Capítulo 1

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Hola, mi nombre es Abigail y la historia que les contaré sucedió poco después de haber cumplido los 18, tengo la piel blanca pero bronceada, mi cabello es rubio oscuro En ese entonces mis pechos se habían desarrollado casi por completo al igual que mi trasero que es duro por mis horas en el gimnasio, pero pese a mi edad, no me interesó mucho tener novio o algo así.

En esa ocasión, se aproximaba el cumpleaños de mi hermano, yo era hasta cierto punto inexperta en temas de sexo, era inocente en esas cuestiones y sólo consideraba al sexo como algo de “grandes”. Pero en fin, en varias ocasiones, había escuchado a mi madre y a mi padre teniendo relaciones sexuales en su cuarto, pero nunca me había atrevido a verlos, solo escuchaba gemidos de dolor, de mi mamá y mi papá.

Un día, cuando regresé de la escuela, me preguntaron que si podían hablar conmigo, yo les dije que sí. Me dijeron que querían que jugara un juego con ellos, pero que no debía decirle nada a mi hermano ni a nadie más, porque se enojarían. Me dijeron que cuando el momento llegara, me explicarían que hacer. Y les dije que sí.

Uno de los días siguientes, mi papá entró a mi cuarto violentamente y me dijo que me preparara, que el momento de jugar ya casi llegaba.

–¿QUÉ QUIERES QUE HAGA PAPÁ?

–MIRA, PONTE ESTO, NO PREGUNTES Y NO SALGAS DE AQUÍ HASTA QUE TU MAMÁ VENGA A RECOGERTE.

Me dio una bolsa y cuando la abrí, descubrí que había una tanga negra, con un sostén negro, que apretaba mis pechos y los hacía ver muchísimo más grandes. Claro que ya sabía que el juego sería sexo, y pese a que me había mantenido casta por tanto tiempo, mi calentura me hizo seguirles la corriente. Cuando acabé de ponerme el conjunto, me miré en el espejo y me di cuenta de que me veía muy erótica, muy excitante.

Mi mamá llegó a mi cuarto y me dijo que me iba a arreglar para empezar a jugar y entonces sacó maquillaje de una de sus bolsas, me puso sombra en los ojos, me pintó los labios de rojo, y me marcó las pestañas. Realmente me veía como prostituta, pero de algún modo, me encantó como me veía.

-TE VES PERFECTA HIJA, TE VES HERMOSA. – Noté como mi mamá mojó sus pantalones un poco por sus jugos, el hecho de excitar a mi propia madre me puso aún más caliente.

Mi mamá es parecida a mí, tiene cabello castaño casi cobrizo y largo, labios grandes, tez blanca, pechos muy bonitos, redondos y grandes y un trasero muy deseable. Entonces mi madre también se quitó la blusa holgada que llevaba además del pantalón y las bragas mojadas, pude ver el maduro pero bien torneado cuerpo de mi madre en todo su esplendor y mi calentura subió aún más. Entonces se maquillo igual que yo, como una callejera cualquiera, mi madre se enfundo una mini falda negra, que le tapaba a la mitad de su enorme trasero y dejaba al descubierto las braguitas rojas de encaje que cubrían apenas la mitad de cada carnosa nalga que usaba. Llevaba una ombliguera morada, con un escote que solo cubría sus pezones, porque las tetas se le salían de ese pequeño encierro.

En fin, salimos a la sala, mi mamá y yo vestidas como prostitutas, aunque aún no sabía para que. Al llegar a la sala, mi papá ya nos estaba esperando, vestido normal. Nos pidió que nos escondiéramos, mientras mi hermano llegaba. Fue entonces cuando supe que todo esto era para celebrar a mi hermano, Maldito, tendría su fiestecita con mi madre y conmigo.

En cuanto mi hermano llegó, mi papá le vendó los ojos y le dijo que se preparara para recibir su sorpresa. Se acercó a mí y me puso una correa en el cuello.

