Capítulo 3
Durante toda la semana no he visto ni he hablado con Alex, tan solo nos hemos escrito por whats, cada día sobre las 4 y media – 5 de la tarde; transcribo alguna de las conversaciones que hemos mantenido:
- Alex: Hola preciosa ¿qué tal vas hoy?, ¿qué has hecho?
- Yo: He estado preparando la ropa de verano con la chica del servicio, pues a primeros de junio me marcho con mi madre a la costa brava
- Alex: espero que seas buena chica y me guardes ausencia
- Yo: Por descontado, no te preocupes
- Alex: ¿Estás manteniéndote depilada? No te olvides
- Yo: Para nada me olvido, ya te dije que cuando me comprometo a hacer algo lo cumplo
- Alex: Bien hecho, así me gusta. No te pregunto ¿qué llevas puesto?, eres absolutamente libre de ir como quieras, cuando no nos veamos o estemos juntos; pero sería bueno para ti creo que siguieras vistiendo sin ropa interior, te hará sentir más libre.
- Yo: Deja que te cuente algo: este jueves estuve en el corte inglés de plaza Cataluña y aunque llevaba unos jeans, me puse una blusa blanca sin sujetador, (al principio no pensé en hacerlo, pero le había prometido a Alex que lo haría, el ir sin ropa interior).
- Alex: Me imagino el revuelo que armarías a tu alrededor. Genial
- Yo: Estuve en la planta de deportes, para comprar un kayak para mi sobrino de trece años, el hijo de mi hermana pequeña y el vendedor estaba más pendiente de ver mi pecho, que de lo que tenía que venderme; hasta me hizo descuento.
- Alex: ¿Te sentiste bien?
- Yo: La verdad es que entré un poco cortada, pero justo en la escalera mecánica se pusieron detrás de mí, dos chicas que también iban sin sujetador y eso me hizo desinhibirme un poco, hasta me desabroché un botón más de la blusa, lo que me hizo pensar en ti de inmediato, pensando que te gustaría verme así.
- Alex: Me hubiera encantado.
- Yo: ¿Qué tal te ha ido la semana con los exámenes?
- Alex: Creo casi seguro que he sacado la selectividad, pero como he estado todo el año dándole duro, no creo que tenga problemas para sacar nota.
- Yo: Cuéntame que quieres estudiar
- Alex: Voy a estudiar Derecho y Economía a la vez en la Universidad de Deusto en Bilbao, si saco la nota del corte, me favorece también que he estudiado en San Ignacio en Barcelona.
- Yo: Es una muy buena universidad, yo hice allí el European & International Business Management
- Alex: jodo, que casualidad, ya hablaremos y me das consejos de donde quedarme en Bilbao y donde ir.
- Yo: Por supuesto, me encantará. Creo Alex que la carrera que has elegido es “la centenaria” ¿es correcto?
- Alex: Si, así es, es el doble grado
- Yo: Aprovecha de verdad, porqué es una muy buena universidad y el sistema de estudios de los jesuitas es fantástico. De todas formas, cualquier cosa que necesites me dices y te ayudaré
- Alex: Lo dicho, eres la mujer perfecta, divina, lástima que no estamos juntos ahora, pero te comería a besos.
- Yo: Ya me dirás cuando quieras que nos veamos (esa frase salió de dentro de mí, totalmente sincera, tenía ganas de verlo), has despertado en mi persona, algo que nunca hubiera imaginado que existiera.
- Alex: Un besote zorrita mía, te aviso esta semana y nos vamos a dar una vuelta o a comer. ¡Tú pagas que soy estudiante y no tengo un duro! Jajaj
- Yo: Por supuesto cielo, espero tu llamada.
Alex me ha escrito este mediodía, diciendo que, si quería y podía, hoy lunes y mañana tenía todo el día libre y podríamos vernos; me lleve un sobresalto, pues el clic del whats, sonó justo estando comiendo en el Jardinet, con mi esposo, que me preguntó:
- Héctor: ¿Quién es?
- Mi madre (respuesta rápida e inconsciente), me dice que, si puedo en estos días acompañarla a Cadaqués a preparar la casa, pues vienen a limpiarla a fondo, para prepararla para las vacaciones.
- Cojones con tu madre, siempre hay que estar a su servicio.
- No tengas esas expresiones con mi madre, sabes que no me gusta que hables así de ella; luego la llamo.
- Sal y llámala ahora que cuando quiere algo se pone muy pesada.
