Mi historia con mi hija

Capitulo 1: Mis inicios

Antes que nada quiero presentarme, me llamo Ángel, y tengo 42 años, radico en la Ciudad de México, soy divorciado y tengo dos hijos un niño de 20 años y una niña de 18 años. (Por razones obvias, no es mi nombre )

Como es de suponer nuestra situación no algo muy común, pero es cierta.

El hecho de haber conocido a personas que de una manera u otra que tienen estos mismos deseos y algunas situaciones me he atrevido a escribir este pequeño Relato.

Yo creo que todos estos acontecimientos vienen a causa de mi madre y mi padre.

Aun conservo en mi mente, algunas situaciones como la siguientes:

Mi familia estaba compuesta por mis padres y mi hermano y yo, tanto mi hermano como yo, dormíamos en la misma habitación, desde la edad de 16 o 17 años, me gustaba acariciarme mi pene, porque se sentía muy bonito, recuerdo que mi madre alguna ocasión me comento que si eso quería hacer, que debía tener cuidado con hacerlo en público, que buscara mejor un lugar solito para que nadie me molestara, por eso es que hasta la fecha soy asiduo a meterme al baño y masturbarme diariamente.

Nosotros estamos acostumbrados desde que tengo uso de razón a ver el cuerpo humano como algo natural, es decir, en casa nos acostumbramos a vernos desnudos, muchas veces nos bañábamos con nuestra madre o con nuestro padre.

Nuestra madre siempre venia en las noche para darnos el beso de las buenas noches, recuerdo que ella venia después en las noches para ver si realmente estábamos dormidos, muchas veces mientras yo fingía dormir, la veía sentada a los pies de nuestra cama mientras ella nos observaba.

Yo había agarrado la costumbre de masturbarme en las noches también, en una ocasión que no recuerdo porque mi hermano no estaba, mi mamá paso al cuarto como de costumbre para ver si estaba dormido, yo tuve que dejar de hacer lo que estaba haciendo, por temor a que ella me viera así, ella se sentó a los pies de mi cama y esta vez hizo algo totalmente diferente, ella me empezó a acariciar las piernas y los pies y a decirme palabras cariñosas, como es de suponerse, yo fingía que estaba dormido,

Ella me hablo para ver si estaba yo despierto y como no quería que ella me descubriera, fingí no escucharla, fue cuando ella con sus manos tibias, me empezó a acariciar mi pene, y fue ella la que me masturbo en esa ocasión, el hecho de saber que no eran mis manos las que me estaban acariciando, hicieron que esa noche, me viniera muy pronto.

Ella se levanto de la cama y fue por un trapo mojado para limpiarme, y limpiar todo mi cuerpo y las cobijas.

Ella se acerco a mi cara y me dio un beso en la frente.

Ella continuo durante mucho tiempo visitándonos en la noche, para ver que estuviéramos dormidos, y si estábamos destapados, ella nos cobijaba.

Cuando ella comprobaba que estábamos totalmente dormidos, y en casa no estaba mi papá, ella era quien me masturbaba y me limpiaba, yo siempre fingí que dormía, pero puedo asegurar que ella sabia que no era así, jamás comentamos estos hechos en ningún momento, y hasta la fecha, son recuerdos imborrables hacia mi madre.

 

Capitulo 2: Con mi hija

Como dije en un principio soy divorciado, pero mis hijos viven conmigo, como en mi familia siempre hemos visto la desnudes como algo natural, con mi familia fue igual, mis hijos y yo estamos acostumbrados a vernos desnudos.

Hasta la fecha mi hija y yo nos bañamos juntos y es algo maravilloso, pero he de empezar a comentarles lo que ha venido pasando desde hace más de un año:

Mi hija es delgadita, de piel morena clara y con el cabello negro, que le llega hasta la cintura, yo trabajo mucho con la computadora, y en muchas ocasiones mis hijos llegan y se sientan en mis piernas para ver lo que estoy haciendo.

Mi hija, normalmente se sienta con sus piernas abiertas, en una ocasión en que yo estaba trabajando en la tarde mi hija llegó a donde yo estaba y me pregunto

-Que haces papito.

-Nada hija estoy trabajando.

-Me puedo sentar en tus piernas?

-Claro pero no te muevas mucho porque tengo que acabar de trabajar.

Ella feliz se sentó en mis piernas mientras yo trabajaba, cuando ella se acomodo, sin querer puso sus nalguitas exactamente en mi pene, y ella lo sintió, porque me pregunto:

-Papi que tienes ahí?

