Capítulo 1

Capítulos de la serie:

Lucas mi imponente y terrible hermano I

Con El Sello de Morbo y Placer…

Hola me llamo Paulina. la más sexy, media 1.70m era alta para su edad ya que tenía solo 35 años, de ojos azul cielo piel blanca como leche, cabello negro liso y largo, sus medidas eran 97-60-108, piernas carnosas, cintura de avispa, caderonas anchas, tetas firmes pezones rosadas redondeado y carnosos, una belleza sexy la capitana del club de voleibol de la escuela. Me gustaría compartir contigo mi experiencia en el mundo del incesto. Trataré de ser corta para no aburrirte… Actualmente tengo 35 años, trato de conservarme en forma haciendo ejercicio diario y comiendo sano. Me dedico al hogar pero esto sucedió cuando tenía 19 años y contraje matrimonio con Sebastián. La boda se planificó en 1 año. Ambas familias, la de Sebastián y la mía, se llevaban de maravilla y, aunque Sebastián no era el tipo más guapo, su recién terminada carrera como ingeniero le hacía vislumbrar un futuro muy prometedor. No era feo, pero tampoco guapo. Sin embargo, había obtenido el primer lugar en su clase era todo rectitud, formalismo y seriedad. Por supuesto que te imaginarás que después de 14 meses de relación las relaciones íntimas aún estaban pendientes producto de su gran respeto hacia mi persona Bueno, llegó el anhelado día y el matrimonio se consumó. Fue a las 18:00 horas en la catedral del estado y de ahí nos trasladamos al lugar del evento donde todos los invitados nos esperaban. Saludé a todos los invitados y pasamos luego a todos los brindis, palabras y demás protocolos de rigor. Después bailamos el vals y, como es tradición, los diferentes parejos me fueron pasando a lo largo de la canción. Todo transcurría como cualquier otra boda hasta que llegó el turno de mi hermano Lucas quien es un tema aparte y bien podría escribir 100 hojas de las muchas veces que me “hostigó” sexualmente o espió mientras me bañaba, me cambiaba o incluso orinaba…

Lucas estaba obsesionado con mi cuerpo pero creo que siempre estuvo enamorado de mí pues hace mucho tiempo comenzamos un inocente juego que consistía en él robándome besos de piquito, decía que yo era su novia y a mí me causaba risa pero crecimos y sus “robos” fueron cambiando de intensidad y ahora me besaba con más detenimiento e incluso a veces me tomaba de la cintura cuando lo hacía por lo que decidí parar ese juego y fue que se desencadenó su hostigamiento sexual…

Lucas, en esa época tenía 16 años, pero ya media media 1.89m, alto para su edad, ya tenía un cuerpo bien desarrollado, es de cabello negro azabache, de ojos verde mar, piel blanca tostada por el sol, de cuerpo atlético, espalda ancha abdomen marcado, brazos y piernas musculoso, practico mucho deporte como natación o boxeo, en fin su mayor atributo luego sabría que es su miembro, un par de bolas grandes y una polla de 27 centímetros de largo y 17 de circunferencia, con un deseo insaciable en tener sexo.

La verdad es que Lucas, era todo un tema 3 año menor que yo pero, desde que “descubrió” para que servía su pene, solía proponerme que fuéramos “novios o esposos”, que durmiéramos juntos e incluso una vez se atrevió a mostrarme la pija mientras me decía:

–Ven… pruébala… Si no te basta con esta verga te aseguro que jamás te molestaré nuevamente…

El caso es que, la noche de mi boda, caballerosamente me tomó de la mano y comenzamos a bailar mientras aplaudían los presentes. Lucas, me miraba a los ojos y yo trataba de esquivar su mirada disimuladamente hasta que, acercándose a mí oído, me dijo.

–Estas preciosa…

–Gracias.

–Aunque no lo creas, te deseo mucho éxito en tu vida marital…

–Gracias.

–¿Sabes en que es en lo único que no puedo dejar de pensar hermanita?

–¿En qué? -Le pregunté inocentemente mirándolo a la cara.

