Capítulo 4

Me puse el despertador a las cuatro y media y justo cuando me levanté, llegaba mi marido un poco contento, por no decir bebido.

  • Marido: perdona la hora, es que se empeñaron en ir a tomar una copa al puerto y no pude decir que no. Luego los he acompañado al hotel Princesa Sofía y me he venido a casa.
  • XXX: no pasa nada, anda ve a dormir, yo me marcho ya
  • Marido: ¿vas a recoger a tu madre a su casa?
  • No, al final hablé con ella y me dijo que no quería madrugar a su edad, y que como tenía que ir al Ayuntamiento y a abrirle a Carmen, me dijo si podía ir yo sola
  • Mejor, porque seguro que te hubiera dado la paliza, todo el viaje. Venga, me voy a dormir que mañana trabajo. Chao

Y así fue, sin decirme ni buen viaje, se dio media vuelta y se fue a dormir.

Tan educado como siempre pensé.

Acabé de arreglarme, me puse un vestido de entretiempo, por si nos hacía mal día y tomé el ascensor hacia el garaje y allí estaba Alex, esperando al lado del ascensor.

  • Buenos días xxx, por un momento pensé que no bajarías
  • Buenos días, ya te dije que siempre cumplo con mis compromisos, anda vamos
  • ¿no me fastidies que el Morgan es tuyo? Que pasada, es una maravilla
  • Si, a mí me encanta también, va muy bien

Nos subimos al coche y arranqué para salir del garaje

  • Espera ¿no me vas a dar el beso de “buenos días”? dijo tomando mi cara y volteándola para estamparme un delicioso beso
  • Eres terrible, buenos días cielo. Te voy a pedir un favor, no me toques mientras conduzco, podríamos tener un accidente
  • De acuerdo, no se nos vaya a fastidiar el día

Salimos y tomamos dirección a la ronda de Dalt, sentido Trinidad, para tomar la autopista de Gerona.

Alex, se limitaba a mirarme y de vez en cuando me acariciaba la nuca a modo de masaje.

  • Así te relajas
  • No sigas de esa forma, que puedo acabar durmiéndome.
  • Entonces te meteré mano si te duermes, para que te despiertes
  • Definitivamente eres irremediable
  • Tengo que parar a repostar, pararé en la gasolinera de Sant Celoni, por si quieres ir al servicio
  • Bien

Eran aproximadamente las seis de la mañana y ya estaba el personal de la gasolinera y como no, Alex, no desaprovechó la oportunidad.

  • Desabróchate un par de botones del vestido, así les alegras a los gasolineros el día con el paisaje.
  • ¡qué loco eres!, está bien (así lo hice)
  • Voy contigo dentro que no se pasen
  • Vale

Ni que decir hay, que al señor de la caja se le iban los ojos dentro de mi escote, mientras le cobraba al que estaba delante de mío, que resultó ser un camionero y nos entretuvo bastante mientras le hacían la factura y la firmaba.

  • Alex: ¿quieres algo de tomar?
  • Cógeme un capuchino y tú lo que quieras
  • Tomaré otro también
  • Tenga, para que los cobre señor por favor

En ese momento vino Alex y me puso la mano en la espalda, lo que me provocó un escalofrío, del cual se dieron cuenta, tanto el cobrador como el camionero, quienes al salir nosotros, escuché que comentaban

  • Menudo pibón, de éstas hay pocas
  • Está para mojar pan, menudo polvo tiene
  • A ésta la metía en la cabina del camión y no salía hasta la semana que viene
  • Si, está muy buena

Alex y yo nos sonreímos, cuando entramos en el coche, salió de mí, el darle un beso en la boca, que por descontado fue acompañado por su parte, con su mano en mi pecho desnudo.

  • Alex: ¿te das cuenta, como levantas pasiones?, ni te lo imaginabas
  • Nunca me había pasado, pero supongo que es porque llevaba el vestido un poco desabrochado y mostraba.
  • No te lo creas, ya verás que sin enseñar nada, los tíos te miran con deseo, lo que ocurre es que nunca te habías dado cuenta por lo mojigata que eres. A partir de ahora verás que los hombres te miran con deseo y las mujeres con envidia.
  • Qué locuras dices
  • Ya lo verás, de eso a pesar de ser joven entiendo un huevo.
  • No seas ordinario a cada momento
  • Perdona, tienes razón, tendrás qué enseñarme tu a mí, como yo te enseño a ti.
  • Trato hecho
  • El que la cague, pagara una prenda
  • Pues ya puedes pagar por el “cague”
  • Empiezo bien, perdiendo, pero al final ganaré seguro
  • No, ganaremos los dos
  • Jajaja

Así continuamos nuestro viaje charlando y riendo, de hecho, es la primera vez que subo a Cadaqués riéndome casi todo el camino, se me hizo corto.

Cuando llegamos, nos fuimos directamente a casa de mis padres, eran las siete y media, dejamos el coche y salimos a desayunar al casino.

