Capítulo 4

Sonrió y mirándome a los ojos con una sonrisa pícara, le dijo a su cuñada que viniese, pero que su AMO, estaba allí. Colgó entró en la ducha…

-Me ha dicho que…

Así terminó el último capítulo…

-Me ha dicho que lo que tarde en llegar desde su casa jajajaja.

Entramos en la ducha, teniendo que hacer un esfuerzo, para no volver a usarla, se fue desnudando lo mismo que cuando se vistió, deleitándose, aunque hizo una pausa mayor, esperando mi beneplácito para quitarse las medias, cosa que hizo al verme asentir con la cabeza.

-Me gusta verte así, PERRA, no lo puedes evitar, lo deseas tanto o más que yo, pero ahora no te vas a salir con la tuya, vamos a ducharnos y a esperar a tu cuñada, me tiene intrigado.

-Jajajaja, le va a gustar, en todos los sentidos.

Nos duchamos, primero terminé yo, fui secándome al dormitorio, saqué un pantalón corto y una camiseta, dentro hacía calor, y me fui a la terraza a sentarme, cruzándome con ella que salía totalmente desnuda, me paré y la besé, con mimo, notando cómo todo su cuerpo se tensaba, y cómo en su mirada había entrega y agradecimiento. Mientras se vestía, me preparé un café y me senté, menos mal que me senté, porque si llego a estar de pie, me hubiese caído, al verla aparecer, con un conjunto negro de lencería de encaje negro, unas medias con costura atrás de un color negro casi transparente, y unos zapatos de tacón de más de doce centímetros.

-Jajajaja -se rio al ver mi cara-, veo que le ha gustado el conjunto a mi AMO, jajajaja, y cómo mi cuñada sabe quién es usted, para que esconderme.

-Me alegro de que pienses así PERRA, tú decides, puedes elegir ser mi pareja o mi SUMISA.

-Soy inmensamente más feliz siendo su sumisa AMO, y eso quiero que vea mi cuñada.

-Está bien Olga…

En ese momento sentimos la puerta, Olga se asomó y al ver que era su cuñada, bajó sin ponerse nada encima de ese apetecible cuerpo. No tardaron las dos en aparecer por la puerta, llevaba razón Olga me iba a gustar, más cerca de los cincuenta que de los cuarenta, más o menos igual de alta que yo, venia con unas mallas deportivas muy coloridas, una sudadera rosa y el pelo negro y largo recogido en una cola…

-AMO, esta es mi cuñada Amparo, y él es MI AMO.

No me levanté, le quería dejar claro quien mandaba, esperé a que se acercara y se agachara a darme la mano y dos besos.

-Amparo. -Ya tienes que ser importante, jajajaja, es la primera vez que entro en el santuario de Olguita, jajajaja.

Me gusto su desparpajo y para nada se la veía nerviosa, y no hizo ningún comentario a cómo iba vestida Olga.

-Amparo. -Voy a bajar a por una silla Olguita…

-No hace falta, siéntate en el sillón, ella sabrá donde sentarse, ¿Qué quieres tomar?

-Amparo. -Un café, supuestamente estoy en el gimnasio, jajajaja, si le digo a mi marido que vengo a ver a Olguita, se hubiese apuntado y mi hija ni te cuento, le encanta estar con su tía.

-Ya has oído a tu cuñada, PERRA, a mí me pones un gin tonic y tú lo que quieras.

Esa fue la primera vez que le cambio la cara, pero tampoco mucho. Me sirvió a mí primero, luego a su cuñada, y cuando se puso ella su copa, se sentó en el suelo junto a mí, con una sonrisa en la cara…

-Amparo. -Jajajaja, ahora entiendo eso de que sabrá donde sentarse, perdona que me ría no te lo tomes a mal, aunque no lo parezca estoy un poco nerviosa, desde que Olguita me habló de sus gustos, he leído mucho, antes y después de su confesión, pero es la primera vez que lo veo, ufffff aquí hace calor, -mientras se quitaba la sudadera, quedándose con un top rosa precioso, pero también la delató-, jamás pensé en verlo…

-Jajajaja, no pensarías en verlo pero no te ha desagradado por lo que veo -se lo dije señalándole con la mirada sus pequeños pero llamativos pechos a los que se le habían puesto los pezones de punta-, porque no creo que siempre los lleves así…

Se puso de todos los colores…

-No sea usted así AMO, jajajaja, que me ha ayudado mucho.