–¡¡En la tremenda follada que te van a dar hoy!! -En ese momento sentí como apretó disimuladamente la mano que tenía sobre mi cintura y me estremecí. No sé si de miedo, coraje o excitación, pues mis pezones al instante se endurecieron y mi entrepierna se empapó un poco. Pero envalentonado continuó diciendo. –Creo que casarse es el tremendo error de la sociedad. Una chica tan guapa y sexy con un idiota como Sebatonto… -Así apodaba a mi novio… –Me resulta difícil de creer que este pelmazo tenga con que satisfacerte… si hubieras aceptado mi propuesta te aseguro que estaríamos en casa follando y sin compromisos de esta índole…

–¿A dónde quieres llegar? -Pregunté molesta pero aun disimulando ante la mirada de extraños.

–A que te des cuenta de tu error… Que sepas que pude haberte complacido de una y mil formas… ¿¿Que tenía que hacer para tenerte??…

–Somos hermanos…

Somos hombre y mujer… estás buenísima, me encantas y no hay mujer que me ponga tan dura la pija como tú… soy capaz de cualquier cosa… pídeme lo que sea… pídeme que te saque de aquí y nos escapamos… tengo dinero de sobra… he logrado conseguir mucho dinero porque… -Le interrumpí…

–La persona que será mi dueño es la que me acompañará a mi luna de miel… Ya es hora de que baile alguien más conmigo… ¡Adiós!… -Con la cara roja, colorada de excitación, hice que me cediera a alguien más en el baile.

Luego el vals terminó y vinieron los aplausos. Inmediatamente colocaron música de baile y múltiples parejas inundaron la pista. Me dirigí a la mesa principal todavía un poco desconcertada por el comentario de mi hermano, en que había sido diferente este comentario a los mil que me hizo antes mientras vivíamos juntos… No lo sé pero estaba excitada. Cosa que nunca antes había sucedido… a mi mente vino la imagen de su pene grande y grueso y más me mojé. Pedí una bebida y la bebí de golpe. Sebastián estaba disfrutando a lo grande con su familia… Luego vi como Lucas, se acercaba a él y comenzaba a ofrecerle bebidas que Sebastián aceptaba gustoso de quedar bien con su cuñado, quise intervenir pero mi suegra me aisló junto a mi suegro para darme una letanía de una hora o más y terminar diciendo que habían decidido regalarnos 50 mil dólares… Agradecí y le pedí lo enviaran a la cuenta de Sebastián pero me dijo que él mismo les había pedido que la enviaran a la mía, quise correr a abrazar y besar a Sebastián pero fue en ese momento que me percaté que mi hermano lo había puesto sumamente borracho, Sebastián tomó una actitud irreconocible, comenzaba a ser el hazme reír de la fiesta cuando decidimos sacarlo de ahí y, mientras mis suegros continuaban despidiendo a la gente, Iván se acercó a nosotros y se ofreció para ayudarnos. Terminé montada en el coche de mi esposo junto a él en la parte trasera mientras Lucas, conducía. Iba a una velocidad descomunal por lo que pedí fuera más lento ya que Sebastián estaba por vomitar.

–Tranquila hermanita, solo quiero sentir lo que es ser ÉL por esta noche… Manejar este auto BMW es una delicia… Pero hay algo mucho más lujoso y placentero que esto…

Caí en cuenta de que mi hermano había tomado un rumbo distinto al del hotel donde habíamos reservado Sebastián y yo una suite para pasar la noche y al día siguiente salir de luna de miel.

–¿¿Que es este lugar?? -Pregunté al tiempo que un portón eléctrico se habría para darnos paso a una casa…

He rentado este lugar en un AIRBNB… tranquila que solo hemos venido a hacer algo que debimos haber hecho hace mucho tiempo…

Ya dentro Sebastián lucía inconsciente de la menuda intoxicación. Lucas, me pidió que bajara del auto pero le dije que no…

–No voy a acceder a tus delirios Lucas… -Lucas, sonrió y seguro de su victoria me dijo.

–No se trata de acceder, es un hecho que va suceder y sucederá con tu voluntad o sin ella así que tú decides, luego de esto no volveré a molestarte, te lo prometo…

Pasó lo que tenía que pasar. Finalmente accedí a sus pretensiones, convencida de que no estaba bromeando y que estaba decidido a dañar mi matrimonio desde el mismo día de la boda a menos que lo complaciera.