  • Alex: la casa de tus padres es fantástica, muy grande
  • Si, hace muchos años que la tienen, era de mi abuela, la mamá de mi madre, antes se hacían muchas fiestas, sobre todo la de comienzo del verano, el veintiuno de junio y asistía toda la jet de Barcelona, que estaba en la costa brava
  • Supongo que eran otros tiempos
  • No, el problema es que mi madre se niega a hacerla, porque mi marido, a veces bebe más de la cuenta y monta su circo y a mi padre, aunque se lo disculpa, tampoco le hace gracia.
  • Lo dicho, el que no sabe si es tonto, porque ha nacido o ha nacido por ser tonto. Vaya bobo
  • Jajaja, que ocurrencias tienes

Mientras llegamos al casino y por supuesto yo ya me había abrochado los botones, apenas bajar del coche en casa.

  • Alex: ¿y los botones?
  • Por favor, aquí no, que me conoce mucha gente
  • Vale, ya habrá otra ocasión, no des que hablar

Me sorprendió, su comprensión y su rapidez de respuesta, que por rápida fue totalmente sincera

Desayunamos y nos fuimos al Ayuntamiento, para acabar con el trámite de un pago pendiente que quedaba por las obras de la piscina, fue rápido; tal y como Alex me había dicho, puede comprobar que la mirada del funcionario era morbosa, no me había fijado nunca.

Al salir, le comenté:

  • Creo que tenías razón, ¿has visto como me miraba?
  • Te lo dije, la gente te mira, porque eres digna de ver, le alegras los ojos y el día a cualquiera
  • No sé, si hubiera preferido no saberlo, ahora me siento un poco cohibida
  • De cohibida nada de nada, tienes que ser tú, tal y como eres, auténtica, estás como para meterte en el primer portal o hueco y ponerte mirando a la Meca.
  • Que locura Alex (mientras, aprovechaba que íbamos paseando por las callejuelas, para tocarme descaradamente el culo)
  • Nos va a ver alguien
  • Que se jodan de la envidia
  • PRENDAAAAAA
  • Mierda
  • PRENDAAAAAA
  • Y van dos
  • No, van tres, tres a cero
  • Jajaja, me tienes pillado

Entre risas y comentarios, noté que me miraba con ojos tiernos y que yo también a él. Pasamos por casa para esperar a Carmen, ya eran casi las diez, cuando llegó Carmen le di las llaves como había dicho mi madre y presenté a Alex, como el hijo de unos amigos de Cadaqués al me había encontrado en el casino.

Salimos a caminar pues hacía un día fantástico de sol y sin tramontana, fuimos hasta Caials, paseando y me dice

  • ¿por qué no nos bañamos?
  • Está un poco fría todavía
  • Venga, vamos a bañarnos en bolas
  • Ni loca, por aquí pasa gente y no quiero que me vean, además no lo he hecho nunca
  • Ya empezamos con “no lo he hecho nunca”
  • (después de dudar un momento), hay una cala aquí cerca que queda resguardada, donde antes estaban los delfines, es discreta y no habrá nadie supongo
  • Dale, ¿por dónde se va?

Tomamos el camino que lleva a Calders, es estrecho y lleno de matorrales y hay que ir con cuidado de no pincharse con alguna zarza, por suerte pasamos bien; llegamos y efectivamente no había nadie.

Alex de inmediato se quitó la ropa y se metió en el agua

  • Lo prometido es deuda, venga entra (no cubre el agua, hay que entrar bastante adentro
  • ¡Qué locuras me obligas a hacer!
  • Yo no te obligo, si quieres lo haces o no.
  • (me quité el vestido, sintiendo al mismo tiempo vergüenza y excitación) ya voy
  • Estás de foto, pareces la escultura del nacimiento de Venus
  • Jajaja, tú tampoco estás mal

Nos abrazamos y besamos con mucha pasión, acariciando cada parte de nuestros cuerpos; noté que mi cuerpo reaccionaba aun estando en el agua segregando muchos flujos y que el pene de Alex había crecido de forma enorme, sin decir nada, me agaché en el agua y comencé a chuparle como una loca, como si fuera a acabarse el helado.

  • Si que tenías hambre, jajaja y eso que has desayunado
  • Me encanta hacerte lo qué te gusta y hacerte feliz, soy toda tuya

Alex inundó mi boca de semen, que saboreé y disfruté, como si fuera el mejor postre que se podía tomar; él por su parte, mientras me pellizcaba y abofeteaba los pechos, llamándome “puta mía” “zorra”, provocándome un maravilloso orgasmo.

  • Alex ¿quieres hacerme el amor?
  • ¿estás segura? ¿no te arrepentirás? Después no hay marcha atrás, si cruzas esta línea
  • Aunque me da mucho miedo, porque serás el primero en tenerme a parte de mi marido, si, lo deseo.

Alex me abrazo y nos fusionamos en la misma playa uno dentro del otro, me penetró con tanta dulzura y al mismo tiempo energía, que, aunque al principio me dolió un poco, se transformó en un laberinto de pasión, que solo tenía un camino: gozar y disfrutar como nunca lo había hecho. Me bombeaba con mucha intensidad, yo abría las piernas rodeando su espalda, como si tuviera miedo de que se escapara, presionaba mis pechos y tiraba de ellos como si fuera a arrancarlos, pero el placer que me dio fue fantástico, te lo repito amigo mío: nunca pensé qué se pudiera disfrutar tanto, siempre había pensado qué el sexo en el matrimonio era como un deber por parte de la esposa, únicamente para complacer al marido ¡qué ignorancia la mía!

