Mi fetiche, mi lujuria

«Placer oculto que tiene la lencería femenina, ese aroma que embriaga e intoxica»


Mi esposa sabe de mi fetiche y desde el día que se lo confesé,  mi fetiche empezó a subir de nivel, dejó de ser algo que podía hacer solo si estaba a solas a cosas que no me imaginé que podría llegar hacer y está es mi historia.

Para mi esposa mi fetiche empezó con su ropa íntima, y así estuve un tiempo, vivo junto con la mamá y hermana de mi esposa, y yo con este fetiche creciendo cada vez, las cosas tomarían un rumbo que ya algunos ya supondrán

Empecé por comprarle a mi esposa diferente tipo de lencería, tener el control de su ropa íntima, eso da una sensación de dominio y poder que no se imaginan, de ahí subí la apuesta, ya que no sabía que tan lejos me dejaría llegar mi esposa así que me arriesgue.

Lo primero que hice fue oler las bragas de su hermana enfrente a mi esposa, al principio no le gustaba que hiciera eso, pero nunca me lo prohibió, y eso ya era otro nivel de erotismo.

Empecé a masturbarme con la lencería, medias e incluso calcetines de mi cuñada, al ver que mi esposa me permitía seguir haciendo eso, también empecé hacer lo mismo con las de mi suegra, al principio mi esposa no quería que hiciera eso pero pude convencerla a que me dejara hacerlo.


Cuando terminaba  en la calzones y brasiers de ellas, mi esposa me pedía que las dejara en la ropa sucia, y aun que le decía que si, la vedad no lo hacía, los volvía a dejar en sus cajones en espera de que se los pusieran.

A veces cuando mi cuñada se mete a bañar y hago eso y se termina poniendo la braguita llena de mi semen fresco, con mi suegra pocos veces puedo hacer eso pero es excitante verlas pasear ahí junto con mi semen tocando sus vaginas y tetas.

Todo fue subiendo, empecé a tomar fotos y vídeos de sus ropa íntima mientras me masturba con ellas, y empecé a querer hacer mas y mas, lo siguiente fue a empezar a tener sexo con mi esposa mientras ella usa la lencería se su hermana, lo mejor de todo fue que ella se empezó a poner mas cachonda cuando empezó a usar la lencería de su hermana.

Cuando empezamos hacer eso, primero mi esposa ponía las braguitas llenos de sus fluidos y mi semen en el cesto de la ropa sucia de mi cuñada, pero le dije que mejor lo regresará al cajón por que podría sospechar al ver que empieza a aparecer ropa que no a usado wm el cesto y funcionó.

Ya sabrán lo embriagante que es eso, y empezamos también con los de su mamá, ya no sólo se pasean con sus braguitas con mi semen, si no también con sus fluidos

Estando en ese nivel, ya todo parece y ve hace fácil, empecé a quedarme con la lencería de mi esposa en mis cajones, y ya no sólo le compro su lencería a mi gusto, si no le digo cuál ponerse o si no va usar nada.

Naturalmente no me conforme con eso, y empecé a quedarme también con la de mi cuñada y suegra. Primero fue una braguita de mi cuñada, después de otra, después fue el turno de las de mi suegra, cuál siempre ha tenido en mayor cantidad, así que con ella me fui mas arriesgado y le tomé de cinco prendas la primera vez.

Después de unos días les tomé otros mas y me espere a ver si se dieron cuenta o si decían algo y al no ver reacción seguí con otros mas.

Al pasar un tiempo, la primera en darse cuenta que le faltaban sus braguitas fue mi cuñada ya que es la que menos lencería suele comprar, (el ver su reacción cuando no las encuentra es de cierta forma excitante) al principio mi cuñada le preguntaba a mi esposa o a mi suegra si ellas no tenían o habían visto sus calzoncitos , claro que mi esposa y yo no decíamos nada en ese entonces y tampoco ahorita.