“AHORA ABRE LOS OJOS HIJO” dijo mi papá. Y mi hermano me vio, con la correa en el cuello, con mis enormes pechos y mi vagina casi libres. No lo dudó dos veces y tiró de mi correa. “ADELANTE, TE DAMOS A TU HERMANA, ES TUYA, CÓGETELA”. Mi hermano se acercó a mí y me arrancó el brassier. Mis pechos rebotaron y mis pezones se hicieron del notar inmediatamente.

-TE VOY A DAR TODO HERMANITA.

-SÍ, SÍ, DÁME CUANTO QUIERAS, QUE SOY TUYA, CÓGEME.

Se arrodilló y me arrancó mi tanga, la lamió y me la puso en la boca, para que oliera mis jugos que salían de la vagina. Amarró mi correa a uno de los sillones y se sentó frente a mí y me dijo “SIÉNTATE PARA QUE TE DE TODO, SIÉNTATE, MÓNTAME”. Lo dudé mucho y hasta iba a retirarme, pero mi papá intercedió por mí, me dejó donde estaba y me dijo que no me iba a doler. Después de que dijo esto, comenzó a lamer mi vagina, mi clítoris se endureció y mi papá me ensalivó todo mi aparato, metió su lengua y sentí como mis labios la apretaban, queriendo que se metiera más y más. Lamió tanto y metió tanto la lengua que me hizo tener el primer orgasmo, gemí fuertemente pues nunca había sentido tal placer. Mi vagina chorreaba jugos y mi clítoris se había puesto rojo. Mi papá abandonó mi vagina y me dejó tirada en el piso.

Me hizo tomar el pene de mi hermano y lo empecé a masturbar, cuando estuvo bien parado, mi papa me hizo que lo escupiera y empecé a lamerlo y a metérmelo a la boca, la saliva le escurría al miembro de mi hermano y yo chupaba mientras sobaba mi vagina.

Mi papá dijo que era hora, me tomó de los hombros y acostó a mi hermano. Su pene erecto estaba lleno de saliva. Mi papá me dijo que me hincara sobre mi hermano y dirigió el pene de mi hermano a la entrada de mi vagina. Siéntate hija. Y así lo hice, sentí como entró la cabecita de mi hermano dentro de mí, la sensación de tener a mi propia sangre me hizo tener otro orgasmo, yo comencé a subir y a bajar lentamente, pues todavía no me acostumbraba al dolor, mi hermano, por lo pronto, jugaba con mis pechos, los masajeaba y pellizcaba mis pezones, que parecían piedras.

Cada vez, aumenté la fuerza y velocidad de los movimientos de mis caderas, subiendo y bajando, chocando contra los testículos de mi hermano. “¡¡¡TE AMO!!!, SIGUE, SIGUE, HERMANITA, AH, ME ENCANTA TU HOYO, ME ENCANTA”- Mi hermano gritaba como loco Yo lo acompañaba con gritos de placer extremo y llevé sus manos a mi boca. Metí uno de sus dedos en mi boca y lo lamí y los chupe.

Yo seguía cabalgando a mi hermano, sentía como su pene se iba hinchando cada vez más, así que aumenté todavía más mi sube y baja. Mis caderas rebotaban, al igual que mis pechos. Mi cuerpo brillaba por sudor y mi hermano entrecerraba los ojos para aprovechar el placer. De pronto, intentó hacerme a un lado,

-QUÍTATE, QUE VOY A ACABAR, QUÍTATE, QUÍTATE.

-NO, NO, EMBARÁZAME, QUIERO TU LECHE EN MÍ, QUIERO HIJITOS, – le dije frenéticamente y sumí más mis caderas en él, estaba totalmente ida en mi lujuria.

Y a los pocos momentos, sentí como un líquido caliente brotaba dentro de mí del pene de mi hermano, su esperma se sentía delicioso al rozar mis labios y mis paredes. Tuve un último orgasmo, antes de caer tendida en el piso, con el pene de mi hermano aún dentro.

Mi mamá salió de pronto y nos felicitó por nuestra labor. Estaba con los pezones parados. Mi papá se volteó inmediatamente al oírla y le bajó el top que traía, logrando que sus pechos saltaran con un enorme pezón negro parado. Mi padre empezó a lamerlos frenéticamente, mi madre empujaba su cabeza hacia su busto, levantando la cabeza para disfrutar del momento.

