escogí un vestido sencillo, a la rodilla color vino, mi ropa interior, un coordinado de tanga, brasier y liguero de encaje color vino también, me vi al espejo y me sentí muy satisfecha del contraste de mi cabello y lo blanco de mi piel con el púrpura de mi ropa, mi vagina se humedeció anticipadamente por la cogida que me iban a dar.

La fiesta transcurrió súper bien, había vins de todas clases y cerveza, todo transcurría a la perfección, el plan era perdernos a la una de la mañana pues la fiesta terminaba a las 2.00 y así poder tener más tiempo para coger pero surgió un imprevisto, que la familia de mi novio estaba eufórica bebiendo sin control más que llegaron unos primos que no veía en algunos años y constantemente brindaban con mi pareja revolviendo whisky, cerveza, y tequila, yo ya estaba ansiosa y le pedía a mi pareja que ya no bebiera, que era nuestra noche especial. cuando al fin llegó la hora de retirarnos, lo hicimos a escondidas, subimos a su auto y fuimos directos al hotel.

Subí como copiloto, y me pegué lo m{as que pude a él, mientras manejaba tocaba mis piernas subiendo mi vestido y a la vez yo masajeaba su verga sobre el pantalón, no me parecía muy dura pero no le di importancia, una vez en el motel al bajar del auto ví que tambaleó, lo abrace y así entramos al cuarto, cerro con seguro y nos fundimos en un beso cachondo, apasionado, me colgué de su cuello mientras el me tomaba de las nalgas apretandolas fuertemente, me quitó el vestido saboreando mis pechos sobre el brasier me los mordió y apretó, me tiró en la cama y abriendo mis piernas retiro mi tanga y empezó a darme una tremenda mamada que me hacía retorcerme de placer, su lengua recorría mis labios de arriba abajo y se detenía en mi clítoris arrancándome suspiros y gemidos muy intensos, yo ya deseaba sentir su verga entrando en mi vagina que ya escurría, se levantó y termino de desnudarse, saque su verga del boxer y estaba erecta pero sentí que aún le faltaba dureza, me apliqué a mamarsela despacio mi lengua recorrió todo el tronco, cada vena, me acomode en la cama para recibirlo con la piernas abiertas y se acomodo dirigiendo su verga a mi entrada, la froto de arriba abajo hasta llegar a mi hoyito trasero, yo arqueaba las caderas para ya sentirlo entrar en mi pero al intentar meterla se puso flácida, no me la pudo meter, me sentí un poco contrariada incluso molesta, hice otro intento jalándosela y mamando nuevamente, pero no lograba la erección deseada y al tratar de meterla se ponía flácida, me quedé pensando, me invadió una tristeza y una frustración muy grande, tanto tiempo esperando para sentirlo cogerme y ahora resulta que se le pasaron las copas.

Me vestí nuevamente y él se quedó dormido, salí y le pedí al administrador me pidiera un taxi, varios minutos después me encontraba viajando a casa frustrada, furiosa y con unas ganas enormes de coger, sentí la mirada del chófer por el retrovisor, era un hombre de unos 50 años gordito, alto, muy pulcro, el viaje era de unos 40 min aprox, de pronto el hombre me dice

Señorita, ¿Le puedo hacer una pregunta? Sin intención de ofender desde luego

Me intrigó, lo pensé unos segundos, no tenía ni idea de que querría saber, de cualquier forma despertó mi curiosidad y le dije “ok, pregunte“

Se ve que es usted una mujer muy elegante, muy fina y muy guapa y me gustaría saber ¿Cuánto cobra?

No entendía que me quería decir con eso, trate de descifrarlo y pude entenderlo cuando me dijo:

Sabe, estoy separado desde hace dos años y en todo ese tiempo no he estado con una mujer y la verdad que sí puedo alcanzar el precio me gustaría estar con usted.

Entonces caí en cuenta, el tipo pensaba que yo era UNA PUTA y quería saber mi precio por dejarme coger.

Me quedé impactada pensando que hacer, lo abofetearía, lo insultaría y pediría ayuda a la policía, mil ideas cruzaron por mi mente en una fracción de segundo, quería hacerlo pagar por su atrevimiento, quería humillarlo, hacerlo sentir un gusano y pensé que él no podría pagar para cogerme sería una buena humillación, después de todo, el tipo manejaba un taxi… Me arme de valor, me crucé de piernas y me recargue en el asiento y le dije $2000 pesos, me sentí muy segura de que no tendría el dinero y quedaría humillado, para mí sorpresa él respondió

Es por toda la noche o solo por una hora.

