Hoy es un día especial. Espero en el aeropuerto la llegada de MinLi, una muchacha japonesa que será pronto mi esclava. Todo fue obra del buen destino para mí. La historia comenzó 3 meses atrás.
El hecho de adquirirla fue un lujo que pude darme tras ser el afortunado ganador de la lotería, la nada despreciable suma de un millón de dólares que sin correr riesgos cobré e invertí en la bolsa, asesorado de un buen financista me permitió iniciar una holgada vida de placer y aventuras que relataré.
Pero volvamos al tema de esta ocasión, una vez que dispuse de mi dinero lo primero que quise hacer fue adquirir para mi placer una esclava japonesa, tenía antecedentes de ellas, y con un poco de información especial pude contactarme con unos mercaderes quienes me dieron la opción de conocer por fotografías a chicas que querían venir a América a cualquier precio.
El catálogo reunía más de 1200 fotografías de chicas entre 18 y 21 años.
El día que recibí el catálogo dediqué el día entero a revisarlo, una a una, detenidamente, cada chica. Se presentaban con imágenes vestidas, desnudas, a medio cuerpo y entero, rostro y una descripción de sus medidas anatómicas y características generales.
Así como el precio de comisión de los mercaderes y las condiciones para traerla.
En general todas las chicas aceptaban ser esclavas de sus amos por plazos de 2 a 5 años, tras lo cual quedaban liberadas a su entera responsabilidad, pudiendo quedarse en el país en que estaban, volver al suyo, o formar parte definitiva del hogar de su amo.
Esta decisión era de su libre voluntad.
El otro requisito era asumir totalmente su cuidado y mantención brindándoles su educación.
Tras mucho revisar y encantarme con chicas preciosas, otras de atributos exuberantes, otras que parecían diosas y otras niñas, normales y misteriosas, etc. Una variedad de mujeres como para no poder escoger nunca… sin embargo, logre hacer una preselección de 5 chicas que reunían mis gustos en una diversidad de aspectos.
Estatura media, cabello castaño largo a mitad de la espalda, piel blanca miel, cuerpo proporcionado con piernas torneadas, un trasero redondo y firme, senos bien definidos y un vientre plano. Ahora la decisión final sería complicada. Como ya estaba conformado mi gusto por ellas, me di a la tarea de ver el precio que tendría que asumir para traerla conmigo.
La primera chica tenía un valor de U$ 15.000.-, la segunda U$ 16.000.-, la tercera U$ 14.200.-, la cuarta U$ 17.500.- y la quinta U$ 19.000.- Este valor era el pago que debía hacer a los mercaderes por la chica, además debía costear todos los gastos del viaje; el pasaporte y la visa eran responsabilidad de los mercaderes. La matricula en la universidad también debía pagarla yo, pues era el requisito necesario para obtener la visa permanente.
Cuando revise los datos respecto a las condiciones sociales de las chicas en su país, pude darme cuenta que tres de ellas eran de familias de clase media, donde aparentemente no tenían necesidades, por lo cual la disposición de las chicas de ser esclavas era totalmente innecesaria, las otras dos, en cambio, pertenecían a familias humildes, con padres desempleados y sin ningún futuro que ofrecer a sus hijos, en este caso la necesidad hacia muy rentable este negocio, pues se supone un 50% del valor pagado por la chica iba a beneficiar a la familia.
Con esto último, centré mi atención en las dos chicas más humildes, Kim y MinLi, de 20 y 19 años respectivamente.
Kim tenia un porte atlético, no había terminado la secundaria y presentaba antecedentes de haber consumido drogas, MinLi tenía una figura muy femenina, con curvas pronunciadas en su cuerpo, su rostro era muy dulce y de aire tímido, había acabado la secundaria y era servicial y hogareña, según los antecedentes, y en destacado respecto a su Estado: VIRGEN. No quise pensar más y me decidí por ella.
Esta chica sabía lo que significaba venir en calidad de esclava, y estaba dispuesta. El precio: U$ 19.000.-
Comencé los tramites al día siguiente, me contacte con los mercaderes quienes muy contentos por mi pronta decisión me pidieron que depositará el 50% del valor en su cuenta, y el saldo tendría que pagarlo en efectivo al acompañante del viaje que traería a la chica. Todo era confianza.