Le clavaba mis uñas en su espalda y su pecho, estando los dos totalmente desenfrenados

  • Ni te imaginas las pajas que me he hecho pensando en ti, desde que tenía trece años más o menos, siempre te he deseado y hasta el día me lancé a tocarte en el ascensor, las he pasado muy putas, matándome a pajas.
  • A mí, nunca lo hubiera pensado.

Llegamos al orgasmo los dos juntos, sentí como me llenaba con su semen (leche como dice él), era como si me hubieran llenado con una manguera mi vagina, es indescriptible.

  • Eres maravilloso Alex, mi cielo, no dejaré de decirte que me llenas totalmente y que jamás hubiera imaginado lo que se siente (mientras me besaba y acariciaba tiernamente).
  • Me encanta tu cuerpo, está hecho para que lo disfrutes y que hagas disfrutar al mundo de él, ¿lo harás?
  • Si, te prometo que haré lo que me digas, te haré caso en todo
  • Bien, vamos a comer que me ha entrado hambre. Tú pagas
  • Jajaja, por supuesto hay que alimentarte, que has tenido mucho desgaste
  • Jajaja. Cierto

Eran casi las dos de la tarde, en ese momento me llamó Carmen diciendo:

  • Sra., ¿le da igual si acabo pasado mañana?, es que tengo los niños que esta tarde, tienen un cumpleaños y tendría qué llevarlos y mañana trabajo en otra casa todo el día, pero pasado mañana vengo y termino sin falta.
  • No se preocupe Carmen, no hay ningún problema, de hecho, puede ser que yo me quede esta noche, porque he madrugado bastante y estoy cansada y mañana cuando me despierte me marchare.
  • Bien Sra., descanse y relájese que le conviene, yo vendré pasado mañana.
  • Gracias Carmen

Me dio toda la impresión, que el “relájese que le conviene” fue con intención. ¿Sería que Carmen se había dado cuenta de algo?

  • Alex: jodo que rápida, ahora mismo llamo a mis padres y les digo que me quedo en Sitges, dormir contigo y despertarnos juntos es un sueño dorado.
  • Anda que tú, tampoco eres rápido ¿de verdad quieres que nos quedemos?
  • Por supuesto, haremos nuestras travesuras

De nuevo nos besamos profundamente y nos marchamos a comer en la gritta una pizzería, qué hay en el paseo, donde hacen una pasta exquisita.

Con miradas cómplices durante toda la comida, conversamos sobre varios temas, pero quizás, el más importante:

  • Te quisiera pedir un favor, todo esto ha ido demasiado deprisa y quiero que seas absolutamente sincero conmigo
  • Alex: por supuesto, dime
  • ¿Por qué yo Alex?, seguro que conoces a muchas chicas de tu edad, tienes novia o amigas, gente de tu edad con la que sales de fiesta ¿Por qué yo?
  • Mira, veo qué vamos a empezar una conversación seria, pero debe ser “quid pro quo” ¿de acuerdo?
  • Me parece justo
  • Que conozco mucha gente, sí rotundamente si, novia no tengo, ni siquiera amigos íntimos, son solo colegas y algunos compañeros de clase, en ocasiones pienso, que tengo más años de los que tengo en realidad, vivimos en un mundo de postureo y pijería que detesto, mi hermana a quien adoro, por ejemplo: su proyecto de vida es montar a caballo, estudiar derecho y conocer algún chico rico que le consienta todos sus caprichos (que no son baratos precisamente) jajaja y nada más. No me gusta ni quiero esto para mí. Claro que salgo de fiesta con los colegas desde los quince, pero siempre es lo mismo, tomarnos una birras, mirar tías de nuestra edad y alguna que otra milf operada hasta detrás de las orejas.
  • Yo no estoy operada
  • Lo sé, se nota una barbaridad que eres natural
  • No sé si tomarlo como un cumplido
  • Es un cumplido, estás fantástica, tienes una belleza clásica en tu cara y un cuerpo de infarto único, no hay ningún punto de tu cuerpo que no me comería a besos y mordiscos
  • Te estás desviando del tema (yo me estaba excitando y le tome la mano acariciándola)
  • Es que me desconcentras joder
  • PRENDAAA y van cinco, di “jolines” no suena tan mal
  • Tuve novia hasta el año pasado, pero aparte de que no compartíamos gustos, era totalmente vacía, solo hablaba de ropa y música, que por otra parte no era de mi gusto, además y muy importante para mí: no le gustaban los perros y no recuerdo donde leí, que las personas que no les gustan los perros, no son de fiar y al leerlo, me pregunté ¿Qué haces con esta?, así que adiós; el resto pecata minuta.
  • En cuanto a ti, siempre me llamaste la atención, tu gusto en vestir y como habíamos coincidido muchas ocasiones en el “pipi can”, recuerda que yo nunca o casi nunca hablaba, me limitaba a escucharos a los demás, incluso cuando venía mi madre o mi padre, pues me gusta mucho escuchar a la gente y observarla en su lenguaje corporal, pues una cosa es lo que dicen y la otra lo qué dicen sus gestos y miradas.
  • He leído bastante sobre ello y además hice un trabajo en el cole sobre este tema y me pusieron un diez
  • Genial (yo mientras seguía embelesada con la conversación, se notaba que era cien por cien sincera)
  • Me llamabas mucho la atención, pero había algo en ti, que me decía que, aunque se te veía feliz, tu mirada era de tristeza y me llevó a leer sobre ello y sobre las filosofías de la vida y comportamiento en las personas.
  • No entiendo como pudiste llegar a esa conclusión, siempre procuro ser muy discreta en mis conversaciones
  • Ese es el punto, la discreción, creo que era en ti, como una armadura y un escudo impenetrable, que habías colocado delante, para que nadie lo pudiera traspasar, por eso ese día en diciembre, después de haber coincidido tantas veces, me atreví a tocarte descaradamente; alguna que otra vez te había rozado solamente.
  • Si, ahora que lo dices no había pensado en ello, es cierto, sigue.
  • Desde entonces hasta este mes, te he estado observando, para ver cómo te podía entrar, pues a pesar de vernos en el parque y que me has evitado bastante cambiando de parque y no coincidir en el ascensor, esto es lo que me dió la pista. Me evita, no porque se sienta molesta, sino porque le da miedo lo que no controla. Por eso te abordé en el ascensor el otro día cuando te caíste por los nervios que llevabas encima.
  • Me caí por tu culpa, cielo
  • A partir de ahí, aquí estamos, eres la mujer perfecta, te besaría y follaría a cada momento, me encanta que la gente te vea y que te dejes tocar delante de mí, como los chicos de la plaza de Sarriá, me encanta que te muestres y enseñes, que saques lo que llevas dentro de ti, que nadie te maltrate, como el imbécil de tu marido, que no sabe lo que tiene en casa y seguro que sale a buscarlo fuera.
  • Cielo, no hubiera esperado jamás, pero jamás una confesión así, ni de coña
  • PRENDAAAAA cinco a uno, ya remonto
  • Jajaja, cierto. Nunca me hubiera esperado algo así. Te confesaré algo: estoy terriblemente excitada tan a punto de correrme que disculpa, pero voy al servicio. Estoy muy nerviosa.