Así que por un tiempo a ella le deje de tomar su lencería pero no a mi suegra, desde que me quedo su lencería nunca ha comentado nada, pero si una vez mi suegra fue a ver si estaba en su cuarto tomando sus prendas, la vi desde el baño cuando se acercaba sin hacer ruido a verme, vi la acción pero no comente nada, al igual que la reacción de mi cuñada, también me excitó verla hacer eso, me pregunto que hubiese pasado de a ver estado yo en su cuarto.

Así que después  de un tiempo de no tomar lencería de mi cuñada, yo quería seguir con esa sensación de control, y no solamente volví a tomar las braguitas de mi cuñada, si también sus bras, medias y incluso calcetines hasta el punto de que todo lo que le deje en su cajón fue un par de cada cosa.


Mi suegra, siempre ha tenido el gusto de tener lencería sexy y en mucha cantidad y variedad, con ella siempre me doy vuelo, un día  empezó a comprarle lencería tanto a mi cuñada como a mi esposa.

Desde entonces yo deje de comprarle su lencería a mi esposa y me deshice de casi toda la que ella tenía en aquel entonces, ya no era excitante que yo se la comprara, (hoy solamente mi esposa se pone la lencería usada de su familia.)

Mi cuñada hoy ya no dice nada cuando pasó por mi cuota mensual de braguitas sucias a su cuarto, y ya  se compra sus braguitas también, al principio cuando se dio cuenta que se las tomaba dejo de comprar braguitas sexis, pero, en estos últimos meses ya lo hace, aún que sabe que sólo le van a durar un par poco tiempo.

También cuando veo que lavan su ropa y dejan su lencería afuera, pero sobre todo sus braguitas, me gusta llenar uno de semen , después limpiarme contra braguita las gotas de semen que siguen saliendo para no desperdiciar nada y en el puente de algunas braguitas las baño de orina en ocasiones.

Otra cosa que me gusta hacer y no tiene que ver con sus lencería, es llenar de semen sus shampoo para sus vaginas,  para cabello, cremas y todo lo que pueda, luego lavo mi pene con la esponja que usa mi cuñada para lavar su cara, me imagino (que cuando se bañan) que me estoy viniendo en sus caras y vaginas.

Literalmente marco mi territorio, me gusta pensar y sentir que las domino, que son mías y que van usar sus lencería el tiempo que yo quiera y  cuando yo desee se las quito y doy a mi esposa para que las use, lo cual me lleva al principio de este relato, si no fuera por ella, no podría hacer nada s lo que hago hoy en día.


«Soy perverso, me gusta el olor que se les impregna de las vaginas a las pantys, me gusta el olor que tienen mi esposa, cuñada y suegra. Muy únicos cada aroma Y cada que se va el perfume a una braguita es hora de tomar otra.»


Pero esto no queda ahí…

Monopolizar algo siempre incita a querer mas y así fue, ya no solamente me confirme con lo de casa, pero hay otro fetiche que empecé a tener y a desarrollar: el voyerismo. Aún que no me obsesiona tanto, siento que  van de la mano con mi otro fetiche

Mientras mas crecía mi deseo de control en casa, en la calle era otra cosa, obsesionado con lencería, empecé a imaginarme que tipo de ropa llevarían las mujeres que miraba en la calle y aunque ya sabía del voyerismo, nunca lo había practicado, así que me inicié en ese mundo. Empecé primero en la calle, después en el trabajó, en la casa, al principio me ponía muy nervioso el que se dieran cuenta, pero gana la adrenalina y empiezas y aprendes, tomar fotos de culos en la calle y darte cuenta que si tienes suerte hasta se ve lo que llevan puesto.

A eso, sumarle que siempre me he preferido los culos sobre los senos, mi fetiche por la lencería y ahora hacer voyeur y tomar fotos, pues la lujuria siempre al máximo.

Ahora la lencería de mis vecinas están dentro de mis adquisiciones diarias. A diferencia de lo que hago en casa, con la lencería de ellas no me limito, braguita o bra que veo, pasa a ser mío, de uno hasta de quince en una ocasión, oportunidad sólo una se puede presentar.

Hablando de la  lencería de mis vecinas, recuerdo que empezó hace años, antes de casarme.

