Les dejo un relato muy reciente que me pasó hace dos semanas, ya les he mencionado En relatos anteriores, que mi profesión es ser masajista y entrenador físico.
Éste relato ocurre mientras estaban navegando en mi Instagram, y recibo un mensaje de un hombre, parecía un perfil normal, una persona como muy corriente. Donde me solicita informes sobre qué tipo de masajes doy y sobre cuál es mi tarifa y preguntas recurrentes de mi trabajo.
Hasta ahí todo parecía normal, entonces me contacta esta persona, me brinda su dirección y para sorpresa mía era a dos colonias de donde yo vivo muy cerca, a menos de 10 minutos, agendo la consulta y asisto de manera personal a su domicilio, me solicitaron el servicio de masaje relajante, paso al domicilio y comienzo a poner todos mis herramientas de trabajo, cuando de pronto sale una mujer de piel blanca, cabello largo negro, con una cadera enorme y con muchas curvas en su cuerpo.
Salen toalla y el esposo me solicita que para su mujer es el servicio, me comenta el hombre que si puede quedarse que si existe algún problema, yo pensando que era un hombre celoso, le dije que sí que no había ningún problema, comencé a hacer mi trabajo totalmente profesional, masaje delicadamente sus pies masajes tobillos, su pantorrilla, sus piernas y luego me brinca su espalda baja, ya que el hombre me decía e insistía que tocara debajo de la toalla que no pasaba nada que su mujer le gustaba mucho ese tipo de masaje, pero que él no podría dárselo porque nunca aguantaba la tentación, y entre risas, me comentó que terminaba penetrándola o haciendo más cosas y su mujer disfruta mucho de los masajes, termina el masaje todo normal, todo en orden, me retira a mi domicilio.
Y para mi sorpresa, al siguiente día, me vuelven a llamar aquel hombre, me vuelva a solicitar otra vez el servicio, pero esta vez me hace una pregunta, algo extraña y me dice que si hago algún otro tipo de masaje y yo le pregunto que a qué se refiere y me dice ven, necesito que lo platiquemos personalmente acudo a su domicilio y me comienza a comentar antes de ingresar, te quiero decir que a mi mujer le gustó mucho tu masaje y he de confesarte que yo me excité muchísimo al ver como ella lo disfrutaba, nosotros tenemos un fetiche o una fantasía que queremos cumplir y esperábamos a que tú nos pudieras ayudar a ella no sería gratis, obviamente pagaríamos lo que estuvo un horario.
Le pregunté de qué se trataba y me comenta, quiero que le des un masaje a mi mujer pero totalmente desnuda, quiero que toques todo su cuerpo frente a mí y le toques todo. Estimúlala, hazla sentir, ella disfrutó mucho tu masaje anterior y eso que no tocaste partes que fueran muy excitantes para ella. Yo la verdad estaba calentísimo mientras veía como la tocabas.
Quisiera ver cómo la pones caliente, quiero que hagas lo que haces como si tú fueras a tener una relación sexual provócala, incítala, haz lo que tengas que hacer y déjame ver todo. Yo no me interpondré ningún momento tú haz de cuenta que yo no estoy ahí ella y yo ya lo hablamos y ya lo decidimos, ambos queremos tener esa experiencia.
Para mí fue algo extraño y un poco inquietante, pero la verdad es que la mujer estaba buenísima y la ocasión anterior, yo también me puse muy caliente y moría de ganas por meter mis manos en sus nalgas que eran unas enormes nalgas y tenía unos hermosos pies, esta ocasión también iba a conocerle los pechos y tenía mucha curiosidad de verlos comencé dando masajes suaves delicados, pero luego comencé a besar ligeramente su cuello, su espalda, su espalda baja, me brinqué el área de su trasero y me fui hasta sus pies, comencé a besarlo suavemente meter un poco mi lengua entre sus pequeños dedos de los pies, comencé a besar sus tobillos y de inmediato no pude más y subí a su trasero.
Comencé a besar sus nalgas poco a poco iba abriendo cada una de ellas hasta poder ver su ano, tengo una costumbre bastante extraña, me gusta olerlos, en cuanto abría aquellas nalgas, hacer que mi nariz y aspiré hondo, guau, aquel olor era sumamente excitante mientras abrí su trasero, pude ver como su vagina y ya estaba mojando porque ya estaba soltando algo de lubricante, la voltea de frente y otra vez comencé por sus pies, mientras metí sus dedos a mi boca, podía sentir como la mujer se movía y retorcía un poco, mientras estimulaba ella misma su clítoris ya no pude más y subió hasta su cuello.