Entré en el servicio de señoras y tuve qué sentarme en la taza y limpiarme bien, pues estaba totalmente empapada de mis flujos y mis pezones a punto de reventar de la excitación, era increíble lo qué Alex en pocos minutos me había dicho y hecho sentir.

Ya repuesta al cabo de unos minutos, regresé a la mesa, donde a diferencia de “alguien”, Alex no había continuado comiendo, sino que me esperaba para continuar comiendo los dos.

  • Yo: ¿por qué te has esperado?, come
  • No hay ninguna prisa, he salido a la puerta a fumarme un cigarrillo. Ahora te toca a ti.
  • Yo: una pregunta más: ¿tomas drogas o cualquier sustancia?
  • Alex: jamás, la única droga que tomo es el cigarrillo y nada más ¿por qué?
  • Por qué, no me gusta la gente que fuma porros y toma drogas
  • A mí tampoco. ¿estás mejor?
  • Si, mejor gracias
  • Alex: Te toca a ti.
  • Xxx: Pregunta
  • No, dime lo que creas que tienes que decir, simplemente se tú.
  • Tengo 52 años, estudié ciencias económicas, hice un máster como sabes en la Universidad de Deusto y un doctorado en economía, me casé con treinta años, con Héctor, el que es mi marido, que era mi novio de toda la vida, a quien ya conoces, vivimos en el piso que me regalaron mis padres y no tengo hijos (mientras hablaba, me desabroché un par de botones)
  • Alex: no sigas con los botones que te asalto en esta misma mesa, joder
  • PRENDAAAA
  • Esa no cuenta, es culpa tuya
  • Jajaja
  • Alex: sigue
  • Tres años después de casarnos, dejé el despacho de la empresa de mi padre, pues quería tener un hijo, pero no conseguía quedarme embarazada y lo achaqué al stress por culpa del trabajo; al final nos hicimos unas pruebas y resultó que soy estéril, que mis óvulos no son buenos y no se puede arreglar ni con tratamiento médico, así que me resigné a no tener.
  • Alex: pero podríais haber adoptado un niño o una niña.
  • Yo, si hubiera querido, pero mi marido dijo que no iba a criar un hijo que no fuera suyo, así que nada, únicamente me llena mi sobrino, del que soy madrina, que es el capricho de su tía.
  • Alex: toma, menudo egoísmo, lo dicho es imbécil, sigue y perdona por interrumpirte
  • No importa, no te preocupes
  • Como ves, llevo veintidós años de casada de los cuales diecinueve, me dedico a estar en casa, actos sociales y obras de caridad a través de la fundación de mi familia, que crearon mis abuelos.
  • Siempre he sido una mujer discreta, aunque a veces conversando con amigas del club, ellas cuentan sus andanzas cuando están solas y desde luego, más de una tiene un rollo con alguno de los entrenadores del club o con otros de fuera.
  • Siempre que cuentan sus aventuras, a veces creo que las exageran para molestarme, lo consiguen, pues, nunca había pensado en que yo actuaría como ellas; (mientras hablaba, inconscientemente puse mi mano dentro del vestido y me acaricié el pecho, lo curioso es qué Alex, ni se inmutó, me escuchaba con mucha atención y eso me gustó)
  • Siempre he sido una mujer fiel, hasta este diciembre pasado, pues creo que se puede ser infiel no solo de obra, sino también de pensamiento.
  • Cuando me tocaste en el ascensor, al llegar a casa, me puse a llorar, por la situación tan embarazosa que me hiciste pasar en él. Más no sé muy bien el porqué, al cabo de un tiempo, sin más comencé a pensar en ti y me excitaba mucho en el acoso tan descarado y al mismo tiempo placentero al que me sometiste; incluso, procuraba no salir al parque a la hora habitual, cambiar de parque o que la chica sacara a Duc o mi marido para no cruzarme contigo, tenía miedo y ganas de verte al mismo tiempo, pero no era lo correcto.