Sentí que la abofeteada ahora era yo… No tenía la más mínima idea de cómo una puta cobra por dejarse coger y me temblaron las manos de nerviosismo, pensé rápidamente y le respondí.

Claro que por una hora, el hombre se quedó pensando y dijo.

Me lo imagine, es un precio muy alto, creí que ya lo había hecho sentirse mal por no tener dinero para cogerse a una chica como yo y me sentí satisfecha pero.

Un balde de agua fría me cayó cuando me dijo después de pensarlo,

Estoy seguro que sí vale cada centavo, ok acepto

Me quedé pasmada, ahora qué hago pensé, me vinieron a la mente tantas cosas, mi pareja dormido teniendo tantas ganas yo de sentirlo, eso me hizo reflexionar y pensé ¿por qué no?

Sería una buena venganza, además aún ando mojada y el tipo no está nada mal.

Mi cabeza daba vueltas, el tipo me dice que me llevará a un hotel modesto pero muy limpio, que solo se detendrá a comprar condones y lo hizo en la primera farmacia que cruzamos, llegamos a un hotel en efecto bastante modesto y alejado, también estaba muy limpio, entramos al cuarto y él comenzó desnudarse.

Yo no sabía que hacer, estaba temblando con la cabeza hecha una maraña al preguntarme como había llegado a este momento

¿Te ayudo a quitarte el vestido?

Fue ahí cuando regrese a la realidad, me quite el vestido y el tipo quedó perplejo al verme solo en ropa íntima, me pidió que me diera una vuelta y lo hice, de a poco estaba más relajada, él se puso detrás de mi y besó mi cuello, la nuca y respiraba apasionadamente mientras acariciaba mis tetas sobre el brasier, cerré los ojos y empecé a sentir esas ganas de ser poseída, é seguía manoseándome o mejor dicho, acariciándome, pasaba sus manos sobre mi piel como temiendo lastimarme, sus caricias eran ásperas y el sentir unas manos de verdadero hombre me empezó a gustar, me decía lo linda que era aspirando mi perfume y besaba cada palmo de mi piel, respiraba en mis oídos haciéndome excitar, ahora ya me tenía abrazada de las tetas y pegaba su verga a mis nalgas, aún tenía puesto el pantalón y así tallaba su verga en mi trasero, me volteó y pidió permiso de besarme, lo abracé del cuello y pegue mi boca a la suya en un beso intenso, lento, nuestras lenguas se entrelazaron y yo me apreté a el queriendo sentir su verga entre mis piernas, fue bajando lentamente recorriendo con su boca mi cuello, mi pecho, mi estómago hasta llegar a mi sexo ya bastante húmedo, aspiro fuerte el aroma de mi vagina mezclado con el perfume que usaba para mi pareja, pero ahora era un extraño quien lo estaba disfrutando, pasó su lengua por mi panocha sobre la tanga púrpura de encaje que había comprado para que mi novio me la quitara, me la fue bajando lentamente saboreando el aroma de mi sexo que ya estaba anhelante y muy mojado, me sentó en la cama con delicadeza, me besaba lenta y tiernamente y me hizo acostarme, se hincó a los pies de la cama, levantó mis piernas sobre sus hombros y metió su cara entre ellas, su lengua tocó mis labios vaginales haciéndome estremecer, sus lengueteadas eran suaves, sin prisas, yo con los ojos cerrados quería pensar en algo que no me hiciera sentirme cachonda con un desconocido pero era imposible, sus toscas manos sujetando mis nalgas y su lengua en mi sexo no permitían pensar en nada más que ser penetrada por una verga que me hiciera sentir mujer.