-Amparo. -Jajajaja, no necesito defensora, no soy de piedra, y verte así con lo buenorra que estas, pues…

-Pues te ha excitado, jajajaja, pero no por lo buenorra que esta, porque seguro que la has visto más de una vez desnuda, te ha excitado verla servirme y sumisa.

Por primer vez la vi sonrojarse y bajar la cabeza.

-Jajajaja, mi AMO te ha pillado cuñada.

-Amparo. -La culpa es tuya -la vi seria por primera vez-, si no me hubieses metido todo esto en la cabeza.

-Ella no te ha metido nada, no te equivoques, ella solo te contó cómo es y lo que deseaba encontrar, si no he entendido mal antes, lo demás ha sido cosa tuya.

-Amparo. -Cierto, perdona si te he ofendido.

-No me has ofendido, pero le debo un respeto a MI PERRA, sino ya te habría castigado.

-Por mi -con una sonrisa de PERRA que no podía esconder- no se corte AMO, donde, cómo y con quien quiera, ¿recuerda?

Cómo más tarde me confirmó, le había tendido una pequeña trampa a su cuñada, por sus conversaciones, su interés y sus preguntas la hizo sospechar que le atraía más de lo que quería aparentar la sumisión.

-Desnúdate o vete, si te vas, aquí no habrá pasado nada.

Miraba a su cuñada, esperando que la sacara del lio en el que se había metido, y al ver que esta solo la miraba esperando que iba a hacer…

Se saco el top, dejando unos pequeños pero preciosos pechos totalmente empitonados, se levantó y se sacó las zapatillas, calcetines y las mallas, quedándose solo con un tanga gris.

-Ha dicho todo o es que no lo has oído PERRA.

Hasta a mí me pilló por sorpresa, pero sin dejar de mirarla se quitó el tanga, dejando aparecer un coño sin depilar, pero muy arreglado.

-Siéntate, vamos a disfrutar del café y de las copas.

La descoloqué, que era lo que quería, ella esperaba algo más, pues ni para Olga ni para mí pasó desapercibida su desilusión, ambos nos miramos y sonreímos.

-Tranquila Amparo, si ha de llegar llegara, pero tú no has sido sincera del todo con tu cuñada, porque cuando le has dicho de venir, lo has hecho con la esperanza de que yo estuviera.

-Amparo. – -Bajando la cabeza-, cierto, no te…, perdón, no le voy a mentir, llevo meses que no hago nada más que leer, y le aseguro que he intentado no darle importancia, pero es que era llegar a casa, meterme en el baño y masturbarme con videos o lecturas de esto.

-Pero tenías la esperanza de que al verme o al vernos, no sintieras nada y que todo fuese una fantasía o un calentón.

-Amparo. -Ha dado en el clavo, porque lo que menos deseo es engañar a mi marido, pero…

-No sigas, voy a darte una oportunidad de salir airosa de aquí y que no pase nada, vas a vestirte, porque no me gustas así, te vas a tu casa, y te depilas ese coño, que por lo que veo está húmedo, jajajaja, te brillan los pelos, te vas a vestir para mí y vuelves para la cena, o simplemente no apareces y nuestro trato será siempre correcto, lo de ahora jamás habrá pasado, -fue a decir algo-, no digas nada, solo vete, si a las ocho no estás aquí, sabremos la respuesta, no escribas ni llames a MI PERRA, no te va a contestar, por lo menos hasta mañana que yo me haya ido.