-Nada hija, no me interrumpas por que entonces mejor te mando a la sala a ver la televisión.

-Esta bien papá, no me pregunto.

Les aseguro que yo nunca había pensado en nada malo, pero al ver que ella empezó a moverse, tuve que dejar de hacer lo que estaba haciendo, y fue cuando le pregunte:

-Hija quieres jugar en la computadora?

-Ella grito ¡¡¡¡¡ Siiiiiiiii !!!!!!!

-Ok, pero déjame ver que esta haciendo tu hermanito. Fui a ver que estaba haciendo y el estaba jugando como siempre Nintendo.

Regrese al cuarto (que es donde tengo mi PC) y le dije:

-Ok, vas a jugar pero solo un ratito, quiero acabar mi trabajo.

-Esta bien, papito

Me volví a sentar y ella encima mío, y le puse un juego llamado «Aprende con Pipo» (para los que tienen hijos pequeños, se los recomiendo esta muy padre es autodidacta).

Ella empezó a jugar, mientras yo empecé a acariciar su cabello, y a acariciarle sus hombros, yo ya en esos momentos tenia mi pene muy duro por la excitación.

-Bebe, te gusta que te acaricie el cabello y los hombros?

-Si papito, me gusta.

Fue cuando decidí seguir viendo hasta donde podía llegar, como en esa ocasión tenia una faldita y por tener sus piernas abiertas, esta se le subió, hasta arriba de los muslos. y puse mis manos ahí, sobándole las rodillas. Mientras empecé a morderle suavemente sus orejitas.

Ella en cada beso que le daba, ella empezó a moverse muy inquita, yo le pregunte:

-Hija te molesta?

-No papá, lo que pasa es que me haces muchas cosquillas.

-Quieres que deje de hacerlo?

-No papito, síguele.

-Ok.

Entonces empecé a acariciarle sus muslos y recorrer con mis dedos sus piernitas, ella se empezó a mover un poco más, a moverse de adelante para atrás, cuando mis dedos llegaron a su calzoncito, ella empezó a ponerse roja, y de vez en cuando ella cerraba sus ojos.

En eso se me ocurrió poner mis dedos sobre su calzón a la altura de la vagina, y ella se quedo quietecita, dejo de moverse, y fue cuando le pregunte:

-Mi amor, te molesta que tenga mi mano ahí?

-No papá,

-Ok, mi amor, sigue jugando por favor.

–Si papito.

Y fue cuando empecé a mover un dedo sobre su vagina. Ella empezó a moverse lentamente al ritmo de mis caricias, y empecé a sentir que su calzoncito se empezó a mojar, le dije a mi hija:

-Mi amor, te gusta esto?

-Si papá, mucho.

-Quieres sentir más rico?

-Si papito,

-Ok, te voy a hacer un lado el calzoncito para poner mi dedo, y así sientas más rico,

-Si papito,

Y se lo hice a un lado, en verdad era cierto, mi hija esta mojadita… es algo maravilloso verlas y tenerlas así.

empecé a frotarse su vaginita, y cuando encontré su botoncito, hice un poco de presión y en forma de círculos la empecé a Frotar.

Ella se empezó a mover deliciosamente y en un momento ella cerro sus ojos y se recostó en mi pecho mientras yo la seguía besando su orejita, hasta que ella, por reacción a su orgasmo, ella cerro sus piernas teniendo mi dedo en su vagina, y empezó a suspirar diciendo.

-Papi, que rico se siente, papá, que es esto????

-Mi amor, esto es algo que se siente cuando te tocas tu vagina, no es malo, síguelo sintiendo.

-Si papito, se siente muy rico.

-Así es mi amor, y cada vez que quieras sentir esto, puedes venir a donde este y te puedes sentar en mis piernas.

-Pero recuerda, esto es un secreto entre nosotros, a nadie debes decírselo, sino no podré jamás volverlo hacer Ok mi amor?

-Si papá, no se lo diré a nadie.

-Ok, mi amor, que bueno que te gusto

-Ahora déjame ir al baño y cuando regrese me dejas terminar mi trabajo.

-Si papito.

Tuve que ir corriendo al baño para masturbarme frenéticamente.

Realmente las cosas que vinieron a mi mente fueron muchas, en un principio me sentí el peor de los hombres, y muchas cosas más, en esa ocasión me prometí a mi mismo no volverlo hacer, que equivocado estaba.

Y más porque mi hija a partir de ahí, me busca todos los días…

Y desde ese entonces (hace más de un año) las cosas han subido mucho de tono, al grado de tener grabado algunos pequeños videos con nuestra webcam.

Fin.