Capítulo 4
—Ya casi terminamos —dice Astrid moviendo las tijeras con velocidad experta.
El pelo rizado de Lars requiere poca habilidad. Máquina en los costados y algunos tijeretazos para quitarle volumen. Ella, por el contrario, tiene que resignarse a las torpes manos del muchacho que hace lo que pueden para dominar su pelo rubio estilo carre.
Un fuerte temblor se siente en toda la sala. Ambos se levantan.
—¿Más bombas? —pregunta Lars sacándose la toalla del cuello.
—No lo creo, esto es constante.
Corren a la terminal y abren las cámaras. Al principio solo ven una masa negra sobre lo que antes había sido un bosque y luego un páramo incendiado. Cuando prestan más atención notan que la masa se mueve. Son miles de esas criaturas corriendo en manada. Avanzan en una dirección y luego giran cambiando de ángulo, para volver a modificarlo al poco tiempo
Muestra tu apoyo a KarinaF y sigue leyendo esta historia
Compra esta parte de la historia y ayuda a los escritores a ganar dinero con las historias que te gustan.
Inicia sesión para comprar este contenido.
Al comprar aceptas las condiciones de compra.