Se levantó, recogió su ropa del suelo, se giró y sin despedirse se fue.

– ¿Estas bien Olga?

-Uffff, en una nube, jajajaja.

-Es tu familia, si no te sientes cómoda, no va a pasar nada.

-Estoy más que cómoda… -bajando la cabeza-, estoy cachonda AMO.

– -Quitándome el pantalón-, chúpala PERRA.

Solo tuvo que girarse un poco y con ansia, dejando salir toda su calentura, se la metió en la boca, poniéndola más dura de lo que ya estaba.

-Ve a la cama PERRA, apoya las manos en ella y saca el culo, te lo has ganado, voy a follarte ese culo.

-Siiii, gracias, lo deseaba, deseaba darle otra vez esa parte de mi cuerpo.

No dejaba de sorprenderme, lo que hizo que aún me excitara más, la seguí, aparté la braga y aprovechando su humedad que era mucha, la lubricación que con su boca había dado a mi polla, y el líquido preseminal que ya aparecía, de un golpe seco se la metí, sintiendo cómo grito, cómo se agarró a las sábanas para aguantar el dolor y cómo su culo apretaba mi polla, espere un poco a que se acostumbrara, y cómo no iba a aguantar mucho, empecé de forma brusca a entrar y salir de su culo, notando cómo sus gritos de dolor, se tornaban en gemidos.

-Me corroooo agggggg, lo siento, no puedo aguantarrrr.

Noté cómo se corría, y cómo tras su corrida, bajó por sus piernas sus meados, no pudo contenerse, había sido la más intensas de sus corridas, lo que me llevó a vaciarme dentro de su culo, también con un placer inmenso.

-Lo siento, lo siento AMO, no lo he podido evitar, sé que me tiene que castigar otra vez, perdón.

-No pasa nada, aprenderás, y serás castigada en su momento, voy a la ducha, pero a ti te quiero así, ponme otro gin tonic.

Con una sonrisa y con algo de trabajo se levantó y lanzándome un beso, se fue a la terraza, mientras me iba a la ducha. No tardé mucho, y ella estaba de rodillas frente a mi sillón, había sido previsor, pues me traje conmigo una toalla que extendí en su sillón.

-Siéntate Olga, vamos a relajarnos o vamos a morir, jajajaja.

-Gracias, ¿crees que vendrá?

-No lo sé Olga, sé que en ese momento hubiese hecho lo que hubiese querido con ella, pero tenía que dejarla salir de aquí, que se tranquilizara, ya nos enteráremos si viene o no.

-Cuando le conté que una amiga me había abierto los ojos, cuando me recomendó leer la trilogía de “El infierno de Gabriel”, fue Amparo, pero ella no lo leyó cómo yo, luego, conforme le iba hablando de mis sentimientos, y sobre todo cuando le hablé de ti, vi que se excitaba, además de que era ella la que buscaba sacar la conversación, cada vez que estábamos a solas, se había convertido en un monotema.

-Jajajaja, ahora entiendo, vaya trampa.

-Jajajaja, si, ¿espero que no te haya molestado?

-No, al revés me ha gustado, tu cuñada está muy bien, jajajaja, ¿Qué edad tiene?

-Cincuenta y uno, es de la misma edad que mi hermano.

– ¿Cómo se llevan?

-Muy bien, por eso dudo que venga, no la veo traicionar a mi hermano.

-Jajajaja, no te aclaras eh, hace nada estabas deseando verla a mis pies…

-Jajajaja, si, la verdad es que con ella tengo más trato, que con mi hermano, que por mucho que lo quiera, no deja de ser un sieso, trabajamos juntas, nos vemos todos los días y sé que a lo que a sexo se refiere, mi hermano la tiene muy abandonada.

-Esto es algo delicado mentalmente, porque por mucho que quiera a tu hermano, si da el paso, va a sentir hasta asco cuando la toque.

