Mi nombre realmente no importa, solo diré que soy del sur de nuestro país, lo que aquí contaré, son hechos reales, nada es ficticio, ni los nombres de las personas, que si estoy arrepentido, no lo sé, júzguenlo ustedes mismos.
En ese entonces contaba con 35 años y era el menor de una familia de ocho hermanos, todos casados sin embargo sin la fortuna de tener hijos pues mi mujer no había podido lo que fue el detonante para el divorcio, de mis siete hermanos y hermanas surgieron 16 sobrinos, 9 varoncitos y siete hermosas niñas, la más pequeña era sarita la cual contaba con siete años, de ahí seguían Lucia y Guadalupe con nueve años, Sofía de 10, Verónica de 11 y Susana y Daniela de catorce años; yo los quería a cada uno de ellos por igual y nunca me había pasado por la mente lo que a continuación detallo.
Nuestra familia es muy unida por lo cual todos vivimos cerca yo a causa de mi divorcio vivo en casa de mi mamá, por ese entonces estaban organizando la fiesta de XV años de Dani al llegar a casa estaba con un fuerte dolor de cabeza producto de un mal día en mi trabajo, por lo que me disculpe con mis hermanos y me fui a recostar, estaba a punto de conciliar el sueño cuando entro Danielita con su singular algarabía, se aventó
hacia la cama y me decía pobre tío está enfermo, pero yo te cuidaré, estaba arrecha con lo de su fiesta y no paraba de brincar en la cama, entonces fue cuando me percate de su panty que se veía con cada brinco que daba, aun lo recuerdo era blanco con encaje, inmediatamente mi miembro protesto ante tal espectáculo, imagínense casi seis meses sin tener sexo vuelven loco a cualquiera, sus piernas eran torneadas, su cuerpo ya de jovencita era la causa de mi excitación, sabía que estaba mal, hice como que la quería tirar y la tome por el brazo y la tumbe a la cama ahí me le encimé para hacerle cosquillas pero yo lo que quería era sentir su cuerpo como por descuido tome sus pechos entre mis manos, acaricie sus piernas y sentí el olor de su vulvita por encima de la ropa, no pude más, con el pretexto de bañarme me encerré en el baño a masturbarme, era tal mi prisa que no me percaté de que la puerta quedo entreabierta y mucho menos que por el espejo de mi ropero ella podía ver perfectamente lo que yo hacía cuando estaba a punto de correrme me pregunto porque te masturbas tío, me quede helado, hasta las ganas de eyacular se me quitaron, no sabía que decir así que le dije que era lo más natural, que a veces cuando los hombres no teníamos relaciones, optábamos por masturbarnos, ustedes también lo hacen pregunte, y me respondió que ella nunca lo había hecho, en ese momento una maliciosa idea atravesó por mi mente, quieres que te enseñe? Pregunte umm bueno respondió, su respuesta me volvió a encender la sangre y mi erección se hizo notable—tío ya te volvió a crecer tu pene, solo atiné a responder que necesitaba calmarlo pues dolía—Y qué hago? Vas a hacer lo que hacía yo cuando me viste, la senté en el borde de mi cama, tome sus manos y la puse sobre mi miembro, no puedo describir lo que sentí al tener mi pene en sus manitas empezó a moverlas de arriba abajo , despacio y lentamente les juro que perdí la noción del tiempo, cuando estaba a punto de venirme, quite sus manos y dije,—bien ahora es tu turno de aprender , me senté junto a ella y le empecé a acariciar sus piernas, ella se revolvía algo inquieta en la cama, le fui separando sus piernitas y mis manos se adentraban aún más, cuando tope con sus pantys pude percibir cierta humedad en ella, estaba excitada, y no podía desaprovechar esa oportunidad después de masajearla por encima de sus pantys, metí mi dedo debajo del resorte de su calzoncito mmm estaba calientito, su vello púbico era fino y delicado, para ese entonces Dani emitía leves pujiditos de placer, deslice mi mano aún más hasta llegar a su clítoris, era como un botoncito, pequeño, lo manipulé y Dani empezó a soltar sus líquidos hasta embarrar mis dedos los cuales saque de su cuevita para aspirar su aroma a niña les juro que no pude más la tome por el brazo y le dije que le adelantaría su regalo ella no asimilaba lo que pasaba cosa que aproveche perfectamente, desabroche su blusa del uniforme, quite su falda y su bra. Sus pechitos eran puntiagudos sus pezones aunque pequeños reaccionaron con el frio no sé cómo describir semejante manjar puesto en mi cama, los bese lentamente, mis manos recorrían todo su cuerpo, me fui recorriendo hacia atrás para poder llegar a su pubis, quite sus pantys y como que encontré cierta resistencia por parte de ella, sin embargo yo seguí con lo mío me baje a su cuevita para besarla como loco, chupaba su clítoris cuando sentí los clásicos espasmos del orgasmo, su primer orgasmo de muchos que le he provocado, ella se asustó, mas con paciencia y amor la fui acallando ya no aguante más me monte encima de ella y apunte mi miembro hacia su cuevita, estaba húmeda y estrecha a cada movimiento ella se quejaba levemente, cuando llegue a su himen lo desgarre con cuidado y despacio para que no gritara imagínense el escándalo, toda la familia abajo y yo fornicando con mi sobrina mayor fue algo que jamás olvide de ese encuentro guardo sus pantys ese roce dentro de ella siempre estará en mi mente.
Fui su primer palo y no solo de ella pues hasta a Sarita ya le toco, a ella aun no la penetro estoy esperando que cumpla los diez.