Hice el depósito y al día siguiente recibí la llamada de Clarck, el contacto, quien me indicó que los trámites que debía seguir para lograr la matrícula de MinLi en la universidad, en primer año, además de alguna documentación que debería enviarle a la brevedad para obtener así la visa. Por supuesto que en el curso de la semana había obtenido todos los documentos y los envíe a Japón por courier.
Pasaron dos largas semanas hasta que recibí una nueva llamada de Clarck, este me comunico que ya habían contactado a la chica y le habían comunicado mi decisión de comprarla, pero que la familia repentinamente se negaba a dejarla ir y no querían autorizar su viaje… esto se podría solucionar con un poco más de dinero, unos U$ 2.000.- adicionales, que irían directamente a la familia, según me dijo. Seguro de que era un truco para obtener algún extra del negocio, acepte con algunas quejas, pero me aseguro que eso lograría convencerlos, de seguro.
Hecho el trato, me aviso que pronto se pondría en contacto nuevamente.
A la semana siguiente me llamó para avisarme que todo estaba bien, ya tenía la autorización de los padres de MinLi y que estaba a la espera de la visa que no debería tardar más de dos semanas. Esto me alegro mucho pues la verdad estaba impaciente.
Casi al cumplir los dos meses desde que inicie el contacto, me volvió a llamar Clarck para avisarme que todo estaba perfecto, ya tenía la autorización de la embajada y que solo faltaba confirmar la matricula de la Universidad para que la embajada otorgara la visa, tramite que se cumpliría durante la semana.
Me pidió entonces que comprara un pasaje de ida y vuelta para el acompañante del viaje y otro para MinLi, solo de ida de Japón a América, con fecha por confirmar desde Japón.
Al día siguiente, de inmediato, fui a la agencia de viajes donde obtuve los pasajes que la agencia misma se encargaría de poner a disposición de Clarck en Japón.
A la semana siguiente Clarck me llamo para comunicarme que MinLi ya tenía toda su documentación en regla, y la visa autorizada. Me confirmó el retiro de los pasajes y me informó que MinLi viajaría el próximo 28 de agosto, lo que significaba que arribaría a América el 30, a las 10 de la mañana. En dos semanas más.
Por fin, las fantasías alrededor de mi nueva adquisición, de los placeres, los sometimientos, y todas las ideas respecto a ella me obsesionaron completamente a partir de ese día, contaba hasta las horas para tenerla para mí.
En tanto me di a la tarea de preparar en mi casa la recepción de MinLi. Acondicione una habitación que sería exclusiva de ella, esta era muy amplia, de 5 x 8 metros con baño completo, con un gran ventanal que la iluminaba todo el día, la hice pintar en tonos rosa con adornos orientales.
Le compré una cama amplia con sabanas de seda y colcha de plumas, un equipo de música, televisión satelital, un escritorio y librero, el suelo se cubría con una alfombra de piel sintética, además de un sofá y sillas de ambiente. En general era todo un departamento de un ambiente. En estos preparativos se me fue la primera semana, afortunadamente.
Clarck me llamo unos 4 días antes del viaje para avisarme todo el itinerario de MinLi, desde la salida, las escalas y llegada, confirmando la fecha. Me recordó que en el mismo aeropuerto debía entregar el resto del dinero al acompañante, quien una vez que confirmará la cantidad me entregaría a MinLi.
Estuve de acuerdo y ese mismo día avise a mi banco para que me prepararan la cantidad de dinero (U$ 9.500.-) que debía llevar en billetes de U$50.-
Los días siguientes fueron de tortura… largos, para distraerme pense en comprarle ropa, pero preferí dejar este asunto para cuando estuviera ella, preferí entonces tomarme 3 días de distracción en la playa, para lo cual me fui a relajar la espera.
El 27 en la noche recibí el último llamado de Clarck, muy efusivo me dijo que pronto irían a recoger a MinLi a su casa para prepararla y aleccionarla respecto a su situación en América, y llevarla al aeropuerto para iniciar el viaje.
Me comunicó que su acompañante sería una mujer japonesa de nombre Shen, ella sería el contacto en el aeropuerto en América y a quien debía entregar el resto del dinero, vestía por completo de blanco y es muy atractiva, además.