  • A veces desde la terraza te veía en el parque de arriba delante de casa y se me erizaba toda la piel y me excitaba. Mi mejor amigo de la infancia es un especialista muy renombrado y después de pensarlo mucho le llamé y quedé con él para explicarle lo qué me sucedía a raíz de nuestro primer encuentro.
  • Mi amigo, me dijo qué quizás debería considerar qué hay vidas diferentes de la que yo llevo y que mi estar en ese momento, podría deberse a una lucha interna qué debería analizar en profundidad.
  • (Alex, seguía escuchando con una gran atención, sin interrumpirme, en cualquier conversación, seguro qué mi marido me habría cortado un montón de veces)
  • Cuando hace unos días, en el ascensor me hablaste de nuevo, me asusté, pero debo reconocer que me sentí acosada y me gustó, aunque me puse tan nerviosa que, al querer alejarme de ti, como su fueras el diablo, me caí; y el resto de la historia es hasta hoy.
  • Fíjate en mi cambio, mantengo relaciones sexuales con un chico de diecisiete años, hago y me dejo hacer todo lo que él quiere, le miento a mi marido y a mi madre, dejo que me toque gente qué ni conozco, como si fuera una ninfómana, pero reconozco que, no solo me gusta y lo disfruto, sino que ahora mismo, explicándote esto, me estoy excitando muchísimo. Además, la incongruencia es que siempre he sido y procurado ser una señora en cualquier comportamiento mío. Me preocupa, porqué siento que necesito verte y tenerte cerca; no sé qué será de mi vida en el futuro, pero estoy hecha un mar de dudas.
  • Alex:jolines, como ves he cambiado la palabra. Jajaja
  • Jajaja, consigues hacerme reír, hace muchos años que no reía.
  • Alex: No sé muy bien, solo sé que te deseo desde hace mucho y de paso sea dicho me encanta el poder mimarte, consentirte y usarte sexualmente.
  • XXX: ¡uff!, no te cortas un pelo; mimarme, consentirme y usarme sexualmente dices, el problema es que me encanta que lo hagas y me da pánico lo que diría mi marido si se entera.
  • Alex: lo tienes fácil, mándalo al carajo, seguro que te pone los cuernos desde hace tiempo, si es que no hay algo más
  • XXX: ¿nos vamos?
  • Alex: si zorrita, paga que tú tienes pasta y yo no, que soy estudiante.
  • Jajaja, que morro, pero es cierto

Pagué y nos marchamos a casa, paseando por la riba, cuando llegamos, le dije a Alex:

  • Voy a llamar a mi madre, le diré que he estado liada y me olvidé de llamarla y tu deberías llamar a tus padres y diles lo que creas conveniente.
  • Ok, les diré qué me quedo en casa de un colega del cole que vive en Sitges, además cuando voy casi siempre me quedo para salir y no tienen su teléfono, aunque lo conocen, porqué ha estado en casa

Marqué el número de mi madre:

  • Mamá: disculpa, pero he estado liada y se me ha ido el santo al cielo, me quedaré esta noche, pues estoy cansada del madrugón y bajo mañana cuando me despierte
  • Bien hecho hija, así te relajas y si hace buen tiempo aprovecha para estrenar la piscina de agua salada
  • Si, ha hecho un día soleado, pero quería recordar viejos tiempos, cuando nos llevabas a ver los delfines en Calders y me ido a bañar ahí.
  • Genial, bien hecho
  • Saldré a cenar y puede que tome algo en el paseo donde está La Sal, que han puesto en la terraza coctelería.
  • Un beso mamá, te quiero
  • Y yo hija, descansa

Al colgar Alex me abrazó y me dio un beso super tierno (como sabía el granuja)

  • Espera que voy a llamar a mi marido, estate quieto y no hables.
  • Ok, no hablaré, pero no te prometo que me quede quieto
  • Por favor, no hagas una barbaridad

Marqué el telf. de Héctor y Alex pegó su oreja al móvil para escuchar, aprovechando para ir desabrochando mi vestido y tocarme, lo que me puso super nerviosa de miedo y excitación