–Eres terrible Lucas… El peor el peor Lucas… No sé cómo puedes…

No sabes lo mucho que llevo esperando este momento… no le regalare tu virginidad a un estúpido que en poco más de 1 año te “enamoró”… porque sigues siendo virgen no es así?

Lo miré con desprecio al tiempo en que tomada de la mano me llevaba al interior de la casa. Ya en la habitación, que parecía ser la principal, con mucho odio, me quité el vestido de novia mientras Lucas, me miraba lujurioso al tiempo que él también se quitaba el traje. Ya desnudos, se acercó a mí y sin más me agarró los dos senos y comenzó a apretarlos. Yo no pude disimular un gesto de desagrado, que creo que lo excitó más aún porque enseguida se sonrió y se lanzó con su boca a lamer y mordisquear mis pechos.

–No sabes lo mucho que quería probar estos melones…

–HMMM… Bastardooo Lucasss malditoooo MMmmmnn…

Bajó una mano y me agarró la vulva, comenzó a pasar un dedo por mi entrada que obviamente percibió empapada debido a lo involuntariamente excitada y sonrió satisfecho.

–Sabía que tú también traías ganas…

Introdujo un dedo y empezó a meterlo y sacarlo mientras seguía chupando mis pechos. Me di cuenta que ya no podía dar marcha atrás…

–“¡Mi hermano me desvirgaría!”

Luego de todo ese tiempo finalmente se saldría con la suya en mi noche de bodas. Luego me llevó hasta el borde de la cama. Me hizo sentar en el borde, con las piernas separadas y él se acomodó entre ellas con el pene frente a mi cara, el cual pude notar que ya estaba bastante rígido y grueso.

–Creo que ustedes ya se conocían… -Reía perversamente. Luego con voz firme me ordenó. –¡Chúpamela, zorra!…

Yo lo miré con odio, no me gustaba que me llamara zorra… por lo mismo estuve a punto de levantarme y largarme pero no lo hice quizás por ¿Miedo o excitación?

Decidí salir de esta situación lo más rápido posible así que con una mano le agarré el pene y comencé a masturbarlo. O bueno lo que pude, pues era enorme no podía metérmelo todo dentro, era mucho, pero mucho más grande que el de Sebastián mi hermanito era todo un semental con esa cosota. Lo escuché gemir mientras me decía.

–Qué bien, sigue así hermanita… HMMM…

Pensé que lo que más me convenía era hacerlo llegar rápido al orgasmo así que empecé a masturbarlo muy rápido mientras con la otra mano le acariciaba los testículos, mi boca saboreando su rojo he hinchado glande, mientras una mano lo masturbaba y la otra le acariciaba sus bolas, esperando que esto terminara rápido, termino gustándome. Ese enorme saco de testículos no me cabía en la mano. El pene se le puso como una barra de acero grueso, grande, duro y caliente.

–Te dije que me la chuparas…

Me agarró por los cabellos y de un tirón me apretó la cara contra su pene; con su mano se lo agarró y dirigió la punta a mi boca presionando la entrada mientras con la otra empujaba mi cabeza. Volví a recordar que tenía solo unas cuantas horas de casada y como podía terminar mi día si me resistía. Instintivamente abrí los labios aún más y tome el pene dentro de la boca. Sin soltarme, siguió aferrado a mis cabellos haciéndome que se la chupara en toda su magnitud. Incluso había veces que me ahogaba y lograba sacármela un poco para agarrar aire y volver a chupar.

–Así es como una hembra como tú debe comer verga… ¡Trágatela toda! OHHHH…

Agarrada a sus caderas, moviendo la cabeza adelante y atrás dejando deslizar el pene entre mis labios, me quedé más de 16 minutos en los que no me dejó detenerme ni un segundo y hasta me causó mareo el movimiento tan frenético. Seguí chupando como una posesa hasta que sentí hincharse su pene y me preparé para la descarga de semen, pero los planes de Lucas, eran otros. De pronto me empujó hacia atrás por mi frente y me hizo caer de espaldas en la cama muy bruscamente. Se agarró el pene y se masturbó suave mientras me dijo.