Me dijo que Shen hablaba perfectamente el español por lo que no tendría ningún inconveniente en tratar el cierre del negocio con ella. Me confirmó el vuelo y me agradeció por haber confiado en él. Le respondí de igual manera y nos despedimos.
Al día siguiente estuve pendiente de las horas, pensando que estaban subiendo al avión, el despegue… las escalas… horas para su llegada. Fui al mediodía al banco y retire el dinero convenido para la entrega.
Por fin, 30 de agosto, me levante muy temprano, a las 6 de la mañana, me bañé, afeité y perfumé, me vestí informalmente pero con elegancia, tome un desayuno liviano y a las 8:30 AM partí rumbo al aeropuerto.
Llegue a las 9:15, y lo primero que hice fue confirmar el arribo, todo en orden, el vuelo desde Japón llegaría a la hora, 10:00 AM. Unos minutos más y llegaba el avión, desde la terraza de la pista pude ver cuando aterrizó el avión. El corazón me latía con fuerza. En la pizarra de llegadas se confirmaba el arribo.
Fui hasta la sala de llegada esperando verlas aparecer, luego de unos minutos apareció Shen, inconfundible en su traje blanco, pero venía sola, que sorpresa y contrariedad! Salí a su encuentro y tras presentarme me sonrió, de verdad era atractiva, y me pregunto si la invitaba un refresco.
Tanta amabilidad no podía ser signo de problemas, por lo que me calmé y la invité al salón de té, donde pidió un jugo natural y yo la acompañé. Entonces, sentados, me dijo «Ud. Es muy afortunado, esa chica es una verdadera joya y estoy segura que sabrá satisfacerle plenamente».
Su comentario me relajó con lo cual entendí que no habría nada de la chica mientras no se cerrara el negocio. Sin parecer impaciente seguí su ritmo y charlamos del viaje, de Japón y sus costumbres, en nada parecía apurada. Entonces llegamos al punto, ella directamente me preguntó, «¿Quiere a la chica ya?» Pues, claro, le respondí, entonces cambiando su carácter tan amable me pidió que le entregara el dinero. Yo levanté el maletín con el dinero y se lo entregué, ella lo abrió frente a mí y miró el dinero, contando y revisando el contenido de los fajos y calculando el total.
Su semblante volvió a cambiar y con una sonrisa amplia volvió a ser pura amabilidad. – Espera un momento por favor, me dijo, levantándose de su silla y dejando su cartera colgada, – vuelvo enseguida. Volvió al salón de arribo donde la perdí de vista un momento, algunos minutos reapareció acompañada, una chica vestida de traje sastre, con un sombrero muy elegante a quien traía del brazo. Era ella, por fin, MinLi.
Las miré absorto como caminaban entre la gente y llegaban hasta la mesa, donde me encontraba, la chica era muy linda y atractiva, Shen sonreía y MinLi miraba el suelo.
Cuando llegaron a mi lado, me pare y nervioso le pregunte a Shen – ¿Es ella? – Shen se rió en mi cara por la pregunta y me dijo, – ¡Claro que sí!
Mirando a MinLi la saludé, pero esta no me respondió y no levantó la mirada del suelo, sorprendido mire a Shen y me dijo – Disculpa, es que ella viene a mi cuidado, y mientras no te la entregue no puede ni mirarte ni mucho menos hablarte.
Es una chica preciosa, te será muy fiel y complaciente. Ella conoce sus obligaciones para contigo, así como sabe que tú serás su amo y benefactor. Y sabe que te pertenecerá totalmente, a tu voluntad. Sin dejar de mirar a MinLi le pregunte a Shen que tanto español hablaba ella, Shen riendo me dijo «¡Ni una sola palabra!».
Tendrás que educarla, eso incluye el idioma, si te interesa comunicarte con ella verbalmente. Sus palabras sonaron muy frías en ese comentario final, a lo que replicó que había amos que solo querían a sus esclavas para sus apetitos sexuales y para ello no se requieren palabras.