Su lengua en verdad me estaba volviendo loca y lo siguiente fue sentir que sus anchos dedos intentaban entrar en mí. Inevitablemente empecé a gemir, a retorcerme del placer que sentía, jamás nadie me había dado un oral tan intenso y perfecto, yo ya no me resistía, más bien me abandonaba al placer que estaba sintiendo, con fuerza me jalaba por la cintura como deseando que su lengua entrase hasta el fondo de mi útero, manoseaba mis nalgas, mis piernas y tetas, y yo cada vez quería más, Ahhhh mmmmmmpfh sentí que me asfixiaba Ahhhhh, Aagghhh, Ahhhhhhhhhh, empezaron los espasmos que preceden a un orgasmo de esos que se añoran, Ahhhh Ahhhh Ahhhh Ahhhhh Ahhhhh Aaaaaaaahhhhyyyyyy waaaaaa, exploté en su cara, un líquido cristalino salía de mi sexo y yo no sabía por qué, jamás había sentido nada igual, él trataba de beber todos mis jugos y yo me retorcía como poseída, se levantó y me jalo para quedar bien acostada en la cama, él se desnudo por completo dejando a la vista su verga completamente erecta, era bastante gruesa, saco un condón y se lo puso rápidamente, se acomodo entre mis piernas y froto su verga en mi panocha que escurría de líquido apoyo sus codos a mis costados y empezó a penetrarme, Ahhhhh Puta madre! Sentí de inmediato una verga extraña, que me dolía pero era un dolor mezclado con placer, parecido al que sentí cuando me desvirgaron, el recordar esa tarde en un hotel entregando mi virginidad sin reservas a quien tanto amaba me hizo gozar nuevamente, un segundo empujón me regreso a la realidad, ya su verga había penetrado un poco más y me hizo abrir los ojos sorprendida pero excitada a la vez, saco su verga con delicadeza y nuevamente empujo y Ahhhhh!! Ufffff me seguía doliendo pero me sentía caliente, no quería que me la sacará, estaba muy caliente y quería que ya me la metiera toda la noche y así se lo dije… Toda, la quiero toda, toda la noche.

Me la sacó por completo y de un solo empujón me la metió toda ¡Ayyyyyy! Sentí sus bolas chocar con mis nalgas, eran grandes, muy grandes, sentirlas rebotar en mis nalgas y vagina me excitó aún más.

La sensación de una pija desconocida para mí, me encendía no sé si era su verga, sus manos o el acto en sí de follar con un desconocido lo que me estaba encantando, él se quedó quieto un momento con su verga totalmente clavada entre mis piernas, mi cabeza daba vueltas en una semiinconsciencia, y de nuevo volvía a cogerme, sentía su verga entrar y salir, despacio, sin prisas, como queriendo prolongar su deleite con una puta fina y que cobra caro, al fin me desabrochó el brasier dejando al descubierto mis pechos, me los apretaba mientras seguía cogiéndome, con esa cadencia y lentitud desesperante que me estaba haciendo correr tantas veces yo seguía gimiendo con cada penetración Ahhhhh, Ahhhhh, Ahhhhh.

Sus manos bajaban de mi espalda a mis nalgas provocándome una excitación que nunca nadie me había hecho sentir

Solo muévete corazón y goza al máximo, mientras me dejas disfrutar

No había necesidad de que me lo dijera, yo ya estaba moviendo mis nalgas apretándolas cuando me la metía toda y aflojando cuando me la sacaba nuevamente, lo abrace de la cintura con las piernas y de su espalda con mis manos apretaba lo mas que podía, después de un rato nos acoplamos a un mismo ritmo, el gemía cuando yo le apretaba su verga con los músculos interiores de mi vagina y yo gemía cuando me la metía toda y sentía chocar sus testículos en mis nalgas, perdí la noción del tiempo, cada vez sus metidas eran más fuertes y mis piernas se ponían más duras mi vientre sentía que iba a explotar, era una locura, yo le decía “ Aasiii., Asiiii, massss, masss fuerteeeeee”

Exploté en un intenso orgasmo espectacular, mi venida fue larga y abundante, él también se vino violentamente metiéndome su verga hasta el fondo, me abrazó con fuerza, sentí perfectamente las palpitaciones de su verga lanzando sus chorros de semen, su orgasmo igual fue largo, podía notar que me disfrutó mucho, pensé que era una pena que el esperma quedase atrapado en el condón, hubiera gustado sentir como escurría en mis adentros…

Quedamos abrazados así, con fuerza y las emociones se agolparon en mi cabeza y en mi pecho, sentía culpa y satisfacción a la vez, después de unos minutos nos separamos y quedamos recostados en la cama en silencio, fue él quien habló primero:

Que rico coge usted, nunca me había venido tan fuerte se lo juro.

