Mi mayor fantasía, leche de teta
Como tenía previsto llamé a Ramona al día siguiente a mi despacho.
Era una preciosidad pelirroja.
No había follado con una pelirroja en mi vida y me llamaba la atención.
Pensé si su coño tendría el pelo del mismo color.
Para esta niña tenía pensado algo especial. Hacía años que quería tomar leche materna pero no había podido mas que chupar las tetas de una puta que encontré en Madrid, estaba amamantando a su pequeño y me dejó que vaciase una de sus tetas. Ramona me daría leche si salía bien mi plan.
«Ayer no estabas en tu cama cuando hice mi ronda», «Si estaba señor, no me levanté en toda la noche». me contestó. «Hoy quiero que estés despierta cuando haga mi ronda, sobre las 12 de la noche, para ver si es cierto».
Desde luego que no pensaba dejarla en su cama cuando la encontrase.
Llegada la noche me acerqué a la habitación donde dormía Ramona y la encontré despierta. «Veo que has cumplido mis instrucciones, ven conmigo que tenga algo que decirte».
De esta forma la acerqué a mi cuarto donde cerré con llave la puerta. ¿»Sabes quien era tu madre?», «No señor» contestó.
«Yo lo he averiguado, era una puta que se vendía por las calles, de manera que tu eras una hija de zorra». Ramona se quedó paralizada, pensaba que le daría alguna buena noticia y era al contrario.
«Dicen que todas las hijas de furcia son cachondas como ellas» continué mi plática. «Quiero saber si tu lo eres».
Dicho esto le levanté y me acerqué a Ramona, ella retrocedió hasta la pared, donde la empujé. Metí mi mano derecha bajo su bata de dormir y la llevé hasta su coño.
«No , por favor señor, no haga eso» decía la pequeña. De todas formas puse toda la palma de mi mano en su coñito, con la mano izquierda tiré fuertemente de su bata que se rompió, dejando al descubierto unos pechos incipientes, pero desarrollados.
Ellos eran una parte de mi objetivo, mi idea era follármela sin tomar ninguna precaución, hasta embarazarla. Luego, cuando hubiera sido madre, la separaría del hijo y me serviría de matrona.
Como yo estaba con la bata puesta, no me costó meter mi pierna entre las suyas, a pesar de sus súplicas terminé de quitarle-romperle su bata de noche y me encontré con su cuerpo desnudo frente a mi.
Ya estaba desnudo, de manera que no me costó separa sus piernas y dejarla frente a mi. La situación era esta : Ramona estaba apoyada en la pared, con sus piernas separadas, mi mano derecha estaba sujetando las suyas, con mi mano izquierda apunte mi polla hacía su coñito.
Luego apoyé esa mano en su espalda y, con un empujón mi polla comenzó a penetrarla. Se quedó quieta y dejo de suplicar, mi polla continuó entrando, hasta que con otro empujón se la metí entera. Puso los ojos en blanco y comenzó a moverse lentamente.
Había tenido suerte, la pillé en esa fase de todas las jovencitas en la que se desata su deseo sexual. Apoyó su cabeza en mi pecho y siguió moviéndose.
Yo la levantaba del suelo a cada una de mis empujones.
Como estaba apoyada en mí le acaricié sus pechos, eran del tamaño justo, me encantaría chuparlos y sacarle toda su leche.
Finalmente me corrí dentro de ella no sin antes dejarla disfrutar de dos orgasmos.
Desde aquella noche me la estuve follando todos los días durante dos meses. Una noche me dijo que no le había venido la regla. «No te preocupes, tendrás tu hijo y yo me encargaré de su crianza». Durante los meses de su embarazo me la follé siempre que pude, como estaba cada vez mas gorda, le hacía que se apoyase en la mesa de mi despacho y se la metía por el culo, cosa que le gustaba.
Finalmente trajo al mundo a una niña. Le permití que comenzara a amamantarla, pero se la quité a los dos meses, para dársela a unos amigos que no tenían hijos. «Te das cuenta que tu hija ha tenido mas suerte que tu?, ella tendrá unos padres».
Ramona estaba desolada, cosa normal, de manera que comencé acariciarla. Había llegado mi momento, yo me beneficiaría de la leche de esta madre. La fui despojando de su ropa hasta dejarla en cueros. Había engordado, pero seguía siendo una pequeña de 16 años, lentamente conseguí sentarla en mis rodillas, separando sus piernas. acerqué su coñito a mi polla y se la metí lentamente. Se notaba que hacía 3 meses que no follaba bien, se corrió al minuto.
Yo me fijé en sus pecho, estaba llenos de leche que no pensaba desaprovechar. Tome uno de sus senos y comencé apretarlo, de repente salió un chorro de leche. Ella dijo que no le hacía daño, de manera que seguí ordeñándola, puse mi boca en su teta y comencé a chupar. la leche salía cálida de sus tetas, hacía tiempo que quería tener ese sabor en mis labios. Seguí chupando hasta que dejé ecos sus pechos. Mientras tanto ella se corrió varias veces, no se si por efecto de mi polla en su coño o por el placer que sentía amamantándome.
Desde entonces, dos veces todos los días venía a mi despacho o habitación y la ordeñaba. Durante los 3 años siguientes seguí haciéndolo.
Mientras tanto tenía una joven dispuesta a ser follada pues le daba placer sentir mis labios en su pecho y mi polla en su coño.
Mi fiel Juana continuaba dándome placer cuando se lo pedía. Varias veces le hice sentarse en el suelo frente a mi y me chupaba la polla, mientras yo leía el periódico.
Mi sobrino Fidel vino a verme un día, quería saber si podría proporcionarle mas chicas (Le había pasado a María cuando me cansé de ella. La explotaron como zorra de lujo, hasta que un cliente de enamoró de ella y se la llevó a América) «Tengo una delicia que no podéis dejar de conocer». Ese sábado les convoqué en mi casa y lleve a Ramona. «Esta es una pequeña zorrita que hace todo lo que yo le pido». Esto lo dije delante de ella, que bajó la vista al suelo. «Desnúdate» le ordené. ella se fue quitando la ropa, mientras Fidel y sus amigos hacían lo mismo. Cuando Ramona estuvo desnuda, los tres de abalanzaron sobre ella. «Quietos, ella es mi atracción. Ven aquí Ramona». Ella se acercó a mi que estaba sentado en una silla, desnudo, la hice sentarse dándome la espalda. Con mi mano separé sus piernas, donde había crecido una mata de pelo color zanahoria, y le metí mi polla. Luego puse mis manos sobre sus pechos y comencé a ordeñarla. Los chorros de leche que le saqué no fueron desaprovechados por Fidel y sus amigos.
La fiesta terminó con Fidel chupando de una teta y sus amigos de la otra, le se carón los pechos en un rato.
«Que os parece la putita, lleva varios años dándome leche, podéis sacarle algo a sus habilidades».
Desde luego que sí dijeron dejanoslá y te la convertiremos en un atracción de la ciudad».
Me daba pena dejarle a Ramona, pero había decidido dedicarme a otra jovencita que había conocido no en el orfanato, de manera que se la paseé.
«Tiempo después me dijeron que se había casado con un labrador, con el que había tenido 4 hijos, mi sobrino la explotó durante 5 años).