Capítulo 3
- La esposa que no conocía
- La esposa que no conocía II
- La esposa que no conocía III
Buenas tardes. Como recordarán en la parte 1 y 2 les comenté lo que descubrí de mi esposa. De como me di cuenta que era una mujer totalmente diferente a la que yo creía.
En otras palabras, la señora recatada resultó ser una gran puta. Y en el relato anterior les dije que cuando la confronte me confesó la verdad.
Y en uno de los momentos más vulnerables. me dijo que si la perdonaba y le dije que sí. Luego me dijo algo que me dejó confundido, me dijo. Ahora que sabes la verdad, me vas a escuchar. La señora que tu amas y respetas sigue aquí y lo que quieras lo vas a tener.
Pero tienes que saber que me encanta la verga. Y si me quieres aquí, tienes que entenderme. Y yo sin saber que decir, le dije: mira, tu no estas en condiciones de poner reglas, no seas tan descarada. Y su respuesta fue cierta. Me dijo: Mira, cuando te dije que era puta, se te paro la verga.
Y se que sin mi te vuelves loco. Vas a hacer lo que yo te diga y punto. Yo no lo podía creer. Y me dice, deja de hacerte el víctima, que se que eres un pervertido. Y te encanta que sea puta.
Y le dije, yo no puedo seguir con esto. Que va a pensar mi familia. Y me frenó y me dijo. Pensar de que. Y le dije, que tal si se dan cuenta.
Y se hecho una risa y me dijo: todos en tu familia lo saben, y le dije:que estás diciendo? Y lo que me dijo me dejó helado. La mayoría de tus familiares saben.
Y le dije:como saben? Y me dijo algo que casi acaba conmigo. Porque casi todos me han metido la verga. Y entre más me decía más me enojaba y más se me paraba la verga.
Y me dijo algo que me dejó totalmente destrozado. Me dijo que a ella le encantaba cuando se la culeaban y luego yo después de unos tragos le mamaba el panocho y el culo. Y me dijo algo que nunca espere escuchar. Me dijo que mis familiares me decían el cornudo.
Y le dije: como? Y me dijo que así me decían cuando yo no estaba. Y me tenía tan herido y tan calientes, que me la lleve a la cama y la tire con el culo para arriba y le clavé la verga salvajemente y ella gritaba. Y me decía muchas cochinadas. Y cuando estaba por venirme. Me decía. Lléname el panocho de leche mi cornudo.
Y yo estaba totalmente perdido, y le daba duro cada vez que me ofendía. Y cuando los dos terminamos, me dijo que era muy feliz. Y le dije: dime que ya no hay más secretos, Y luego me dijo que todavia habían unos cuantos. Y me dijo que ella se culiaba a mis hermanas. Pero eso es parte del siguiente relato.
Comentarios por favor. De todos. Hombres y mujeres. Gracias