Sexo en Bogotá

Este relato es totalmente real.

Mi nombre es Andrés, soy un hombre soltero de 30 años, profesional exitoso, soltero y muy caliente.

No hay nada que me guste mas que el sexo en todas sus formas.

Sin embargo desde hace dos años he empezado a experimentar nuevas experiencias como sexo en grupo, tríos y orgías.

Quisiera relatar algunas de mis experiencias más excitantes.

Una noche de viernes estaba solo en mi casa, un poco cansado después de una dura semana de trabajo y un aburrido sin nada que hacer.

Decidí entrar a Internet y navegar un poco en paginas de contactos.

Después de un rato encontré una lista de avisos de Bogotá, casi todos eran de hombres buscando mujeres, sin embargo había uno que llamó mi atención y que decía lo siguiente: “somos pareja joven de Bogotá, sin experiencia, queremos conocer a un hombre bien dotado que quiera satisfacer a mi esposa mientras yo los veo.

Queremos discreción y respeto, por favor envíen foto y datos para rápido contacto”.

El aviso me excitó y procedí a responderlo, envié una foto mía desnudo que me había tomado una vez con una novia que tuve y con la que disfrutaba mucho del sexo (pero esa es otra historia).

Aprovecho para describirme.

Mido 1.75, soy flaco, blanco y tengo una verga grande y gruesa que se pone muy dura cuando me excito, no sobra decir que la foto exhibía mi miembro en plena erección.

Envié mi respuesta por mail sin hacerme muchas ilusiones y pensando que si recibía contestación seria dentro de algunos días.

Sin embargo a los cinco minutos recibí un mensaje de la pareja en la que me decían que les había gustado mucho mi foto, que querían saber mas de mí.

Procedí a responder de inmediato y envié mi teléfono.

De inmediato recibí una llamada.

Al otro lado de la línea había una voz femenina muy dulce y suave, un poco tímida.

Me dijo que se llamaba Milena, que estaba con su esposo y que la había excitado mucho mi foto.

Le dije que me describiera cómo era ella y que me contara que le gustaría que hiciéramos.

Me dijo que tenía 25 años y que tenia unas tetas lindas y redondas, no muy grandes, un culo normal y buenas piernas.

También me dijo que mientras hablábamos veía mi foto y que le gustaría tocar mi verga.

Yo le dije que me estaba excitando y que se me estaba poniendo dura como en la foto, lo cual era cierto.

A medida que hablaba su respiración se iba acelerando y se notaba excitada.

Me dijo que su esposo la estaba acariciando y que estaban muy calientes.

Aunque me gusta el sexo telefónico, esa noche estaba muy caliente y quería sexo real.

Por eso después de un rato de estarnos calentando le dije “por qué no nos encontramos y hacemos realidad todo lo que estamos fantaseando”.

Al principio creyó que no estaba hablando en serio, cuando insistí me dijo que no, que ya era muy tarde (eran como las 10 p.m.).

Sin embargo estaba muy excitada y le dije que yo también, que aprovecháramos ese momento e hiciéramos realidad nuestra fantasía.

Después de discutirlo unos minutos y de llevarla casi al orgasmo, me dijo que ella si quería pero que hablara con el esposo y acordara con él.

El esposo pasó al teléfono, se oía agitado, aunque trataba de disimularlo, me dijo que se llamaba Carlos, que los había excitado mucho y que aunque no habían pensado llegar tan lejos en su primer contacto, ahora se sentían muy arrechos y que quisieran que nos encontráramos.

Acordamos que yo iría a su casa, me dieron la dirección y salí de inmediato.

Como se podrán imaginar mientras iba hacia mi cita sentía una sensación de excitación y miedo, mi pene había estado parado desde que hablamos por teléfono y seguía así, mientras manejaba me lo saque y empecé a masturbarme.

Ellos vivían en un barrio como a 20 minutos de mi casa, me pareció eterno el tiempo que me demore en llegar.

Cuando llegue a su apartamento, Carlos me abrió la puerta y me hizo seguir a la sala.

Era un hombre joven (parecía tener entre 25 y 28 años) mas alto que yo (1.80 aprox.), y delgado.

Me dijo que esperáramos en la sala un momento mientras Milena se arreglaba.