-No quisiera estar ahora en su cabeza, jajajaja, y para serte sincera, quiero que sea feliz, y para eso…

-No sigas, porque cada segundo vas a pensar de distinta forma, queda poco para las ocho, y al igual que a ella le he dado la oportunidad de irse y no venir, a ti te voy a dar la oportunidad de decidir si seguir o no.

-No me hagas eso, porque no lo sé ni yo.

-Me das la razón, por eso tú vas a dar el primer paso, depende de lo que hagas o digas, así actuare…

Se acabó la conversación, en ese momento sonó el portero… Se levantó y con dudas en su cara, y sin poder evitar tener los pezones duros, bajó a abrir. No tardaron en aparecer, entró primero Olga que se puso de rodillas a mi lado, y después lo hizo Amparo, uffff, que cambió, falda plisada a la rodilla de color negro, medias negras, una blusa de color rosa chicle, y para rematar unos zapatos negros brillantes con un tacón finísimo y altísimo, llevaba el pelo recogido en una cola, y algo que me gustó mucho, salvo los labios que se los había pintado del mismo color que la blusa, no llevaba excesivo maquillaje.

-Amparo. -Cómo me había ordenado aquí estoy, a las ocho en punto SEÑOR -lo dijo tranquila de más-.

-Yo no te he ordenado nada, que te quede claro, cuando se dan opciones, no es una orden, si estás aquí es por tu propia voluntad.

-Amparo. -Lleva razón SEÑOR, estoy aquí por mi propia elección, vestida para usted y dispuesta a servirle.

Esas palabras nivelaron la balanza y disipó cualquier duda en Olga.

-No decido yo, pero tampoco tú -mire a Olga-, decide ella.

Se levantó decidida, se acercó a su cuñada, se puso detrás de ella, y con delicadeza, le desabrochó la falda, dejándola caer al suelo, se agachó, la hizo levantar las piernas, cogió la falda del suelo, la dobló y la dejó en el respaldo de sillón, esta actuación hizo que me empalmara, al quedar al descubierto un tanga diminuto negro, que me tocara mientras Olga proseguía desnudando a una estática pero expectante y excitada Amparo, Olga se volvió a poner tras ella, y sin dejar de mirarme a mí, uno a uno fue desabrochando los botones de la blusa, descubriendo milímetro a milímetro su piel, hasta dejar al descubierto un sujetador negro de encaje grande, lo que hacía que sus pezones, ya tiesos, aparecieran por un agujero del encaje, se la terminó de sacar y doblándola la puso junto a la falda…

-Ya tiene mi respuesta AMO.

-Vete a la ducha PERRA, y vístete, vamos a salir a cenar.

Vi extrañeza en ella, mientras en Amparo vi desilusión, era la segunda vez que estaba desnuda ante mí y no hacía nada. Olga recogió la toalla del suelo y se fue a ducharse y vestirse.

-Amparo. – ¿Puedo hablar? -asentí con la cabeza-, ¿no lo he hecho bien?, ¿no le gusto?

-No se trata de eso, me gustas mucho, y para ser tu primera vez, lo has hecho muy bien, pero aquí solo decido yo que te quede claro PERRA, -remarque la palabra, notando cómo se estremecía-, me gusta lo tranquila que estás, ¿desde qué hora estas abajo?, y ¿por qué estas tan tranquila?, contéstame con sinceridad.

-Amparo. – -Con cara de sorpresa-, ¿Cómo lo ha sabido?, llevo más o menos media hora, y no ha sido para tranquilizarme, cuando he llegado a casa, estaba solo mi marido, he intentado acercarme…, mejor dicho tener sexo con él, pero me ha puesto mala cara y me ha contestado que no le apetecía, en ese momento cualquier duda se ha disipado SEÑOR, llevamos mucho tiempo que no tenemos relaciones, hemos discutido y le he dicho que me iba a casa de su hermana, que necesitaba salir y tomar el aire, y el muy capullo, se ha encogido de hombros y se ha puesto a ver la tele, ni se ha dado cuenta cómo he salido vestida, le quiero de verdad que le quiero, pero es…

-Da igual PERRA.

