Me llamo Daniela, y tengo 17 años, lo que voy a contar me ocurrió hace apenas unos meses…

Vivo con mis dos hermanos, Jorge y Eliza, y mi prima Ceci, que viene de provincia y que estudia aquí.

Casi nunca hay nadie en casa, ya que todos estudiamos, mis hermanos en la U, y Ceci en el colegio conmigo, somos muy buenas amigas, además de primas, y siempre nos contamos todo, pero existía algo que nunca me había dicho.

Un día, nos mandaron temprano del colegio, y nos despedimos ya que yo me iba a ir con unos amigos, pero Ceci me dijo que estaba muy cansada y quería ir a casa a dormir.

Pero no la pasé tan bien con mis amigos, se pusieron a tomar y hacer payasadas de lo ebrios que estaban y no tenía muchas ganas de cargar borrachos así que enseguida regresé a casa.

Entré, con la seguridad que no habría nadie, y me fui directo a mi cuarto, que queda junto al de mi hermano, cuando escuche gemidos y susurros, me extraño, ya que primero pensé que se trataba de ladrones, pero luego pude identificar las palabras que cada vez dejaban de ser palabras y se convertían en gritos de placer.

«Ahhh…. siiiii, métemela, métemela, rómpeme, soy tuya, te amo, mmmmhhhhhh que rico»……………….

Me acerque a la puerta del cuarto despacio, la abrí apenas y , me agache para que no me vieran, cuando ya estaba dentro me escondí detrás de la cómoda, y pude ver como mi hermano y mi prima estaban follando de lo más felices, ella estaba boca arriba y sujetaba con sus piernas la espalda de mi hermano que la bombeaba con frenesí, una y otra vez, parecía que la cama se fuera a desbaratar, y ella gemía y gemía, y podía ver la cara de satisfacción de mi hermano.

Yo creía que se me iba a parar el corazón de la emoción, al verlos follar, ya que yo era virgen pero era tan excitante, que mi concha se humedeció en seguida ya que podía sentir lo mojada de mi ropa interior, y comencé a manosearme los senos sin darme cuenta, pero había algo que quería ver y era la polla de mi hermano, nunca había visto una, y parece que descifró lo que quería, ya que se la sacó a Ceci, era increíble, estaba mojada, grande y parada apuntando al techo, como sentía envidia de mi prima que estaba siendo penetrada así, Jorge la puso en cuatro y continuó bombeándola.

Entonces me salí porque no quería que me descubrieran, pero al salir golpee con el pie la puerta, hice bastante ruido, pero salí casi corriendo, ellos se callaron por un momento, creí que me descubrieron, pero después continuaron los gemidos y ruidos de la cama.

Pasé encerrada en mi cuarto masturbándome, hasta la noche en que llego mi hermana, y en la cena todos juntos, era increíble que todo lo de la mañana hubiera pasado, ya que Jorge y Ceci se trataban de lo más normal sin nada que denotara lo que pasaba, y que parecía no era la primera vez. Yo continuaba excitada, pero por suerte pronto lograría aplacar mis ansias. Esa misma noche había una fiesta de familiares afuera de la ciudad, pero Jorge decidió quedarse, y yo tenía que hacer deberes, pasaron mil ideas por mi mente, después de lo que vi en la mañana, y ahora solos los dos, yo sabía que no se debía hacer el amor entre hermanos, pero como lo deseaba, así que pase casi toda la noche acercándome , acariciando y rozando mi cuerpo al de mi hermano, yo esperaba que se excitara, ya que aunque no debería decirlo yo misma tengo un cuerpazo, y lo sé porque hay bastantes chicos de mi cole que están atrás mío, pero nunca me interesaron.

Pero justo en el momento en que ya parecía que nada iba a funcionar, porque mi hermano se había portado bien evasivo, me levante frente a él que estaba viendo la tele en la sala, y me hice la que se me cayó algo y me agaché frente a él, poniéndole mi trasero frente a él, sabía que era ya mi último recurso.

Apenas lo hice, sentí como me tomaban de la cintura, me apretaban contra él y podía sentir como su pene erecto se apretaba contra la raja de mi trasero, y se encajaba ahí, no lo podía creer, era algo increíble, comenzó a manosearme los senos, que ya estaban duros, sin cambiar de posición me llevó hasta la mesa del comedor sin decir nada, yo lo tocaba y acariciaba, entonces, el me bajó los pantalones jeans que traía, entonces comenzó a acariciarme las nalgas, luego sentí como bajaba hasta mi concha y comenzaba a lamerla, y a meterme la lengua, era una sensación increíble, ya no eran gemidos lo que salían de mí, sino gritos de placer, me corrí en la boca de mi hermano, que aún no me decía ni una palabra, luego cuando creí que había alcanzado el clímax me dí cuenta de que era solo el principio.

Me dio la vuelta, y me beso metiendo su lengua en mi boca, , me quitó la camisa y el brasier, me puso en cuatro en el piso del comedor, yo no sabía que pasaría, mi mente volaba, cuando de repente sentí como su gran polla se encajaba con dificultad entre mis piernas, primero la cabeza, mmmhhhhhhhh……..que delicia……., luego un poco más, ya no soportaba el placer, y de repente zaass…….., me penetró toda, rompió mi virginidad al comienzo me dolió, pero después ya no me importaba era tan rico, que los gritos que lanzaba eran de un éxtasis tremendo y me follaba como un desesperado, mete y saca mete y saca, y yo que ya no daba más.

Entonces me la sacó, y se puso en frente mío, y puso su pene en mi cara, yo sin más lo tomé y me lo llevé a la boca, supongo que al comienzo lo hice mal, porque él parecía no disfrutarlo, pero luego comencé a succionar, lamerlo, y chuparlo, como una desesperada, y el gemía de placer.

Luego el me levantó, me beso y me llevó a su cuarto ahí nos tiramos en la cama y continuamos haciéndolo apasionadamente, cada vez que el me penetraba yo lo apretaba con fuerza contra mí, no quería que saliera nunca de mí.

Hasta que de tanto follarme y sentir como golpeaban sus testículos contra mi ano, yo me corrí de nuevo, temblé toda y suspiré, él al ver esto apuró más la marcha hasta terminar dentro mío con un caliente chorro, me abrazó y me beso, nos quedamos abrazados un buen rato, hasta que él se paró, se vistió, y salió, y desde la puerta me dijo,: » sé que nos estabas espiando hoy en la mañana a Ceci y a mí , ella no me gusta demasiado, pero al menos tengo con quien follar es para mí como si fuera una puta, pero sabes si te gusto esto, tal vez lo podamos repetir, yo te quiero bastante y de veras me gusto follar contigo»….

Y yo le respondí, cuando quieras, puedo venir a tu cuarto, o tú al mío, siempre estaré para ti, y no me importa si la tomas a ella como una puta o a mí, me encantaría ser tu puta.

Ahora ya tengo novio, follo con él, pero siempre me doy tiempo para que mi hermano me haga suya, y no me importa si él, se acuesta con su novia o con mi prima, ya que nuestro lazo de sangre es más fuerte que eso.