Me llamo Karina, tengo 32 años, soy divorciada desde hace 4 años y tengo una hija de esa misma edad; la causa del divorcio con mi ex marido fue que me embarace y el no quería tener hijos aun, pero bueno, así pasan las cosas; el caso es, que desde que me divorcie no he tenido sexo con ningún otro hombre, primero por cuidar a la niña y después por un poco de miedo, a lo mas que he llegado es a masturbarme, pero la verdad muy pocas veces porque soy católica y siento remordimiento.
La velada era de lo mas excitante, estábamos en pleno faje; yo le abrí su blusa y bajando un poco el sostén empecé a chupar su erectos pezones; ella me empezó a acariciar mi polla por sobre el pantalón, vaya que los polvos ya habían hecho efecto, porque mi polla estaba tan dura que me dolía y ella estaba tan mojada, que su aroma impregnaba toda la habitación; ya no había marcha atrás, ella saco como pudo del pantalón y del bóxer mi polla y la tomo con ambas manos iniciando una paja riquísima
Nuestra relación era esporádica, así que el decidió cambiar de trabajo y mudarse a mi ciudad; el sexo era de lo mejor y ahora que tenia ración de polla por semana yo estaba de lo mas alegre; Javier que es de lo mas atrevido, se hizo amigo de mi esposo y de toda mi familia, decía que era lo mejor para guardar las apariencias, mi hermano Mario con su misma edad, era su acompañante en las incontables fiestas a las que el acudía.
Después de varios meses de relaciones intrafamiliares, mi tía magda y mi primo pablo eran cada día mas felices, nadie se había dado cuenta pues eran muy discretos y solo acudían a nuestra casa con mas frecuencia que antes.
Incline a mama sobre la mesa y le pegue la cara a ella, estábamos a menos de un metro de distancia de mi tía, que estaba sorprendida, tenia a mi madre empinada con las tetas y la cara pegados a la mesa y mostrándome su enorme y apetitosa culo, sin piedad volví a clavarle mi polla en so coñito.
Era increíble lo que antes me había causado asco ahora me parecía delicioso, tan caliente, tan grande, tan dulce; la chupe lo más que pude, me la sacaba de la boca y le recorría con la lengua a lo largo, me parecía riquísima, todos mis tabú habían desaparecido; desesperada por su tamaño, utilice mis manos para masturbarle mientras se la mamaba, era tan grande, papa me jalo de los cabellos y me separo de su pene
Desde ese día la relación con Juan era cada vez mas esporádica una o dos veces por semana, papá me quería para el solo y a mi me daba cosa, al final de cuentas era mi padre, yo estoy enamorada de Juan y el lo sabe por eso me siento mal con el, así que decidimos cumplirle alguna fantasía, nos juntamos un día a hablar de eso
Como mis padres trabajaban hasta noche, nosotros nos habíamos acostumbrado a coger en la tarde, en la casa sin ninguna consideración, incluso ya ni llegábamos a poner llave a la puerta, pero esto fue un grave error; un día de esos en que nos hacíamos el amor salvajemente en la cocina
Pasaron varios meses de acoso continuo, la situación era peor cada vez y para colmo tenia que escucharlo en la noche como se masturbaba, a veces hasta decía mi nombre, incluso un día en que no estaban mis padres el se masturbo enfrente mío, eso ya era el colmo
Salimos hacia la casa del abuelo, era ya de noche porque es una cena la que ellos organizan, llegamos a la casa de los abuelos, ahí estaba toda la familia; paso un buen rato y yo estaba platicando con una prima muy guapa, mi mama me veía con cara de celos, y yo platicaba mas a propósito, además no había podio estar mucho con mi mama, porque Juan no se le separaba, cenamos temprano, mi madre parecía molesta conmigo
Le metí un dedo y este resbalo como en mantequilla, mi madre dio un salto y dijo: no pares corazón-, yo seguí metiéndolo y sacándolo y mi mama estaba como loca, sus gritos se escuchaban en casi todo el cine, pero ni a ella ni a mí nos importaba, me detuve y le dije: CHUPAMELA- ella se inclinó y la metió en su boca, - NO MAMA, QUIERO QUE TE PARES Y TE HINQUES DELANTE DE MI-, ella no dijo nada, solo se paró y puso sus rodillas en el piso y se metió mi sexo en su boca, chupaba como desesperada, nada parecido a lo anterior,
Me pase la tarde en mi cuarto, tratando de olvidar lo sucedido, estuve en el ordenador casi todo el día, cuando mi padrastro llegó me dijo que si me lo estaba pasando bien con el ordenador yo le dije que sí, estuvimos charlando un momento y después bajamos a cenar.