“SÁCAME LECHE, SÁCAMELA, MÁMAME COMO BEBÉ” Y mi papá succionaba eufóricamente el pezón de mi madre, que gemía como loca, repitiéndole que quería que se lo mamara. Y entonces, mi papá chupó tan fuerte, que su pezón se paró aún más y mi papá lamió hasta que mi madre temblaba de placer. Mi madre terminó en un orgasmo descomunal. Yo me conformé con ver esa escena, viendo también como mi hermano tenía una erección.

-AHORA TE TOCA EL REGALO MAYOR, HIJO- dijo mi papá – TE REGALO A MI ESPOSA, CÓGETELA, MÉTESELA A TU MADRE.

Mi mamá se desabrochó inmediatamente su mini-falda, sacó el top y libero sus hermosos pechos y se puso de perrito. “VAMOS HIJO, DÁMELA POR DONDE QUIERAS, QUE TU MAMI SE LA COME TODA”. Mi hermano se levantó y le metió la verga en la boca a mi mamá, le empujó la cabeza hacia sus testículos para que se la tragara toda. Mamá la lamía toda, la chupaba, absorbía, lo trataba como una deliciosa paleta, le lamió la cabecita, se lo sacó y comenzó a lamerle los testículos a mi hermano, jugó con su escroto y apachurró los testículos, después, regresó a su labor de lamerla. Mientras tanto, mi papá no me había quitado los ojos de encima y empezaba a apretarme los pechos, a jalarme los pezones y a juguetear con mi vagina.

Mi hermano se la sacó de la boca a mi madre y la tomó de las caderas, le abrió las nalgas para dejar ver su ano y lo empezó a lamer. “AY, SI, DÁMELO, DÁMELO POR EL CULO, POSEEME, TOMA LO QUE QUIERAS, QUE HOY TU MAMI TE VA A HACER GOZAR.” ya que estuvo bien ensalivado, no lo dudó ni un segundo más y le ensartó su pene directamente en el ano, con una gran puntería. Mamá gimió de placer, creo que ya debía estar acostumbrada al de papá, por eso no le dolió mucho. Mi hermano le hizo un mete-saca a mi madre bastante apetecible.

AHH, ESTÁS DELICIOSA MAMÁ, ESTÁS DELICIOSA, ME APRIETAS BIEN RICO, ME ENCANTAS.

Mi madre ayudó a mi hermano moviendo sus enormes caderas hacia él y poniéndose a su ritmo. Mientras gemía y se tocaba el trasero. Los movimientos siguieron hasta que mi madre tuvo un orgasmo y mi hermano también, su semen escurrió a mi madre por entre las piernas y su ano se llenó. “AY, MI AMOR, QUE RICO ME JODISTE EL CULO, ME LO LLENASTE TODO DE TU SABROSA LECHE, SÁCAMELA, QUE TE LA QUIERO CHUPAR TODA” dijo mamá.

Mi hermano no tardó mucho en sacar su flácida verga de mi mamá, la cual lo miró y le dijo que no habían acabado y se la empezó a mamar de nuevo, la limpió de sangre, de caca y de semen, mientras mi hermano aún respiraba agitado.

En cuanto la erección regresó al pene de mi hermano, mi mamá le dijo “AHORA SÍ, QUIERO QUE ME DES POR LA VAGINA DONDE TE HICE, FÓLLATE A TU MAMI COMO QUIERAS, FÓLLAME QUE HOY SOY TUYA.” Y mi hermano tumbó a mi mamá boca arriba, acarició sus pechos un poco y le incrustó su pene. Mamá gimió de dolor, los dos empezaron a moverse muy rápidamente, sus caderas subían y bajaban intensamente. “ESPERA MAMÁ, ESPERA, SÚBETE A LA MESA.”