- Está bien, ahora vuelvo. (siempre usa ese tono despectivo con mi madre y nunca me ha gustado).
Me levanté de la mesa del restaurante, disgustada de veras, por la respuesta de mi marido y salí un momento al jardín y de paso fumarme un cigarrillo, pues cuando se refiere a mi madre en esos términos me molesta mucho. Le escribí a Alex diciéndole:
- Bien ¿y tú?
Sonó el teléfono.
- Alex: Hola mi zorrita ¿tantas ganas tienes de verme?
- Yo: Hola cielo, la verdad es que sí, creo que sí, pero tengo mucho miedo
- Alex: Eso es bueno
- Yo: Cuando me has enviado ahora el mensaje, estaba comiendo con mi marido en el restaurante y al preguntarme ¿quién era?, le he dicho instintivamente que era mi madre, que me pedía si podía subir a Cadaqués, en estos días porqué vienen a limpiar, lo cual es cierto, de hecho, tenemos que subir a primeros de junio, pues se viene mi sobrino con nosotras.
- Alex: Cojonudo, te vas a pasar un verano de cine. Venga hasta luego, chao
Solo con este simple comentario de Alex, sentí que me humedecía de inmediato
Llamé a mi madre y le dije que me avisara el día que quiere subir, que, si quería mañana mismo, necesitaba desconectar un poco.
- Mamá: Bien hecho, hija, a ver si te despegas un poco del imbécil de tu marido, que te tiene enclaustrada como una monja.
- Yo: Mamá por favor, no empieces (mi madre odia a mi marido, dice que es un aprovechado y trepador, nunca se ha fiado de él).
- Mamá: Vale está bien, pero que sepas que me parece genial, ahora llamaré a Carmen la de la limpieza, que venga sobre las 10
- Yo: Bien mamá, adiós, un beso, te quiero.
El regreso a la mesa, mi marido ya había terminado de comer y se había pedido su café (su falta de delicadeza es constante)
- He pedido que te retiren el plato y si quieres te lo recalientan en un momento.
- No, no importa, termina tu café y nos vamos, que voy a preparar demás unos papeles, para ir al ayuntamiento mañana y así remato el tema de la obra que han hecho mis padres en la piscina. (habían encargado una pérgola para cubrirla opcionalmente y poner una salinizadora para tener la piscina de agua salada).
- Joder con los caprichitos de tu madre
- Al fin y al cabo, es su casa y puede hacer lo que quiera
Pagó la cuenta, nos levantamos y nos marchamos.
Mi marido me dejó en casa y se marchó a no sé qué reunión, me acosté en el sofá para hacer la siesta, con la televisión en marcha, y me dormí sin poder sacar de mi cabeza las situaciones vividas.
Mi marido me llamó para decirme qué no venía a cenar qué se iba con unos clientes del despacho.
- Marido: cena tu y no me esperes, vendré tarde
- Bien, pero recuerda qué mañana me voy con mi madre a Cadaqués y nos marchamos pronto, saldré sobre las seis de casa
- Ok, nos vemos a tu regreso (sin más)
Sobre las 20:30, bajé a Duc, como cada día y como no, ahí apareció Alex esta vez con su perra bull terrier, a la que Duc adora (Duc es mi perro bullmastiff).
- Hola vecina
- Hola Alex, hacía días que no bajabas
- Es que Shira estaba en celo y entre que ella iba caliente y que hay mucho perro caliente por aquí, no vayamos a tener un susto.
Dijo esto, mirándome fijamente, era claro que iba con toda la intención, lo que me incomodó un poco que lo dijera delante de todas las señoras y señores que allí estaban; sin embargo, sentí como un cosquilleo de morbosidad, por la forma en que lo dijo.
Cuando ya me marchaba, me dijo
- Espera vecina, me voy contigo
- De acuerdo, vamos, le dije
- Desde luego xxx, cada día estás más buena, destacas entre todas las estiradas del parque y no digamos de las pijas muertas de hambre del club
- No digas eso, son todas señoras respetables y gente de bien
- Que te lo crees tú, si escucharas alguna de las conversaciones que tienen mi madre y sus amigas, te sorprenderías, lo golfas que son, incluida mi madre.