Sentí ternura por él, ya es hora de irnos, Le dije, me vestí con rapidez.

Limpie mi vagina de mis fluidos, salimos del hotel, en el auto se encendió un cigarrillo y me ofreció uno, aunque rara vez fumo se lo acepté, esa noche me apetecía hacerlo y lo disfruté.

Me volvió a hacer plática haciendo hincapié en el tiempo sin coger por qué estaba separado y no tenía con quién hacerlo, pidió mi número telefónico para en un futuro volverme a coger, no supe si dárselo o no, era una situación algo conflictiva excitante por de más.

La señora decente que todos respetaban esta noche era una PUTA cualquiera que cogió por dinero, no podía explicarme cómo me metí en esto sin desearlo ni planearlo, lo único que sí sabía era que lo hice como nunca y que me dejó un buen sabor de boca esa cogida con un hombre lindo y educado, así es que sí, le di mi teléfono.

Llegamos a mi casa y antes de bajarme me preguntó Oiga, no se molesta si le pregunto cuánto cobra por una mamada, Sabe es que no lo va a creer pero nunca me la han mamado hasta terminar, mi esposa nunca me dejo terminar en su boca y es una fantasía que me gustaría cumplir y qué mejor que con usted que está tan linda y tiene una cara tan bonita.

Me quedé pensando, a mi novio también le gustaba que se la mamara pero igual nunca lo deje terminar en mi boca no supe que hacer y dude una fracción de segundo, lo mire y me inspiró tanta tranquilidad y recordar la forma en que me hizo gozar con su verga, al mismo tiempo recordé la imagen de mi novio perdido de borracho en el hotel y tomé la decisión le dije que arrancará, ahí cerca hay una construcción que muchas parejitas la usan para coger y ahorrarse el hotel, le pedí que se metiera ahí, afortunadamente y por la hora estaba vacía, se estacionó y le acaricie su verga sobre el pantalón, se sorprendió y le dije “¡Voy a cumplir tu fantasía!” me baje y le abrí la puerta, tomé un tapete de los que traía y lo puse en el piso y me puse en cuclillas frente a él, le saque la verga que ya estaba poniéndose dura, se la empecé a mamar como nunca lo había hecho, bajó su pantalón y se recostó en el asiento mientras yo le chupaba la verga que ya estaba a punto, le pase la lengua por todo el tronco, masajee sus huevos, era realmente excitante, se los chupé con suavidad mientras él gemía y apretaba todos sus músculos, se lo hacía con suavidad, lamía la cabezota y con mis uñas le acariciaba la verga, los huevos y las ingles, metía su verga en mi boca tanto como me fuera posible, hasta la garganta me veía obligada a hacer arcadas por el calibre de su fierro tan ancho, yo realmente lo estaba disfrutando así es que nuevamente me calenté al estar mamando ese gordo pito, quería en verdad cumplirle su fantasía y a eso me dediqué, al sacarla succionaba la cabeza atrapándola con mis labios al tiempo que con mi.mano lo masturbaba, me pedía que lo hiciera más fuerte y lo obedecí.

No podía comprender como en esas horas me había convertido en una puta y estaba mamandole la verga a un hombre que no conozco, la situación subía mi temperatura, me sentí transformada queriendo hacer que se viniera en mi boca, era como un reto para mí, imprimí más rapidez a mis mamadas y a mi mano, el se retorcía y me pedía más, sentí como su verga empezó a palpitar anunciando su venida, se puso tieso completamente y gritaba como fiera herida, apreté mi mano y con mis labios apreté la cabeza succionando y esperando los chorros de semen que no tardó en salir, quise atraparlo todo pero era imposible, me escurría por la comisura de los labios goteando en mi escote tenía un sabor agridulce nada desagradable, succione hasta que ya no salió ni una gota más, quedó desfallecido tirado en el asiento me levanté, tome mi bolso y con un pañuelo desechable limpie mi boca y mi pecho de su esperma caliente y viscoso, jamás pensé que algo así pudiera hacerme sentir tanta excitación y tanto placer, el se acomodo su ropa y me agradeció casi con lágrimas el haberle cumplido su fantasía,le sonreí solamente y le dije que yo también lo disfruté, me dejó en mi casa, no le acepte pago por la mamada pero si le pague el servicio, él quedó en hablarme para volver a coger, así es que ansiosa esperaré por su llamada para volver a sentirme usada.