  • Aló, respondió Héctor
  • ¿cómo qué aló?
  • Perdona, es que he estado hablando con unos clientes de américa latina y la costumbre de responder así. Dime, que tengo trabajo, ¿qué quieres?
  • Decirte solo que me quedaré a dormir y bajaré mañana, porqué estoy muy cansada del madrugón, por favor saca a Duc.
  • Joder, a ver a qué hora acabo y si puedo la saco si no que haga lo que sea en la terraza y ya lo limpiaran. Venga adiós que ando liado.
  • Adiós
  • Alex: perdona, pero me reafirmo, este tío es un imbécil integral
  • Ya, ya lo ves.
  • Mándalo a hacer puñetas, tú no te mereces una mierda, si, mierda así a tu lado

Me besó profundamente, y me desnudó por primera vez suavemente y yo a él, me tocaba mis pechos y los presionó pellizcándome fuerte; yo le arañaba la espalda y el pecho, me volteó y me dijo qué me enseñaría el 69

  • ¿qué es?
  • Ya lo verás, tú me la chupas a mí y yo te como el coño a ti

Me propuse chuparla mejor cada vez, y me agarraba a su culo para que su polla (como él dice) no se me escapara.

Alex me ponía su lengua en lo más profundo de mi vagina y alternaba con succiones profundas, morderme suavemente el clítoris y pellizcarme y abofetearme los pechos.

  • Me encanta lo que me haces Alex, Dios qué placer
  • Calla y chupa puta, disfrútalo, ordeña tu grifo y saca toda la leche que hay o esta noche te rompo el culo durante toda la noche hasta la madrugada

Acabamos teniendo un orgasmo maravilloso los dos al mismo tiempo, tomando nuestras eyaculaciones hasta dejarnos bien ordeñados los dos.

Continuamos por un rato abrazados y nos dormimos profundamente en el sofá hasta la hora de cenar.

Nos despertamos a eso de las ocho de la tarde, después de dormirnos abrazados y sin movernos ni uno ni el otro.

  • Alex cielo, ¿te apetece qué salgamos a cenar?
  • Lo que tú prefieras, a mí me vale
  • Voy a darme una ducha que voy hecha unos zorros, me visto y nos vamos.
  • Ok

Pensé que Alex vendría mientras me duchaba, pero no, le escuché que se metía en la piscina y me dio un poco de pena el pensar, que no le había ofrecido bañarse en ella.

  • Genial, acabas de estrenar la piscina con el agua salada
  • Perdona, no recordaba que me habías dicho que era nueva
  • No, no es nueva, lo que es nuevo es el sistema de agua salinizada, pero me gusta que hayas sido tú, el que la estrena
  • Pues se está de maravilla, entra
  • Ni hablar, que, si no, no salimos de casa, ven toma, he cogido una guayabera del armario de mi padre, que usáis la misma talla creo una “XL” ¿no?
  • Si, esa es mi talla. ¿pero no será del imbécil, no sea que se me pegue la imbecilidad?
  • No, no lo es, es de mi padre de verdad
  • Que guapa, me gusta
  • Vamos, le dije, yendo hacia el garaje.
  • ¿dónde vamos?
  • A Roses a cenar ¿qué prefieres carne o pescado? (hasta me permitía hacer bromas, cosa que, nunca hice con mi marido).
  • Me da igual, mientras el postre siempre seas tú
  • Zalamero, (lo besé y salimos)

Mientras íbamos hacia Roses, charlábamos de cosas intrascendentes algunas y otras no tanto. Cuando llegamos pasé por delante del TXOTS, que es una sidrería vasca, a la que fui una vez con unas amigas. Entramos y nos dieron una mesa en el exterior para poder fumar; comimos un excelente chuletón de buey para dos y tres botellas de sidra vasca, que pasa muy bien, el postre y un café descafeinado yo y Alex un capuchino.

Eso sí, durante la cena, me desabroché un par de botones del vestido, diciéndole a Alex:

  • Este vestido a ver si no me lo rompes, que al final me arruinaré en ropa
  • Jajaja, pues tentado estoy
  • Cada día estás más buena, eso son los cuidados que te doy, el sexo rejuvenece
  • Jajaja, tonto (al mismo tiempo qué empezaba a excitarme)
  • Yo: no te des la vuelta, en la terraza que hay detrás de ti, hay un chico, que no deja de mirarme y de guiñarme el ojo, tocándose en el pantalón cuando lo hace. Supongo que debe pensar que somos madre e hijo.
  • Alex: devuélvele la mirada con una sonrisa y mójate los labios cuando lo hagas, mira así, dijo mostrando como hacerlo
  • Así lo hice y el chico empezó a presionarse y acariciarse sobre su pantalón sacándome la lengua (yo empezaba a excitarme mucho, sintiendo como me mojaba)
  • Alex: espera, voy al baño, ya vuelvo
  • Yo: cuando Alex se levantó, el chico de enfrente, se acercó
  • Chico: hola preciosa, ¿quieres venirte a tomar algo cuando acabes de cenar?
  • Yo: no sé, le pregunto a mi hijo, que va a hacer él
  • Chico: vente qué nos lo pasaremos bien
  • Yo: ¿tienes coche?
  • Chico, no, moto
  • Yo: vete, que viene mi hijo

