Capítulo 3
Llegaron ambos uniformados, no podían evitar mostrarse ansiosos y a la vez temerosos de su reacción; no habían vuelto a verse desde que discutieron. Su presencia en blancos y almidonados uniformes contrastaba con la caleidoscópica exuberancia tropical a su alrededor.
La mañana estaba algo nublada y los céfiros llenaban el aire.
Al fondo, recortada contra el azul grisáceo del cielo en aquel momento, la figura de Anilem destacaba sobre el Gakan bukan, el peñasco más imponente de la isla. Miles de años de oleaje contra su base, le habían dado la forma de una gigantesca cabeza sin rasgos, pero con un cuello muy bien definido, de hecho eso significaba su nombre. Los nativos utilizaban aquel peñasco para las ceremonias de iniciación de los jóv
Muestra tu apoyo a Víctor Arturo y sigue leyendo esta historia
Compra esta parte de la historia y ayuda a los escritores a ganar dinero con las historias que te gustan.
Inicia sesión para comprar este contenido.
Al comprar aceptas las condiciones de compra.