Me pareció salvaje, pues mis deseos hacia MinLi eran por lo visto más complejos, ya que el sexo si bien era una parte muy importante en el próximo trato que viviríamos, también quería una buena compañía. En fin, Shen me miró a los ojos y me preguntó ¿La quieres ya?, a lo que respondí con un Si que casi yo mismo no lo oigo. Me sonrió y dirigiéndose a MinLi le hablo en japonés con un tono que parecía una verdadera reprimenda, me sorprendió.
Cuando acabo sus palabras, MinLi levantó su rostro y me miró a los ojos, era muy linda, sus ojos orientales, su piel blanca, sus labios pequeños y carnosos. Sonrió y sus dientes blancos iluminaron su rostro. De verdad era linda. Shen al verme embobado por MinLi me tomo del brazo y me dijo – esta es tu esclava, no lo olvides, trátala como tal, no la mimes mucho pues puede olvidar quien es y porque esta aquí, recuerda que ella no tiene ningún derecho más que el que tu le des- Shen era muy fría al decirlo y agregó – y te sugiero que si quieres que complazca tus deseos sexuales, tan pronto llegues a casa con ella, viólala- ante mi asombro Shen repitió – si, lo que escuchas, viólala, pues así tendrá claro que eres su amo, que son tus deseos los que mandan y no los de ella, y te aseguro que será la mujer más complaciente que conocerás- Shen entonces tomó su cartera y saco de ella una fina pulsera de oro con un broche muy delicado, una cerradura en miniatura, tomo la muñeca de MinLi y colocó la pulsera a su alrededor, entonces cerró el broche y pasándome la caja en que venía, tomo de ella una llave igualmente fina de oro y mostrándola frente a los ojos de MinLi le dijo unas palabras que luego repitió para mi en español, – esta es la llave de la libertad, el día que de tu voluntad decidas quitarle la pulsera es porque la liberas, no hay plazo, es tu voluntad, y ella lo sabe y te aseguro que hará todo lo que le pidas por complacerte y hacerte feliz como su amo, para que así un día tu decidas liberarla, pero sabe que es tu voluntad, y no hará nada por pedírtelo.
Shen me sonrió y me dijo buena suerte, es tuya, disfrútala mucho. Y acercándose a MinLi la beso en los labios, me miró y me besó a mí también, un suave beso de Adiós. Y tomando el maletín y su cartera se perdió entre la gente del aeropuerto.
Y ahí estaba yo, con MinLi, de pie en la mesa. La miré y la invité a sentarse, ella lo hizo y sus ojos vivos me miraban alegres. Le hice gestos para invitarle a beber algo y con expresión asustada bajo su vista. Vaya que aventura me esperaba con esta chica, que no hablaba una palabra de español y se sabía desprovista de su voluntad a favor de la mía.
En el camino a casa miraba todo a su alrededor, la carretera, los cerros, el cielo, las personas, los autos. No es que nunca los hubiera visto, pero era otro país y ella era extraña aquí.
Sentada a mi lado del asiento del automóvil decidí acercarme a ella y pose mi mano sobre su pierna, sentí la firmeza de su carne bajo la presión de mi mano y ella al sentirme se volteó a mí y tomando mi mano me invitó a acariciarle más. Esta invitación me ocasionó un trastorno pues iba conduciendo, por lo que decidí esperar a llegar a casa para conocerla mejor.
Tan pronto llegamos a casa ella misma bajó su maleta y la invite a seguirme… entramos en casa y ella observaba todo, quedo detenida en la antesala esperando mi guía, entonces la tome de la mano y la acompañe llevándola a su habitación. Cuando llegamos frente a la puerta ella me miró interrogante sobre que hacer, yo le indique entonces que esa era su habitación y con sorpresa me miró y quiso confirmar lo que le decía, le sonreí y la invite a abrir y entrar, y con gestos indicándole que era suya… y nuestra pensé.
Al abrir y entrar se maravilló de ver todo lo que tenía para ella, y recorría la habitación de un lado a otro observando todo, luego de un momento se volteó hacia mí y con gestos me volvió a consultar si era para ella, a lo que le confirmé… la linda chica se acercó a mí y con absoluta sumisión se arrodilló a mis pies, me sentí algo incomodo en un principio pero recordé las palabras de Shen y decidí aplicarlas.