- No te puedo creer
En ese momento entramos en el portal y en el ascensor
- ¿quieres entrar? Mi marido está de cena y no vendrá hasta tarde, casi de madrugada
- Vaya, otro imbécil que se busca una querida y no sabe ver lo que tiene en casa
- No, es que tenía una cena con unos clientes del despacho
- Ya, ahora voy y me lo creo, seguro que tiene más de una al mes o cada semana
Guardé silencio a la última observación de Alex, porque en el fondo, sabía que acertaba en lo de periodicidad de las cenas.
Entramos en casa y los perros se fueron directamente a la cocina a beber agua, Duc delante y Shira detrás
Alex me abrazó, levantando mi falda con una mano y pellizcándome el culo me dijo:
- ¿por eso querías que entrara no?, te va más la marcha que a un burro tonto, zorra
- No, bueno no sé, (mientras disfrutaba de sus manoseos y besos en mi cuello)
- Yo creo que si lo sabes, porque ya te has dado cuenta de que te pone un montón que te meta mano, te diga guarradas y esté por ti ¿verdad niña pija mía?
- Para por favor, eso no está bien
- Lo que no está bien, es que tu tengas hambre y no quieras comer, ni que dejes que te coman
De nuevo otra vez me rompió el vestido, abriéndolo y saltaron todos los botones, nuevo sus manos no dejaban de recorrer todo mi cuerpo, pero especialmente una de sus manos, volvía una y otra vez a entrar sus dedos dentro de mi vagina, provocando que mi excitación llegará a límites desconocidos; tuve dos orgasmos consecutivos y cuando estaba a punto del tercero.
- Agáchate y chupa, pero si me muerdes te pego una ostia y no me ves más
- No cielo por favor, te prometo qué lo haré bien esta vez
Tomé su glande en mi mano, era mayor qué el de mi marido, supongo por la juventud de Alex, con mucho cuidado, comencé a darle besos en la punta y a lamerlo en su totalidad, al introducirlo en mi boca, noté un sabor qué nunca había probado, una mezcla de salado y dulce al mismo tiempo.
- Sube y baja la mano, mientras lo tienes en la boca y apriétalo
- Si, mi cielo
- No hables, (dándome unos golpes con su pene en mi cara), solo chupa que vas bien
Asentí con la cabeza y debido a mi excitación, aceleré tanto el sorber su pene como si quisiera tragármelo, como la velocidad de mis manos, mientras él, me ayudaba en el ritmo del movimiento de mi cabeza.
- Voy a correrme, (dijo Alex), ni se te ocurra sacarte mi polla de la boca, zorra mía
- Asentí con la cabeza
Un espasmo que me sorprendió por parte de Alex, provocado por la eyaculación qué estaba teniendo, llenó mi boca de su semen
- No te lo tragues todavía, saboréalo
- Ahora, trágatelo y saboréalo todo, como si fuera el mejor zumo que te has tomado en tu puta vida de señora
Me lo bebí todo y me supo a gloria, era la primera vez en mi vida que tomaba semen (ahora estoy segura, que no será la última, de ello, se encargará Alex).
- Dios, me encanta es caliente y delicioso, parece leche
- Esta es mi leche zorrita mía y solo es para ti, este grifo, solo es tuyo, ahora límpiamela y no te dejes nada sin aprovechar
Le lamí no solo el pene, sino también los testículos como si estuviera rebanando un plato completamente, mientras tuve un nuevo orgasmo diferente de los otros, pero no por ello menos brutal.
- Termina, que ahora me toca limpiarte a ti
Metió su boca y sus dedos en mi vagina, mordisqueando mi clítoris, sorbiendo todos mis flujos de tal forma que, por su aspiración, tenía la sensación de que todos mis órganos iban a salir por ahí, qué maravilla; mi respiración se aceleró muchísimo, al punto de una taquicardia y alcancé el mejor orgasmo de mi vida, eyaculando en tal forma, que ahora al recordarlo me da mucha vergüenza. Alex, se tomó todos mis jugos, pero parecía un grifo abierto y no dejaba de fluir.
- Me matas de gusto cielo
- Es de lo que se trata, de que disfrutes de tu cuerpo y que hagas disfrutar, el completar de esta manera y de otras, significa que sacas todo lo que llevas dentro, de reprimida por esta mierda de sociedad.
- Creo que tienes razón, (mientras me abrazaba a él con fuerza besándole y él a mi), pero es como me educaron, con la frase de “una señorita debe ser siempre una señorita y de señora igual”
- Vaya chorrada, ya ves que no.