–Llegó la hora de ser mujercita hermanita…

Bruscamente me hizo girar de espaldas y de un nuevo empujón me hizo caer sobre la cama apoyada en mis codos pero con las piernas aun en el suelo y las rodillas apoyadas en el borde de la cama.

–Lucas, Lucas, Lucas… ¡¡No, no!! ¡¡Por favor!! -Le supliqué comprendiendo lo que venía.

–¡Silencio perra!… Te la voy a clavar como debí haberlo hecho desde hace tiempo…

Se acercó con el pene en la mano y me dio una nalgada tremenda que me hizo soltar un gemido.

–¡Plazzzzzzzz!…

–¡Ahhhhyy!…

Luego me dio luego una pequeña patadita en el lado interno de cada pie, obligándome a separar más las piernas y me empujó con su mano sobre mi columna obligándome a arquear la espalda. Quedé en una posición inmejorable para la penetración e inmediatamente sentí la punta del pene buscando la entrada y presionando sobre mi vagina. No lograba penetrarme porque estaba muy estrecha y temerosa…

–No cielos, no cielos Lucas para no cielos para esto es demasiado.

–¡A callar perra!…

Comenzaba a desesperarse pero sus ganas y necedad pronto lo recompensaron y su pene comenzó a entrar victorioso en mi canalito llevándose con ello mi virginidad como medalla a la perseverancia…

–¡¡¡Ahhhh!!!… haaaa, haaa, humm, ¡¡¡Mmmmm!!!… Haaaaaaaaayy, haaaa, haaa, humm, Diooossss Hunnnnnnmm. ¡¡Hooooooooooohh Cielossssssss haaaaaaaaaaaaaahhh!!…

Una ola de calor me recorrió el cuerpo cuando Lucas, se agarró a mis caderas y comenzó a mover las suyas penetrándome fuertemente en cada nueva arremetida.

–¡AAHHHHH! Qué bien se siente hermanitaaaaaaa que bien se siente… hummmm es la gloriaaaaaaaaa….

–Ohhh… Me revienta… Oooh… Haaaaaaaaaaayyyy Dioooossss Hunnnnnnmm…

Yo tenía la cabeza apoyada en el colchón al igual que mis codos, y con los puños me mantenía aferrada a las sabanas mientras sentía el tremendo pene que inmisericorde me taladraba una y otra vez.

–Humm si, si asi perrita si hummm que ricooooo hussff sí… -Sentía que me quería partir en dos, mis nalgas brincaban con los embates de su pene y mis pechos se balanceaban.

–Humnm, ussff, no para hummm esperaaa, haaaahh…

Él siguió violándome fuertemente y diciéndome todo tipo de obscenidades mientras me nalgueaba o se inclinada para apretar fuertemente mis pezones.

–¡¡¡Hummmmmmmmmmmmmm!!! Haaah, haaa, Pau, haaa, haaa, haayy… Rico si así ricoPau… Haaaa, haaa, humm, haaaaahhh… Mi nenita linda, mi putita, así… así… aahhhhh… ¡¡¡Aaahhhh!!!…

Luego apoyó una mano sobre uno de mis hombros y con la otra me jaló por el cabello hacia atrás haciéndome levantar la cara y haciéndome gemir de dolor.

–Haaaaaaaayyy, haaaay, haaaaay, haaayy, haaaay, ha, haaaayy, ha, ha, haaaa, haaaaayy, haaaaay, haaaay, haaaayyy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac…. haaaaay, haaaayy, haahh… Haaaaaaay, haaaaay, ohhh, hummm, ohhhh, huummm, haaaaa, haaaay, ha, haaayy… -De nuevo continuó embistiendo como un toro y yo sentía su pene inflamarse próximo al orgasmo. –Haaay, haaaay, haaay, haaaa, haaaaaayy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaa, haaaa, ha, haaaaaaaa, haaaaa, haaaaaayyy haaaaayy… haaaaayy, haaaa, haaa, haaaaayy… Haaaayy, haaaaaayyy… haaaaayy, haaaaaaayy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… Haaaaayy, haaaaaayyy, haaaayy… Haaaaaayy, haaaaaayy, haaaayy, haaaaayy, haaaaaayyy…

Pero una vez más él supo controlar sus ritmos. De nuevo me lo sacó y me dio un nuevo empujón que me hizo caer boca abajo en la cama. Me metió las manos por un lado del cuerpo y con un jalón me volteó y me hizo quedar boca arriba. Entonces me separó las piernas y me las levantó colocándose una en cada de sus hombros al tiempo que se acercaba un poco más y se inclinaba sobre mi cuerpo totalmente expuesto.