En ese momento, llegó Alex

  • Alex: ¿qué? Vino ¿no?
  • Yo: si, me ha dicho que, si quería ir a tomar algo con él, es increíble
  • Alex: ya te he dicho, que eres un pibón de mujer, que a poco que muestres y sonrías te llevas al que quieras. ¿Qué le has contestado?
  • Yo: que te iba a preguntar lo que tú querías hacer. Me ha dicho que tiene moto
  • Alex: buena respuesta, de eso nada, de irte en moto con él, yo no tengo carnet y no sabemos dónde puede llevarte, además por tu cara veo que estás más caliente que un café. jajaja
  • Yo: jajaja, claro
  • Alex: espera, solo míralo y sonríe acariciándote el pecho

Alex se levantó y se fue hacia el chico qué tendría. Aproximadamente unos 25 o 26 años

  • Alex: hola, me ha dicho mi madre que la has invitado a tomar algo (el chico me lo dijo después Alex, era marroquí), no te cortes tío, entre mi madre y yo no hay secretos
  • Chico: bueno si, si ella quiere, pero por aquí mismo, cerca
  • Alex: mira vamos a hacer lo siguiente: yo le digo a mi madre que ok, me ha dicho mientras cenábamos que te estabas tocando los huevos mientras la mirabas y he visto que ella te sonreía y se metía la mano dentro del vestido; como la conozco y sé de que va, harás lo que yo te diré ahora: agarras tu moto y te vienes detrás de nosotros, puedes hacer y haz lo que te dé la gana con ella, menos follártela, dale duro, pero la cara ni se la toques, por el resto haz y que te haga lo que tú quieras. ¿estás conforme?
  • Chico: joder, claro
  • Alex: recuerda, yo estaré cerca por si acaso, pero de follar nada de nada
  • Chico: De acuerdo
  • Alex: venga vamos, nosotros tenemos aparcado el coche ahí donde los taxis, vente detrás con la moto
  • Chico: ok
  • Yo: ¿qué ha pasado?
  • Alex: le he dicho que de irse solo contigo ni lo piense, que de follarte nada de nada, del resto lo que queráis, que puede hacerte lo que quiera menos follarte y golpearte la cara.
  • Yo: Dios mío Alex, que locura
  • Alex: venga espabila, que el chaval te tiene ganas y tú también, te lo noto

Nos levantamos y fuimos hacia el coche, seguí como si fuera a Cadaqués, ya que Alex me dijo si sabía de algún sitio más o menos oscuro y discreto, lo único que se me ocurrió fue el parking del karting frente a la gasolinera, donde llevo a mi sobrino a correr, cuando llegamos por suerte la gasolinera ya había cerrado y en el parking no había nadie.

Vi por el retrovisor que nos seguía una moto, mientras Alex, comenzó a tocarme la vagina metiendo sus dedos y chupándolos luego

  • Alex: jolines, como vas de caliente, el moro va a disfrutar de lo lindo y tú seguro que también, pues tienen fama moros y negros de tener unas pollas enormes, te lo vas a pasar en grande
  • Yo: me da miedo y además con un moro
  • Alex: sí, no seas racista, olvídate de todo y disfruta como una verdadera MILF, recuerda de follar nada de nada, yo estaré cerca por si acaso
  • Yo: si, estoy excitadísima

Cuando llegamos, Alex se bajó del coche y se acercó a él diciéndole de manera qué yo pudiera oírlo:

  • Alex: venga tío, toda tuya y recuerda no te pases
  • Chico: madre mía, voy
  • Yo: (el chico se acercó), ven sube
  • Chico: estás rebuena, (me agarró y me plantó un beso en la boca que casi de me deja sin aliento), me pones un montón, (me acabó de desabrochar el vestido y viendo que no había debajo)
  • Chico: ya venías preparada, así es como las mujeres me gustan: que no lleven ropa interior y lo más putas posible
  • Yo: tomé mientras vi su pene que era enorme, como había dicho Alex y me lancé a ponerlo dentro de mi boca, pero no me cabía, chupé desesperada buscando no su placer solo, si no el mío, que el chico acentuó metiendo alternativamente sus dedos en mi vagina y en mi culo (primera vez que alguien hacía eso)
  • Yo: dios, me encanta es enorme
  • Chico: chúpamela puta y disfruta de la polla del moro, al mismo tiempo que me daba un fuerte azote en el culo mientras con la otra mano seguía metiéndome los dedos dentro de mi culo, me dolió un poco al principio, pero enseguida se convirtió en placer
  • Yo: nunca había tenido esta sensación es divino
  • Chico: me voy a correr zorra, trágate toda mi leche, (mientras me azotaba y pellizcaba los pechos), trágate la leche del morito

Me tragué absolutamente toda su leche, sintiendo que me había tomado un postre delicioso, tragarme y saborear el semen es una sensación maravillosa.

Cuando Alex se dio cuenta qué habíamos terminado, se acercó diciendo:

  • Alex: Venga mamá, que ya vas servida por hoy y tú, ya puedes irte
  • Chico: muchas gracias, a ti sobre todo puta, cuando quieras repetimos.
  • Alex: de eso nada, nunca repite y si algún día la ves o la encuentras, pasas de largo sin decirle nada o tendrás problemas; de todas formas, gracias a ti, por haberla complacido
  • Alex: chao y tú, venga arranca y vamos a Gerona a casa
  • Yo: si, cielo, adiós

El chico salió delante de nosotros y yo, comprendí lo qué había dicho Alex, de ir a casa a Gerona, por lo que tomé dirección hacia Figueres, para más tarde dar la vuelta y comprobar que no nos seguía.

