Mi primera experiencia sexual III

Capítulo 3

Al día siguiente desperté como a las 11 de la mañana con el culo sumamente adolorido que no podía ni sentarme, no había mi tío, me fui al baño que estaba fuera era rústico, me dolía bastante el culo, que no me dio ganas de hacer nada, todo me dolía, no sabía que hacer que me asusté, en eso llegó mi tío y le comenté que me dolía todo, me dijo, anoche te arrebataste cachando, que hiciste de todo, y me tomabas la leche como una bebé, la verdad no recordaba mucho de lo que me decía, y me pedías a gritos cachame fuerte!!!!, me dió la vuelta y me dijo, si que has quedado a punto mi amor, este culo está sabroso para futuras cachadas, no digas eso que me duele mucho, me ardía el ano y el glúteo también y me asustaba la idea de estar así siempre, ya te va a pasar mi amor, sacó una crema que había comprado, pues al parecer sabía lo que pasaría y se había comprado una crema que me echó en el ano calmando mi dolor, eso me echaba todos los días con mucho amor y con besitos en los cachetes del culo; estaba a deliciosa ,siempre me besaba y me encantaba sus besos con lengua, me excitaba toda, pues lo hacía con pasión haciendo olvidarme del dolor que me había causado la dura penetración, esa tarde como a las 4 salimos a las laguna y nos dimos un chapuzón, y me preguntaba cómo pudo entrar esa gran y enorme pinga dentro de mi culo, me cargó en brazos y me llevo a la casita. Por la noche cantamos, juntos mientras me decía que me deseaba, le dije llorando que lo mamaria la pinga, pues me dolía un poco, lo mame rico hasta que se vino dentro de mi boca a chorros que se escapaba y me atoraba, haciéndome lagrimear de la fuerza, fue emocionante, hasta que me hizo recoger con mi lengua la leche que se había escapado de entre mis labios.me besó con la leche en mi boca y me dijo que nunca me dejaría y siempre sería su mujercita; hasta que decidimos regresar al pequeño pueblo, donde vivíamos por un tiempo aproximadamente unos 3 años y mi papá nunca se preocupo por mi; aunque lo empecé a olvidar; los días y las noches cachamos tan rico que me acostumbre a su pinga.

Fui la persona más feliz del mundo a pesar de mis defectos y virtudes, me enamore de mi tío, hasta que un día me envió a la ciudad a pasear cómo comprar algunos encargos; aunque me había dicho que no podía ir por unos problemas y al regresar, lo encontré muerto, fue un ajuste de cuentas, allí me enteré que el había huido tan lejos porque había matado a una persona y decían que fue por defensa propia, nunca supe quién fue, ese día lloré tanto que tuve que enterrarlo con ayuda de algunos conocidos que tuvimos en el transcurso de los años, no tuve ningún contacto con mi papá y no le escribí ni nada. Vendí todo y decidí regresar; pero no a mí casa; sino a un lugar donde papá no me ubicará al otro extremo de la ciudad.

Esa fue mi primera serie de amor y fue con mi tío, el gran amor de mi vida.