El manjar de mi prima

Como ustedes ya saben a través de mis relatos anteriores escritos en esta interesante página, que yo mantengo relaciones con mi propia madre desde hace mucho tiempo, y también la dicha y placer de desvirgar a mis 5 hermanas y con quien mantengo relaciones aún con dos de ellas Carla y María, ya que ambas viven en Venezuela y las otras tres residen en Sevilla – España, y que muy pronto vendrán a visitarnos porque vienen de vacaciones.

Lo cierto es que esta historia se trata de mi prima Carmen Delia, (tengo tres más) que llegó a mi casa donde vivo junto a mi madre porque comenzó a estudiar en un Instituto Universitario.

Al llegar mi prima Carmen Delia a nuestra casa la relación entre mi mamá y yo cambió, ya que sólo podíamos tener relaciones cuando mi prima no estuviera, y mayormente se la pasaba en mi casa metida casi a toda hora. A la 12 del día, era el momento que yo aprovechaba para coger a mi madre por todos sus orificios posibles, poniéndola en diferentes posiciones que la enloquecen.

Por mi prima Carmen Delia siempre desde pequeño le había tenido ganas de cogerla, pero por vivir lejos uno del otro nunca se había podido, pero lo cierto es que cuando llegó, me quede sorprendido por lo bella y esbelta que se había convertido… Una preciosa mujer.

Por las noches me dedicaba a espiarla cuando se bañaba y le veía sus redondas tetas y un trasero totalmente duro, que me ponía a mil, pero aún no me atrevía a insinuarle algo. Un día haciendo el amor con mi madre fue tanta la intensidad que tenía y el deseo por mi prima, que la nombre varias veces cuando penetraba a mi madre por el culo.

Mi madre sólo me dijo: «sabía que la deseabas, pero no pensaba que cuando me hacías el amor también». Le pedí disculpa apenado, y culminé dentro de ella prontamente.

Mi madre me dijo, «hijo yo te puedo ayudar, pero debes ser cauteloso con Carmen Delia, porque no sabemos como pueda reaccionar».

Pasaron muchos días y aún no había logrado conseguido cogerme a mi prima.

Mantenía relaciones con mi madre y con mis hermanas Carlas y María, además de otras mujeres.

Tal vez la idea de cogerla se me había quitado, pero no las ganas, así que seguía deseando esa oportunidad.

No tanto porque es mi prima, sino que ella de verdad esta súper buenísima. Para mi ha sido la más linda de las mujeres de mi familia.

Pasó mucho tiempo y aún nada, nunca había tenido una oportunidad, pero un día todo empezó a dar un giro a mi favor.

Resulta que mi prima me invita a una fiesta porque no desea ir sola.

Yo no quería aceptar al momento, pero lo pensé mejor y fuimos.

En la fiesta departimos con varios amigos y me sentía orgulloso y con celos al mismo tiempo, al ver que mi prima era una de las mujeres más deseada y observada de la fiesta.

A cada rato la invitaban a bailar y charlar, pero ella rechazaba a la mayoría.

Serían las 2 y 30 a.m. cuando decidimos regresarnos a la casa, pero mi prima se había pasado de tragos, y andaba muy mareada.

Tuve que pararme con el carro en varias oportunidades porque mi prima le venían nauseas.

Lo cierto es que al llegar a la casa, me toco bajarla y llevarla hasta su cuarto acostarla, allí busqué a mi madre a su cuarto para que me ayudara y sólo encontré un papel sobre la cama que decía, «salí con unas amigas, llego tarde, te quiero».

Volví al cuarto y le preguntaba algo a mi prima y ella me respondía algunas incoherencias, así que decidí bañarla.

En ese momento lo hacía de corazón y no para aprovecharme de ella, de verdad era la intención.

Cuando la desnudé, ya conocía su cuerpo porque la había espiado una que otra vez, a partir de ese momento todo cambió, porque parecía que una corriente eléctrica recorría mi cuerpo.

El rozar de sus lindos senos a mi pecho, sentir lo duro que son sus nalgas… era demasiado, nadie es de hierro.

Lo cierto es que le di una buena ducha y la enjaboné hasta por sus partes íntimas.

Mi miembro me iba a explotar, así que la llevé a la cama y la acosté.

Pensé marcharme pero a su vez veía su hermoso clítoris rojo saliente en la raja y deseaba besarlo.

Con mucho miedo me atreví hacerlo y lo lamí, le chupaba y hasta mordía todo su pedacito de carne roja.

Se puso jugoso e hinchado, era una locura.

Me quité la ropa y comencé a besarle sus senos, me monté encima de ella, y de un solo envión la penetre, que lástima que no era virgen.

No sé porque pero apenas tenía un minuto dentro de su caliente y húmedo cuerpo, cuando mi prima reaccionó llamándome por mi nombre, pidiéndome que la dejara dormir porque estaba muy mal.

Me asusté tanto que salí disparado para mi cuarto pensando en el problema que me había metido.

Lo que quedaba de madrugada pensaba mil cosas para defenderme, pero por ningún lado no encontraba excusas buenas. Estaba atrapado por mi prima.