Comencé a besar el oído y meter mi lengua en él, luego a su cuello, mientras tocaba sus pechos, no solamente la oriola de los pezones, sino sus pechos desde el área de la axila delicadamente, y podía sentir cómo se erizaba su piel, y cómo se ponían duro sus pezones.
Sus pezones eran algo lindos, café, oscuros, medianos, eran bastante coquetos, se estimulando y luego bajé a ellos los besé, les pasé mi lengua, por encima, comencé a besar ligeramente y sacar un poco mi lengua, cuando bajaba por su vientre, a la altura de su ombligo por sus costillas, un poco abajo de su axila, y mientras continuaba besándole todo el cuerpo, ella seguía estimulando su clítoris.
Tenía una vagina entre rosa y café, con unos labios grandes y gruesos un poco de vello, púbico a los costados del clítoris, y su olor era muy húmedo tibio y muy excitante, me pidió que sacara a mi pene que el hombre y le pidió a su mujer que lo tocara.
Mi pene, estaba muy erecto, tengo un pene más o menos mediano de alrededor de unos 18 cm con una cabeza muy grande y redonda, como si fuera una mantecada, mis testículos colgaban y ella no dejaba de acariciarlos, me pidió que le hiciera sexo oral y él me dijo ignora que estoy yo aquí Y haz la tuya, como se te antoje, voltea a verla a ella, ya sentó la cabeza diciendo que sí, de inmediato baje a su vagina introduje, uno de mis dedos en su vagina, y luego el otro, mientras pasaba mi lengua sobre su clítoris, podía sentir como estaba muy mojada mi cara, y como escurrí entre mis dedos, una mucosidad saqué los dedos de ahí y los introducen en su culo, mientras no dejaba de chupar su vagina. Esta técnica me ha funcionado siempre, entonces cuando más excitada la tenía la puse en cuatro saqué mi pene, lo metí en su boca, lo metí hasta su campanilla jalaba de su cabello, y parecía que le estimulaba demasiado el que fuera brusco con Ella. Más duro, metió el pene hasta donde topaba y escuchaba como ella.
Quería vomitar que el hombre se sacó el pene y se empezó a masturbar y me decía, cógetela, cacheteala, es una puta, estírale el cabello, dale nalgadas duras fuertes, haz que se venga la muy puta, comencé a penetrarla muy suave, ya que entré por su ano, él me dijo, dale duro, le pregunté a ella ya sentó otra vez con su cabeza. comencé a darle una y otra vez, mientras ella metía una de sus brazos por entre sus piernas, y comenzaba a estimular su clítoris, mientras gemía eran unos gemidos deliciosos entonces me puse muy caliente porque me apretó los dos testículos, algo violento y me excitó, entonces entendí qué es lo que quería de mí comencé a darle nalgadas, pero muy fuerte y muy violentas.
Mis manos quedaban marcadas en su piel blanca, jalé de su cabello fuertemente, saqué mi verga de su ano, levanté sus piernas y le dije te la voy a meter toda puta me quité el preservativo, estaba demasiado caliente, metí mi verga dentro de su vagina y comencé a Arturo y dale duro y dale mientras la tomaba del cuello y cuando sentía que ella estaba muy excitada, le metí dos o tres cachetadas, pero muy fuertes y muy violentas.
Ella parecía volverse loca mientras la golpeaba la tomé del cuello y la apretaba mientras la sometía violentamente con mi verga adentro. Justo cuando estaba por venirse, él me pidió ser partícipe y dijo, déjame que La golpeó mientras yo la penetraba duro, él la cacheteaba y las tiraba del cabello y le golpeaba con su pene en la cara.
Esto querías es verdad puta, disfrútalo maldita puta aquella mujer no dejaba de gemir, cuando entonces yo ya quise venirme y me salí de su vagina, me acerqué a él y ambos pusimos nuestros penes en su cara.
Ella sacaba la lengua como loca le aventé todo el semen en la cara y él también mientras ella todavía seguía chupando la cabeza mientras salían las últimas gotas de mi semen.
Aquel hombre, muy contento y satisfecho, me pagó 5000 pesos, desde entonces me han estado solicitando el servicio cada jueves, pero la verdad tengo miedo que se me haga un vicio porque por qué un como ese no lo había visto jamás si te gustan mis relatos escríbeme un mensaje y te puedo compartir mi cuenta de correo o Instagram y te puedo mandar fotografías de todas estas anécdotas reales.
Hasta pronto.