–Quiero verte a los ojos mientras te clavo… esos ojos azul cielo que tanto me gustan…

Se acomodó de modo que yo quedé en el borde de la cama con las piernas sobre sus hombros y él con los pies en el piso pero inclinado sobre mí y en esa posición volvió a penetrarme.

Nuevamente comenzó a moverse frenéticamente en un interminable mete y saca mientras yo aferrada con mis manos al borde de la cama, pensaba en que mi esposo tenía que estar por despertar.

–Haaaaaaaayyy, haaaay, haaaaay, haaayy, haaaay, ha, haaaayy… Ahhhy, Ahhhy, Ahhhy, Ahhhy, Ahhy, Ahhhhhy, Ahhy, Ahhhyyy, Ahyy, Ahhhyy, Ahhhy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… -Lucas se inclinó más y comenzó a morder mis pechos pero sin dejar de bombearme salvajemente. –Haaaaaaaaayyy, haaaay, haaaa, haaaaayy, haaaaay, haaaay, haaaayyy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaay, haaaayy, haahh… Haaaaaaay, haaaaay, ohhh, hummm, ohhhh, huummm, haaaaa, haaaay, ha, haaayy… -Tuve el valor para pedirle que no me marcara con los dientes, a lo que me miró lujurioso y entonces trató de besarme. –Haaay, haaaay, haaay, Haaaaay, haaayy, haaaay, ha, haaaayy, ha, ha, haaaa, haaaaayy, haaaaay, haaaay, haaaayyy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaaay, haaaayy, Ahhhy… -Aparté la cara pero pudo besarme y fue entonces que me llevo a la luna sino es que ya lo había logrado… –Haaaa, haaaaaayy… haaaa, haaaa, ha, haaaaaaaa, haaaaa, haaaaaayyy haaaaayy… -Su beso me derritió y decidí dejarme llevar y me entregué al placer que estaba sintiendo. –Haaaaayy, haaaa, haaa, haaaaayy… Haaaayy, haaaaaayyy… Ahhhy, Ahyy, Ahhhy, Ahhhy, Ahhy, Ahhhhhy, Ahhhy, Ahhhy, Ahhhy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… Ahhy, Ahhh, Ahhhy, Ahhy, Ahyy, Ahhhy, Ahhhy, Ahhhhhhy… Haaaaayy, haaaaaayy… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… Haaaaayy, haaaayy, haaaayy… Haaaaayy, haaaaaayy, haaaayy, haaaaayy, haaaaaayyy… -Yo termine explotando como jamás pensé que será un orgasmo me temblaron las piernas y me termine orinando prácticamente. –¡¡¡AAAHHHHHHHHH HMMMMMMMMM!!!. -Mi hermano sonrió y dijo.

–¡¡Eso!! AAHHHH Gózala… sabía que lo harías.

Era brutalmente profanada y desvirgada por un pene grande y grueso que no era el de mi marido. Finalmente se salió de mí, se inclinó sobre mi cuerpo y comenzó a masturbarse. Fueron pocos segundos para enseguida comenzar a brotar chorros de semen que salían a gran presión y que iban cayendo sobre mi vientre, mis pechos y algunos alcanzaron mi cara. El contacto de su semen era muy caliente y la cantidad fue abundante. Terminó de descargar entre espasmos mientras me decía muchas veces que esto sería el principio de nuestra relación…

–A pesar de las muchas ganas que tenía no me vine adentro porque quiero seguir disfrutando de tu cuerpo antes de traer niños a este mundo…

Solo guarde silencio, estaba con ganas de que me siguiera follando pero no se lo iba a decir. Al final se incorporó y de nuevo me jaló hasta hacerme sentar en la cama. Sin decir nada me acercó el pene a la boca y yo sin necesitar ninguna instrucción comencé a chuparlo muy suavemente hasta retirar el último resto de semen que quedaba. Me encantó chupársela así…

Continuara…