Ambos nos sentamos y empezamos a charlar de cualquier cosa.

Ambos estábamos muy nerviosos y creo que sabíamos lo que queríamos, entonces la conversación era banal y ninguno estaba de verdad concentrado en lo que decíamos.

Después de un rato se oyó la voz de ella que decía. “amor estoy lista”.

El me dijo entonces que siguiera a su cuarto. Yo tenia el corazón a mil, mi verga estaba dura y me dolía mucho.

Entre al cuarto y ella estaba sentada en la cama con un camisón amarillo que le llegaba arriba de la rodilla, transparente, no tenia nada debajo.

Media como 1.65, tenia una cara muy dulce.

Estaba asustada pero al mismo tiempo se veía excitada. Por un momento los tres quedamos como paralizados y no sabíamos que decir ni que hacer.

Ella de pronto rompió el silencio y dijo: ” hola, quisiera ver si lo que vi en la foto es real”.

Le dije: “¿quieres verlo?”. Me dijo “por supuesto”. De inmediato me baje los pantalones y mi verga quedó expuesta totalmente parada y dura.

La timidez desapareció de su cara y fue reemplazada por una mueca de excitación, estiró su mano y agarró mi verga acercándome hacia ella.

Mientras tanto su esposo se sentó en una silla, desde donde podía ver todo.

Yo me acosté en la cama cerca de ella y empecé a acariciar sus piernas mientras me acariciaba el pene y las bolas.

Empecé a subir las manos dentro del camisón hasta llegar a sus tetas.

Eran deliciosas, no muy grandes, firmes y redondas con unos pezones que ya se habían puesto duros. Le quite el camisón y termine de desnudarme completamente.

Le pregunte que te gusta hacer, me dijo que le gustaba chupar y de inmediato empezó a mamarmelo, de una manera deliciosa.

Mientras me chupaba yo la acerque e hice que se sentara en mi cara para que hiciéramos un 69.

Cuando la tuve cerca me di cuenta que estaba completamente afeitada. Eso me excitó mucho y casi me vengo.

Ella lo notó y detuvo la mamada. Yo empecé a jugar con su clítoris, pasándole mi lengua y apretándolo con los labios.

Cuando hice eso, esta mujer empezó a gritar y a gemir, al mismo tiempo su vagina empezó a lubricar tanto que escurrían chorros, por un momento creí que se estaba orinando pero pronto me di cuenta que se estaba viendo.

Mientras tanto su esposo se había sacado la verga y se estaba masturbando y le decía “mi amor, ¿estás disfrutando?”, “si es delicioso”, decía ella, “¿esto es lo que querías?”, “si , si, si”  gritaba ella, “quiero más, más”. Volvió a mamarme mientras se venía a chorros en mi cara.

Carlos me dijo que a ella le encantaba que la cogieran mientras estaba en cuatro patas.

Entonces yo me levanté la puse en cuatro separe sus rodillas, agarre sus nalgas y se lo metí.

Estaba tan mojada que entró muy fácil, hasta el fondo, se lo tragó todo.

Empecé a bombearla, mientras le agarraba las nalgas, ella gritaba que quería mas, yo me movía rapidísimo y Carlos se masturbaba.

Ella era multiorgásmica y no dejaba de gritar. Estaba tan mojada que sonaba muy rico mientras se lo metía.

Después de un rato en esta posición dijo que quería que Carlos y yo nos viniéramos al tiempo sobre su cara.

Entonces se volteó, se puso boca abajo y él y yo nos masturbamos y nos derramamos en su cara.

Yo eyaculé chorros de semen, estaba tan excitado que descargue muchísimo semen.

Ella recibió todo el semen y lo esparció en su cara y gritaba de placer.

Yo quede rendido.

Después de un rato empezamos a charlar ya mas tranquilos y sin miedo, había sido delicioso para todos.

Ya eran como las 12 de la noche.

Después de un rato salí y volví mi casa.

Quedamos de volver a vernos y así lo hemos hecho.

Yo llegué a mi casa y como se podrán imaginar estaba arrechísimo, me masturbe dos veces antes de dormir.

La siguiente vez que nos vimos fue aun mejor…

Quiero contar otras de mis experiencias sexuales.