Mi madre se acomodó de lado. “ASÍ ESTÁ BIEN, AHORA PREPÁRATE PARA GOZAR”. Y la tranca de mi hermano de nuevo estuvo dentro de mi madre. Mi hermano comenzó a bombear a tal velocidad que me resultó increíble, mi madre tenía los pezones erectos, su vagina chorreaba fluidos a más no poder, su ano estaba dilatado al igual que su vagina y se tomaba de la esquina de la mesa para apoyarse y brindarle mayor satisfacción a mi hermano. Continuaron las penetraciones otros segundos, hasta que mi hermano la sacó de mi mamá.

-¿QUÉ TE PASA CARIÑO, YA ACABASTE?-dijo mamá.

-NO, ES SOLO QUE NO QUIERO QUE VAYA A PASAR NADA.-dijo mi hermano.

-AY HIJO, NO TE PREOCUPES, DALE HIJITOS A TU MAMÁ, COMO SE LOS DEJASTE A TU HERMANA.- Y ni tarda ni perezosa, mi madre se introdujo el miembro de mi hermano. A los pocos segundos, los dos acabaron en un orgasmo que manchó la mesa de fluidos.

Mi papá mientras tanto me tenía abrazada sobándome las tetas y acariciado mis pezones, yo tome su pene y trataba de sobarlo con cariño y suavidad pues en realidad no tenía mucha idea de cómo hacerlo, al ver que yo quería cooperar con él, tomó su pene y me tomó de la cintura. Le pidió a mi madre que lamiera mi ano y así lo hizo. Poco a poco, mi papá me fue introduciendo el pene, hasta que entró completo yo comencé a gritar como puta, de hecho me estaba convirtiendo en una, se movió bruscamente para disfrutar todo lo que podía del pene de mi padre. Mientras la mano izquierda de mi padre me sostenía a mí por la cadera, la otra tomó mi clítoris y empezó a masturbarlo. Después de unos minutos, papá eyaculo dentro de mí,

A los pocos días, mi mamá nos dijo que había quedado embarazada en el cumpleaños de mi hermano, iba a tener hijos de mi hermano.

– QUE BUENO QUE NO ESTOY EMBARAZADA- se me ocurrió decir.

-PUES PRONTO LO ESTARÁS, AHORA VAS A VER.- dijo mi padre Sacó su enorme aparato del pantalón y me bajó el pantalón y mis calzones.

-¿QUÉ HACES PAPÁ? NO QUIERO, NO QUIERO. QÚÍTATE- dije asustada y excitada.

Pero no me hizo caso y en cuanto pudo, introdujo su miembro completo de un solo empujón. Comencé a llorar, por el dolor, mi padre me lo hacía muy violento, como si se hubiera enojado porque no quede embarazada. Me apoyó contra una puerta y comenzó a penetrarme más y más fuerte mientras besaba mi cuello. Sus movimientos aumentaron y yo ya no trataba de zafarme, el dolor de repente se convirtió en placer

-¡¡¡SI PAPITO DAME TU LECHITA!!! DEMELA TODA QUIERO UN HIJITO TUYO – y comenzamos a besarnos en los labios. No pasó mucho antes de que sintiera su caliente esperma recorriendo mi vagina y llegando a mis óvulos en mi período.

-AHORA SI NO QUEDAS PREÑADA, ME DICES Y TE COJO DE NUEVO PRECIOSA-

– CLARO QUE SI PAPITO- le dije yo y el se fue, dejándome respirando agitada ene l suelo con su leche dentro de mí.

Y efectivamente, mi mamá se embarazó de mi hermano y yo me embaracé de mi padre y pese a nuestras pancitas, no pudimos contenernos de tener varias aventuras más.


Saludos incestuosos a todos los lectores de relatos.cam Si alguna persona ha tenido o le gustaría tener alguna experiencia de incesto o tiene fantasías con cualquier miembro de su familia me gustaría que nos pusiéramos en contacto para compartir. También si alguien quiere dejar algún comentario o crítica del relato por favor háganlo creo que aun me falta mucho para ser realmente una buena escritora y me gustaría ir mejorando. Mi correo es: loresexyescort69@gmail.com