  • Alex: te das cuenta de lo que te explicaba, de cómo levantas pasiones a poco que te insinúes o muestres cuerpo
  • Yo: si, nunca lo hubiera imaginado, es increíble que no me hubiera dado cuenta. No te beso porque me he tragado su leche, pero espera que llegamos pronto a casa.

Mientras de regreso, Alex me dijo que le contara como me sentía y con detalle, lo qué me había hecho:

  • Yo: tenía una polla muy grande, no imaginaba qué pudiera existir algo así, casi no cabía en mis manos
  • Alex: si casi no cabía, no era de las enormes que tienen los negros, eso sí son monstruos, ya veremos alguna peli y lo verás.
  • Yo: apenas se la sacó, me puso mi cabeza y su polla dentro de mi boca y comencé a chupar como una desesperada, al principio sentí como vergüenza, pero después me olvidé de todo y solo quería chupar, mientras él, me metía los dedos en mi vagina, provocando mayor excitación en mí y de pronto sacó los dedos y me introdujo un dedo mojado con mis flujos dentro del culo, fue una sensación muy extraña, luego dos y luego tres; primero me dolió un poco, pero luego sus dedos mojados iban entrando y saliendo de mi culo provocándome una excitación divina, mientras hacía esto, con la otra mano, presionaba y me pellizcaba el pecho al mismo tiempo que me azotaba tanto en el culo como en el pecho, era una mezcla de dolor y placer muy grande.
  • Alex: bien hecho y ahora ¿cómo te sientes?
  • Yo: con ganas de llegar a casa, hacerte el amor y tener un orgasmo.
  • Alex: ¿solo uno? pues dale cielo, que a eso vamos

Cuando llegamos a Cadaqués, ya dentro de casa, casi no nos dio tiempo de llegar a mi habitación, yo terminé de quitarme el vestido y fui al baño a darme una ducha rápida y sobre todo lavarme bien la boca, no quería tener ni el olor ni el sabor del moro en mi cuerpo y Alex se quitó la ropa; nos fundimos en lo que, hasta ese momento, era el beso más apasionado que me han dado y he dado en mi vida.

Alex, recorría con sus caricias todo mi cuerpo y cada rincón de él y yo del suyo; nuestra excitación era tan grande, que no teníamos ningún límite, yo por mi parte ni pensaba en que estaba siendo infiel, no solo a mi marido, sino a mis principios y a la educación que había recibido, todo me daba igual, solo deseaba ser suya y sentir que él era mío.

Le chupaba su polla, que, para mí era el mejor de los manjares, le pellizcaba, le mordisqueaba y Alex, me presionaba los pechos, me tiraba de los pezones, pero era una sensación de placer y dolor insuperable de magnífica.

Alex, introdujo sus dedos en mi vagina, dos, tres o cuatro, no sé cuántos, solo sé que cuando él lo decidió me penetró con fuerza e intensidad, de tal forma que llegamos a un orgasmo copioso rápidamente.

Nos quedamos extenuados uno encima del otro, sin qué Alex saliera de dentro de mí, lo que me encantó, pues al poco rato, noté como su polla volvía a estar muy dura y él también se dio cuenta, solo me dijo:

  • Alex: date la vuelta
  • Yo: si cielo

Me di la vuelta, Alex me separó mis nalgas y con mucho cuidado, fue penetrándome por primera vez en mi vida por el culo, solo tuve una pequeña molestia al principio, creo porque estaba muy lubricada.

  • Alex: si te duele, no aguantes, avisa y paro
  • Yo: no cielo no me duele, solo es una pequeña tirantez
  • Alex: siento que es como si me entregaras tu virginidad, me encanta, mientras acababa de introducir su polla dentro de mi
  • Yo: es que te la estoy entregando, te juro que nadie ha entrado dentro de mí por detrás.

Alex, incrementaba sus acometidas de una forma que me hacía ver el cielo y las estrellas, nunca imaginé el placer que estaba recibiendo, me azotaba el culo, me hacía levantarme sin salir de dentro de mi culo y cambiar de posición, me presionaba y azotaba los pechos, (hasta me dejó algún moretón que otro), me decía:

Alex: eres lo mejor de lo mejor, la mujer perfecta, divina, eres como una droga que si se prueba una vez no se dejará nunca.

  • Yo: tú también mi cielo, me siento tan llena de ti, que no me separaría nunca de ti, eres perfecto mi cielo.

En ese momento, los dos tuvimos un orgasmo fantástico, que sin lugar a dudas, hasta ese día fue el mejor de toda mi vida, me sentía llena de la leche de Alex, tanto en mi vagina como en mi culo, sentía el calor de su semen dentro de mí.

A partir de ese momento, no recuerdo, nada más, si no qué nos quedamos dormidos abrazados y qué nos despertamos siguiendo todavía abrazados, dándonos un gran beso de “buenos días.