- A todo esto, he tenido una idea ¿te apetecería venir conmigo mañana?, ya te dicho que iré a Cadaqués todo el día, lo único que hay qué madrugar
- ¿qué si me gustaría?, ya tardabas en tener esa idea
- Es casi medianoche, mi madre, seguro que aún está despierta viendo la tele, deja que la llame, no hables ni hagas ruido
- Marque el número de mi madre. ¿mamá?, como de costumbre, sabía que estarías despierta
- Dime hija
- Estaba preparando lo papeles, para ir de paso al ayuntamiento, pero como sabes hay que ir muy pronto, a las ocho, por lo que tenemos que madrugar y salir a eso de las cinco, pues tenemos dos horas y media largas, o sea que te pasaré a buscar a las cinco de la mañana. (toda la conversación con Alex pegando su oreja junto a la mía, escuchando)
- Por Dios, no me voy a pegar ese madrugón a mi edad, ¿sabes? a mí, no me necesitas para nada ni en el Ayuntamiento, ni en casa. ¿te importaría por favor ir sola hija?
- Claro que no mamá, para nada, es por eso por el que te he llamado, porque es una barbaridad que te pegues ese madrugón
- Muchas gracias hija, ve con cuidado y me llamas cuando llegues. Por cierto: en el armario del office, hay un juego de llaves de repuesto, dáselas a Carmen.
- Así lo haré mamá. Te quiero
- Yo también te quiero
Ni yo me creía lo que acababa de hacer, como había girado la voluntad de venir de mi madre (cierto era lo del madrugón), para buscar la excusa de que pudiera venir Alex, quería estar con él
- Menudo personaje estás hecha: además de belleza, sensual y zorra, eres más que inteligente, no, qué digo “brillante”
- Gracias mi cielo, ¿no te pondrán problemas en casa?
- Ninguno, como ya hace sol, les dejaré una nota diciendo que me ido a la playa temprano a Sitges, a ponerme moreno y que pasaré el día allí.
Nos dimos un beso fantástico y Alex ¿cómo no?, se despidió con un pellizco en mi vagina
- Te veo a las cinco princesa
- De acuerdo, espérame abajo en el garaje en la segunda planta
Apenas Alex se marchó, revisé los papeles que tenía que llevar al Ayuntamiento, los puse en una bolsa y me acosté pensando en Alex.
Alex me desconcierta mucho, yo que siempre he sido una mujer centrada y que me gusta hacer las cosas ordenadamente; precisamente esta semana se lo dije a mi amigo, que es catedrático de sociología y doctor en antropología.
- No sé que me ha pasado con Alex, pues aparte de que me trata en algún la mayor parte de las ocasiones muy educadamente, en cambio cuando me abraza o me toca, me trata de zorra y putita.
- Sinceramente no sé a dónde quiere llegar, pero creo que, es un muchacho a pesar de su juventud, tremendamente inteligente, es manipulador, pero ante todo sabe hablarme y sabe sacar cosas de dentro de mí que jamás hubiera imaginado.
- Amigo: No te preocupes creo firmemente qué no es por hacer yo el estudio, que quizá estabas destinada, a conocer otra forma de vida diferente absolutamente a las que has estado acostumbrada durante toda tu vida. Lo importante es qué sepas diferenciar una de otra y que pienses qué tomes la decisión qué tomes puede ser definitiva, es decir, no entiendas por definitiva, que es un camino u otro, sino que, si tomas una decisión de cambio indudablemente, afectará a tu nivel emocional y que te repercutirá en tu forma de pensar y actuar frente a cualquier situación. Esta situación podría llevarte a tomar decisiones sobre tu vida, que quizás nunca te habías planteado. Te abrirá la mente y el punto de vista de tus miradas y objetivos, pero sobre todo te reafirmará a ti misma como persona.
- Te conozco lo suficiente, como para saber qué eres una persona decidida, pero al mismo tiempo muy condicionada por la sociedad y la posición social tuya y de tu familia; debes pensarlo y reflexionar sobre ello pues tomes la decisión que tomes, tanto si es seguir como hasta ahora, como hacer un cambio o conllevar ambas a la vez, no será lo mismo desde ese momento.
- Te entiendo perfectamente amigo mío, creo que tienes toda la razón, pero la verdad es que me siento diferente, me siento atendida, valorada y también que ese crío me ha demostrado que hay otro mundo diferente al que he conocido y no me refiero al sexo precisamente. De momento seguiré a ver, pues la verdad me siento muy bien cuando estoy con él.