Mientras ella seguía inclinada ante mi yo bajé suave y sonoramente el cierre de mi pantalón hasta la mitad y llamándola por su nombre ella se levantó hasta quedar de rodillas ante mí y al ver que mi mano no terminaba de bajar el cierre ella rápidamente entendió lo que debía hacer y tomando el cierre en su mano lo bajó completamente y deslizó sus dedos entre mi ropa hasta tocar mi carne que endurecida ya anhelaba el contacto de sus labios carnosos.
Ella desabrochó mi pantalón y lo soltó, así no le fue difícil liberar mi tronco y tomándolo entre sus manos comenzó a besarlo dulcemente, era justo lo que quería, y aprisionando mi carne entre sus labios comenzó a chupar y lamer exquisitamente, comenzado pronto a penetrarse oralmente… esto ocasionó que me estremeciera y antes de 2 minutos de iniciada su labor mi cuerpo no resistió el placer que me daba y sin salir de su boca el orgasmo se hizo presente en una fuerte sacudida con una expulsión de semen justo dentro de ella, y tras recibir la primera descarga me sacó fuera de su boca para recibir la segunda justo en su dulce rostro y un tercero sobre la linda tela de su blusa.
Ante mi orgasmo ella no paró de lamer mi pene y dejarlo perfectamente limpio y al ver mi relajo ordenarme y vestirme otra vez. Era un sueño y levantándola del suelo la abrace y la bese profundamente probando de su lengua el sabor de mi propio orgasmo y fascinándome en la buena elección que había hecho.
Tras recuperarme la dejé en la habitación para que se acomodara y la conociera y yo me fui a mi dormitorio y tendiéndome en la cama comencé a pensar en todo lo que haría con ella. Pensé en Shen y su consejo de violarla, pero me resistía a la idea, pues me parecía que era toda complacencia. Pero Shen parecía muy segura de lo que me aconsejaba. Decidí hacerlo románticamente y hacerle el amor esa noche por puro deseo de los dos.
Durante el resto del día le mostré el resto de la casa, las habitaciones, el jardín, la piscina, la nana (con quien tendríamos ocasión de vivir horas intensas). Almorzamos y la invite a salir, fuimos a un centro comercial donde lo compre toda la ropa que le gustó, me llamo la atención que le gustará la ropa ajustada así como ropa interior muy sexy. En fin, me imaginaba los detalles de la noche cuando la haría mía.
Cuando volvimos a casa venía muy acalorada y cansada por lo que tan pronto entramos se fue corriendo a la piscina y sin quitarse la ropa, un vestido largo y suelto de lino, se tiro al agua, cuando salió su ropa se pegaba a su cuerpo destacando su forma y atributos. Me acerqué a ella y abrazándola la besé y acaricié, sintiendo la curva de su pecho en mis manos y la redondez de sus glúteos firmes y apetitosos para mí. Ella me dejó tocarle a mi gusto y respondía a mis besos ampliamente.
Después de la cena la acompañé a su habitación y seleccione de las cosas que habíamos comprado un conjunto interior de seda, transparente, muy sensual y para cubrirse una bata de seda igualmente vaporosa. Lo dejé sobre la cama y le indiqué que debía ponérselo para mí, e intente hacerle ver que esta noche sería mía. Ella me sonrió y aprobó con la cabeza. La besé y dejé sola, yo me fui a la habitación para ducharme y prepararme para la ocasión.
A eso de las 10 de la noche me fui a su habitación y al entrar la vi sentada en el sofá con una revista en las manos, hojeándola, ella vestía la ropa que le había indicado y al verme entrar se paro mostrándome toda su belleza. Me acerque a ella, yo venía envuelto en mi bata y solo con un breve slip para afirmar mi sexo.
Ella se acercó a mí y muy ardorosa comenzó a besarme, sus manos masajeaban mi espalda para luego soltar mi bata acariciar mi pecho, sus labios besaban mi piel y sus manos recorrían mi cuerpo. Quito mi slip y liberando mi pene erecto lo acarició primero con sus manos y luego se inclinó para besarlo y comenzar a comerlo… la dejé hacer un momento tirándome sobre el sofá para que me comiera a gusto. Ella se inclinó totalmente sobre mí y comió de mi tronco de arriba abajo.