No era tan fuerte y aún si llegue a tener algunas braguitas de una ex, de su hermana, algún conocida o amiga, pero de todo lo que tuve al principio me deshice.

Mi primer braguita fue una tanga de la mamá de un amigo, ha sido la tanga mas sexy que podido ver y tener, la señora aún en día sigue siendo una MILF por excelencia.


De la vecinas o amigas eran braguitas normales, inocentes, que en aquel entonces por lo que era mi juventud, no las pude apreciar de este modo, una lástima.

Las primeras prendas que tuve iniciando la adultes eran de una «ex» un par de años mas grande que yo

Con mi «ex», de ella nació el darme sus braguitas y bras, también fue la primera vez que dormía en la casa de alguna novia.

Ella tenía dos hermanas mayores, de la cual la mas grande me excitaba, era sexy natural, trabaja en un hospital por lo cual siempre usaba pantalón blanco y se le transparentaba sus braguitas, de ella llegué a tener 5 o 6 bragas, la mayoría eran del mismo tipo de diseñó y sólo tenía dos que eran de encaje pero eso no impidió que n quedará con uno de ellos.

Una vez mi ex me cuando estaba agarrando una braguita sucia s su hermana, se molestó al principio pero en ese mismo día lo dejó pasar, por cierto, me dejó quedarme con la braga de su hermana.

De su mamá y su otra hermana no llamo la atención querer tener prendas de ellas aún que no estaban nada mal.

De haber sabido que llegaría estar así con mi esposa, jamás me hubiese desecho de ninguna prenda (esto tiene su propia historia).


He de contar que de la lencería de mis hermanas o madre siempre pase, nunca me llamo la atención, a lo mejor por el hecho de ser familia directo nunca me excito, y familiares como tías, primas o sobrinas, sólo de este último caso tengo una braguita de antes de que se casará, (dichoso quien se la éste comiendo).

La braguita que le tomé tiene un aroma que hoy en día lo conserva, muy excitante su aroma.


«Los bras, el aroma que tienen las mujeres en los senos es otro, de ahí mi cuñada tiene el mejor aroma, le dilata más en desaparecer, aún que mi suegra es la que mas grande senos tiene, pero como familia que son, las tres tienen tetas ricas  y grandes.»


Ya empezando a tener no solamente la lencería de la familia de mi esposa si no también las de mis vecinas, piensa uno que ya no se puede mas , pero no es así, en estos días hago que mi esposa también use la ropa usada de su hermana y su mamá, respecto con la braguitas y bras que fui adquiriendo de las vecina, no hubo preguntas.

Mi esposa  prácticamente me cumple cualquier cosa me excite ya que ella también lo disfruta, le gusta que me la coja con braguitas ajenas y a mi me gusta, por que según la braguita que use, me imagino que es la ex-dueña y le doy más duro.


«Algo que me gusta hacer cuando estoy oliendo las braguitas usadas de mi cuñada, es venirme en sus braguitas limpias y las devuelvo a su cajón y después reviso su ropa sucia para ver si ya se los puso, excita saber que está todo el día con mi semen en su vagina.»


«Una fijación que siempre y tenido es hacia los culitos de las mujeres el cual se fusionó muy bien y con mi gusto por la lencería y el voyerismo»


Con mi esposa ya de cómplice, he podido cumplir las cosas que en su momento la lujuria me dicte. Hace unos meses estuvimos de vacíones en su tierra natal, visitando a sus familiares, cuando llegaba la noche y nos dejaban  dormirnos en los cuartos de sus primas, ella ya conocía el ritual, tomábamos la tanga o braguita más sexy que tuvieran sus primas, se los ponía mi esposa y teníamos sexo.

Cuando me metía a bañar, muchas de las veces dejaban las braguitas sus primas en el baño, ya sea en cesto de la ropa sucia o colgados dentro de la regadera, la verdad no importaba, de igual manera me masturbe con sus ropa íntima.


No hay manera de describir totalmente lo que se siente el ir y tomar los calzones de mi cuñada o suegra, a veces siento como si estuviese compra, el revisar, olerlos e imaginártelas con la braga o bra puesto, estar revisando cajón por cajón, revisar la ropa sucia, los tenderos, toda esa mezcla s adrenalina y lujuria mezclado.