Me levanté haciendo verdaderos esfuerzos para no follarla ahí mismo, me acerqué a su oído y le susurré lo que quería que hiciera, haciéndome reír a ver cómo su cara iba cambiando, de sorpresa a duda, pero sin dejar de estar excitada.

-Si o no.

-Amparo. -Si.

En ese momento llevé mi mano a su coño, introduciéndola por su tanga, notando la suavidad de un coño recién depilado, y mientras dos dedos entraban en un coño mojadísimo, mi dedo gordo, acaricio y apretó su clitoris, que abultaba y se hacía notar…

-Amparo. -Aggggg, me corroooo -se tuvo que agarrar a mi brazo para no perder el equilibrio-, pareeeee, ufffff, otra vez, agggggg.

Cuando sentí en mi mano su segunda corrida, la saqué y la llevé a su boca, que sin la más mínima duda lamió y chupó, hasta dejarla limpia de sus propios jugos. Me volví a sentar, dejándola aun temblando, pero sin moverse. Cuando entro Olga… Con un vestido blanco sin mangas y unas medias negras, aun no se había puesto los zapatos.

-Lista AMO.

-Túmbate en la cama PERRA, con los brazos y las piernas en cruz.

Me miro con cara de no entender, pero sus pechos dieron a entender que no le disgustaba, se giró sobre sí misma y se colocó tal y cómo le ordené.

-Te toca, sígueme.

Siguiendo las instrucciones que antes al oído le había dado, se acercó a la cama, y cogiendo con sus manos el final del vestido, aprovechando la apertura de este, que no era pequeña, se lo rasgó, resultándole más fácil de lo que yo esperaba, dejándome sorprendido la reacción de Olga, pues ni se inmuto, le bajó las bragas hasta quitárselas.

-Quiero que tu cuñada sepa lo que le espera cuando no cumpla con sus obligaciones, dile porque vas a ser castigada.

-Voy a ser castigada por correrme sin permiso, por lo que es un castigo merecido AMO.

Me miró sabiendo que se había corrido sin permiso.

-No vas a ser castigada por haberte corrido antes PERRA, no lo sabías y yo jamás castigo por castigar.

Fue el único momento que Olga levantó la cabeza con sorpresa de la almohada. Saqué la regla de cuero y se la puse en la mano.

-Dale veinte azotes, los quiero bien dados, o te vas.

No dudó, con fuerza, tanto que a cada azote se le ponía el culo a Olga más rojo, le propino diez azotes en cada cachete, aunque no podía evitar su cara de sorpresa al ver cómo esta no hablaba, solo la sentía gemir de vez en cuando.

-Amparo. – ¿Lo he hecho bien SEÑOR?

-Lo vas a saber ahora mismo, córrete PERRA.

Se quedó alucinada al ver cómo su cuñada soltaba un gran gemido, se cogía con fuerza a las sábanas y se corría, viendo cómo empapaba la cama.

-Gracias AMO, por su castigo.

Cómo seguía en la misma postura, llevé mi mano a su coño y usándola cómo una pinza, tiré de ella hasta el borde de la cama, haciéndola levantar el culo, y a la vez que lo hacía de un solo golpe de riñones se la metí en su culo, que seguía siendo estrecho, por lo que se le escapó un grito de dolor. Todo tenía un sentido, que era ver las reacciones de Amparo, que cada vez se asombraba más.

-Puedes correrte cuantas veces quieras PERRA, te lo has ganado.

-Me corroooooooo, graciassss AMO, me encanta cuando folla el culo de esta PERRA.

Me salí de ella dejándola desplomarse en la cama y girándome un poco, cogí a Amparo del pelo…

-De rodillas PERRA, la quiero limpia.

Al contrario de lo que me esperaba…

CONTINUARÁ…

Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.

Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.

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