Mi deseo parecía cumplirse y comencé a acariciar su cuerpo tocando sus pechos, deslizándome por su vientre acariciando su piel, acariciando su sexo caliente sobre la suave tela del conjunto, deseando la carne de sus glúteos. Entonces ella comenzó a succionar con fuerza mi pene, lo que me haría explotar prontamente y apartándola de mí me dispuse a tomarla.
La atraje hacia mí y la estiré sobre el sofá, abriendo totalmente su bata y exponiendo su cuerpo a mi mirada, me incline sobre sus pechos y soltando el sostén lo quité para embriagarme en sus senos, estos eran dos conos de suave carne redondeada, coronados por dos pezones de un centímetro, erectos, como centro de aureolas rosadas. Los besé y los chupé aprisionándolos entre mis manos y arrancando suspiros de ella.
Luego de obtener tanto gusto en ellos me deslice por su vientre besando su piel hasta descansar en su ombligo, que como isla me dio descanso.
Luego de tomar fuerza me deslice por su pubis acariciando el vello suave y cuidado hasta llegar entre sus piernas a la abertura de su vagina… tome el suave calzón deslizándolo piernas abajo descubriendo así la total desnudez de mi mujer. Observe por un instante la forma de su sexo, aspire el aroma y me adelante a lamer y chupar esa vulva que se ofrecía deliciosa para mí.
Los suspiros de MinLi se hacían fuertes y ahogados, por lo que se veía que estaba totalmente complacida del trato recibido hasta entonces. El deseo de poseerla se hizo incontrolable y separando mi boca de su sexo me levanté con mi vara erecta y comencé a acomodarla para penetrarla… ella al ver lo que venia se resistió y cerro sus piernas para impedir que me acercara a su sexo con el mío. Yo pensando en un juego comencé a abrir sus piernas para tomarla pero ella comenzó a gritar y resistirse de verdad… y me empujó en un descuido tirándome a un costado y comenzó a correr por la habitación y yo me levante y la seguí hasta acorralarla entre la cama y la pared.
Ella me gritaba algo que no entendía, y yo, desnudo como ella, solo quería tomarla. Entonces recordé las palabras de Shen «viólala, viólala» y entendí que su complacencia era para que no la tomara, por eso supo afanarse sobre mi pene la primera vez llevándome rápidamente al orgasmo, y fue lo que intentó ahora también, pero mi cambio de planes la colocó en una situación que no esperaba.
Sin pensarlo más decidí atacarla, me fui sobre ella y tomándola del brazo la voltee dejándola de espalda a mí y la tiré sobre la cama, al caer sus brazos quedaron a ambos costados y yo la afirmé de ambos y ubicándome entre sus piernas las abrí con las mías, impidiendo que pudiera cerrarlas otra vez, ella gritaba y gritaba y lloraba… luego de sostenerla durante un momento de bastante forcejeo por su parte se cansó y se rindió unos instantes, suficiente para soltar una de mis manos de su brazo y tocar su vulva, que pese a la situación estaba bastante húmeda y parecía bien lubricada, tras palpar la ubicación de su vagina, adelante mi pene y guiándolo entre los pliegues de su sexo, me acomodé y volviendo a afirmar el brazo que había liberado me dispuse a penetrarla, desde atrás y sin posibilidad de defensa alguna solo lloraba y decía cosas que no le entendía, lo que me excitaba más y más, mi pene ubicado entre los labios de su vagina entro unos pocos centímetros para toparse con la resistencia de su virginidad expuesta, tras presionar un poco, retrocedí y empujé fuertemente traspasando toda resistencia y rompiendo la barrera de niña a mujer.
Ella gritó al ser embestida y luego pasó a un llanto suave y gemidos. Tras la penetración la comencé a bombear varias veces, dando placer a mi pene de acomodar las paredes de su vagina al grosor de mi tronco que la clavaba una y otra vez, por vez primera.