Al mediodía mi prima se paró todavía con la resaca de borrachera y me dijo… «Vicente, que hiciste conmigo anoche».

Yo sólo dije, lo que pasó no volverá a pasar, perdón. Ella me respondió – sentí que me bañabas y me masturbabas, hasta sentí cuando me penetraste, porque lo hiciste así. Yo le pedí nuevamente perdón, y le dije todo pasó por tu culpa, porque estas muy linda y me atraes mucho, porque desde hace mucho tiempo que te deseo, y acuérdate que yo también andaba ebrio un poco. Ella me dijo, esto no lo puede saber nadie, y menos mi tía, OK. – Así será Carmen Delia – le afirmé. Lo cierto es que le preparé una sopa y procedimos a comer juntos mirándonos esquivamente ambos.

Mi madre como de costumbre llegó tarde y se levantó temprano para irse con sus amigas, que por cierto hay una que está buena y que también tiene incesto con sus dos hijos, (después le cuento esa historia porque se lo contó todo a mi madre).

Al culminar de comer me fui a ver la televisión por cable y sin querer puse el canal play boy, estaban pasando una película llamada «taboo II», ya la había visto. Mi prima culminó de lavar los platos y se me acercó y me dijo… «Que arrecho es el incesto, de verdad que es muy interesante como lo que pasó anoche entre tu y yo».

Yo le pedí que cambiáramos de tema y asimismo cambié el canal por uno deportivo. Pero ella seguía con sus comentarios calientes y le pregunté acerca que si había tenido mucha experiencia sexual antes de vivir con nosotros. Ella me respondió que si.

Que había tenido dos novios con quien tuvo relaciones por separados.

Yo le comenté sobre la suerte que ambos tenían de haberla disfrutado, pero ella me comentó, «ni te creas, ambos eran unos simplones en la cama, con decirte que nunca me chuparon el clítoris como lo hiciste tu anoche. De verdad, así sería que reaccioné de tanto placer que me diste – asegura mi prima.

Yo le dije, «ni me lo recuerdes, ya que para mi es una decepción».

Acaso no te gusto – respondió.

Si, pero es que quede con muchas ganas y quiero olvidarlo porque tu dijiste que no iba a pasar más.

Mira primo – tal vez yo diga eso, pero de olvidarlo no podría.

Entonces que hacemos – le respondí.

De verdad deseas mucho, o sólo porque deseabas tener sexo con alguien.

No Carmen Delia, de verdad te deseo y mucho.

Sin pensarlo más me fui directamente a su boca y con poco de esquivamiento de su parte la bese profundamente.

Después le tocaba por encima de la franela sus senos y acosté en el sofá cama, colocándome encima de ella.

Ella sólo cargaba un short y mientras le besaba su cuerpo se lo fui quitando hasta dejarla totalmente desnuda.

Le metí un dedo en su vagina, y quede sorprendido porque esta grandiosamente mojada, la chupe un buen rato. No aguanté más y se lo metí hasta al fondo. Mi prima gemía en cada empalme que le daba.

A los 10 minutos aproximadamente de tanta excitación le acabé dentro de ella sin prevenir nada. Fue un verdadero torrente de semen que inundó su cueva.

Nos paramos a bañarnos juntos y cuando estaba con ella, le pedí que me lo chupara cosa que hizo, poniéndome a tono otra vez. La llevé a mi cuarto y la puse en cuatro patas y la volví a penetrar pero esta vez más fuerte. – Me estás matando de placer – me dijo mi prima. Yo le contesté y lo que te falta.

Al tiempo de penetrarla al estilo perrito, con una mano le acariciaba un seno, y con la otra le metía un dedo dentro de su culo rojizo.

Le pedí que quería comerme su culo, y me respondió que nunca lo había hecho por ese lugar, porque quiso intentarlo y le dolió mucho.

Yo le respondí, deja eso en mis manos, me fui al cuarto de mi mamá y busqué el lubricante que usa ella cuando la cojo por el culo.

Le unté por dentro y por fuera y poco a poco aún con pequeños gritos de dolor y excitación de mi prima la penetré hasta el fondo. Me quede un rato inmóvil dentro de ella porque me lo pidió.

Después no aguanté más y le di hasta reventárselo todo. Le quedo un verdadero hoyo grande.

Le acabé todo adentro y culminamos después de media hora cuando le eche el tercer y último polvo.

Nos bañamos y nos dispusimos a ver más películas.

Mi madre llegó como a las 5 p.m. y nos vio juntos acostado e inmediatamente sospechó que ya había pasado lo que yo anteriormente le había contado que deseaba.

Hoy mi prima sabe que mantengo relaciones con mi madre y mis hermanas, le sorprendió mucho, pero le gustó. Vivo con las dos y las cojo cuando lo deseo.

No me canso de tanto coger a mi prima, porque es un verdadero manjar, y a veces mi madre se pone celosa.

Hasta ahora no he podido cogerlas juntas, pero eso sin duda alguna pasará pronto.

Espero que les haya gustado mi verdadera historia, que es totalmente real, quien deseé creerlo que lo haga, quien no, pues no está en la obligación, total, soy yo quien lo vivo y lo disfruto.

Hasta una próxima oportunidad.