Mi cuñada siempre acomoda igual su ropa, prime cajón de la derecha sus panty, en el cajón izquierdo sus brasieres y aún lado de su armario, el cesto de la ropa sucia que ya no se molesta en esconder sus calzones sucios, ya los deja a la vista.

Cuando me voy a masturbar con su ropa a veces dejó que mi esposa lo haga, agarra las braguita de su hermana, envuelve mi pene con ella y me empieza  a masturbar, me gusta ver que mi esposa ya aprendio a como darme placer, exprime todo mi semen y limpia muy bien mi pene con el calzoncito de su hermana.

Cuando toca el turno de visitar el cuarto de mi suegra, su ropa íntima lo tiene en varias partes, sus brasieres los pone en segundo cajón del armario donde pone su televisión, sus tangas (de las tres es la única que las usa, mi cuñada sólo ha tenido dos y mi esposa no usaba), las pone en un el buro aún lado de su cama y sus bragas en una cajita de tela en armario e igual cuando me toca masturbarme con sus prendas, mi esposa hace lo mismo que con las de mi cuñada o a veces sólo mira como me masturbo, cosa que sigue siendo excitante y morboso que me vea haciendo eso.

En ocasiones cuando estoy revisando sus prendas me llevo agradables sorpresas como ver que tienen bellos genitales en sus braguitas, también me gusta coleccionar sus bellos.

Describiendo sus olores:

Mi esposa; he de comentar que ella se suele bañar todos los días así que el olor que deja impregnado es muy débil pero sutil, pero el aroma de su ano en la lencería es exquisito, una delicia, por algo es mi esposa.


De mi cuñada; de ella me encanta su olor, suele ser un poco más fuerte que de mi esposa, siempre dejas marcado sus labios genitales en sus braguitas y se notan más cuando usa lencería blanca, también ayuda que se baña a veces un día si y otro  no, sobre todo tarda más en bañarse si hace frío.

También he notado que no se limpia bien su vagina y su culo, hay días que el olor de su ano está más presenté y me vuelve loco. Su piel en el área de sus senos deja un perfume que le dura bastante a sus brasieres, hoy en día hay uno que después de un años sigue teniendo su fragancia.

En los años que tengo conociendo a mi cuñada no le conocido un novio por lo cual una vez me extraño encontrar
un calzoncito con sus jugos vaginales, algo la éxito y dejó sus jugos marcados,  como pueden imaginar, casi me la arranco cuando me masturbe con ese calzón.

También me gusta que sea descuidada con su higiene, hay días en que su braguitas huelen mucho a su orina, como si le ganará, no voy a decir que si le tengo ganas o no a mi cuñada por que está más que claro que si, pero con fantasear con mi esposa cuando usa su lencería me basta, sin contar con todo lo que hago con su ropa íntima y demás cosas, lleva mi semen en todo su cuerpo todo los días.


De mi suegra también tiene un rico aroma, no tan fuerte como el de mi cuñada, pero si mas que el de mi esposa, también deja un rico olor a ano en sus bragas que cumple con su objetivo de excitar, siendo la única de las tres que suele usar tangas el aroma de su ano queda mas tiempo sobre ellas.

Si por alguna razón, en algún universo paralelo me pidiera tener sexo, me la cogería por su ano ya que por como es, no creo que jamás hubiese tenido sexo por ahí, a parte de que tener tetas grandes también tiene un buen culo.


Sus medidas.

Empiezo con mi suegra; ella de sus senos mide 36 D, tiene unas ricas tetas grandes, de su culo usa pantys talla L, un culo grande con ricos aromas.

Mi cuñada tiene senos 34 D, unos senos firmes con un exquisito perfume pero un culo XL, el culo mas grande de las tres, con el aroma mas fuerte, pero con el olor de panocha mas rico.

Mi esposa, sus senos mide 34 B pero con su culito talla L, que puede usar cualquiera de las braguitas de las demás.

Hasta aquí la historia que esposa conoce , pero el origen de este será en otra ocasión…