Entonces salí de su vagina para volver a clavarla, y de esta salió un hilo de sangre que demostraba la pérdida de su virginidad… pero al salir mi pene se levantó y tocó el botón de su ano, por lo que me dispuse a tomar de inmediato este otro tesoro, y completar la posesión de una buena vez. Deslicé mis dedos dentro de su vagina húmeda y ella gemía en un tono diferente a la desesperación previa, una vez humedecidos comencé a acariciar su ano mojándolo con sus propios jugos traídos de la vagina, deslicé luego un dedo y logrando entrar suavemente llegue a perderlo dentro de su ano.
Lo saque, unté nuevos jugos de su vagina y penetré su ano con cada dedo, uno a la vez, ella gemía y daba suspiros que hacían parecer agradable la situación. Entonces, sin más que esperar metí dos dedos y abrí un poco su ano, ubicando enseguida la cabeza de mi pene en su entrada, ella al ver lo que venia intento resistir pero la afirme fuertemente con uno mis brazos y afirmándola de las caderas con la otra le di un empujón que colocó toda la cabeza de mi sexo en su ano, ella comenzó a gritar de dolor y aprovechando un movimiento de convulsión, al relajar su ano, la clave más fuerte colocando más de la mitad dentro de ella… faltaba poco y ella gritando y llorando decía cosas ininteligibles para mi, como ya la tenia ensartada, tome sus caderas con ambas manos y haciendo fuerzas contrarias la penetré completamente por su ano. Ella gritó y desfalleció. Yo aprovechando la situación comencé a bombear ahora dentro de su ano y retirándome un poco volvía a entrar, haciendo cada vez más distancia y logrando penetraciones cada vez más largas y completas. Con el último bombeo el pene estalló, llenando de semen sus entrañas.
Ella apenas gemía y había sido arrebatada de su virginidad vaginal y anal en la misma ocasión. Una vez que mi sexo se relajó completamente en su interior, me retire de su cuerpo para descansar, ella quedo rendida sobre la cama, con sus piernas entreabiertas y fluyendo mi semen desde el interior de su cuerpo. Lloraba suavemente.
Me recosté a su lado y comencé a voltearla, sus ojos inundados de lágrimas me miraron, y yo compadecido de su dolor me acerque a besarla, encontré sus labios más dulces y sus brazos me rodearon para entregarse a un beso apasionado y profundo, mis manos se deslizaron acariciando sus senos y acariciando su sexo recién abierto y ella tomando mi pene en su mano inició un movimiento para animarlo a levantarse otra vez, cosa que logró en muy poco tiempo, la excitación era tanta que respondí de inmediato.
Entonces ella me empujó para dejarme de espaldas en la cama y sentándose sobre mi tomó y acomodó mi sexo apuntándolo justo entre sus piernas, el contacto con su vagina me provoco un estremecimiento y ella dejó hacer al peso de su cuerpo obteniendo una nueva y total penetración, enjugó sus lagrimas y sonriéndome se dio a la labor de cabalgarme subiendo y bajando sobre mi tronco obteniendo penetraciones totales en su cuerpo, con este ritmo ella agitaba su cuerpo sobre mi y sus pechos danzaban ante mi mirada, ella comenzó a jadear y decir cosas apurando cada vez más sus movimientos de caderas hasta que repentinamente comenzó a temblar y dando grititos apagados alcanzó un orgasmo fuerte y total, mi pene sentía las contracciones de las paredes vaginales y MinLi, con sus ojos cerrados disfrutaba el placer en su cuerpo.
Luego de arrebatarse en su orgasmo sacó mi tronco desde su interior, estaba duro y erecto ante la acción de mi deliciosa esclava, entonces ella, empuñando mi carne la dirigió atrás, a su ano recién desvirgado y soportando el dolor inicial se apoderó de mi carne penetrándose de una sola vez, y dando así inicio a una serie de entradas y salidas, contraía su recto aprisionando fuertemente mi pene en su interior ocasionando sensaciones de placer exquisitas, conociendo sus efectos me ofreció todo el calor de sus entrañas para sacudirme en un orgasmo explosivo derramando nuevamente mi semen en su cuerpo.
Cuando mi cuerpo se relajo y salió de su interior, ella se levanto y fue hasta el baño, de donde trajo una vasija con agua tibia y unas toallas, con las que procedió a limpiarme y asearme completamente.
Luego del aseo, nos acostamos y dormimos hasta el amanecer del día siguiente.
Continuará.