Me follé a mi novio delante de su hermano mayor
Después de practicar sexo con Luqui y más que todo ver de lo que era capaz, me sentí por primera vez atraída de verdad por él. Aquella tarde salí de su casa profundamente satisfecha de cómo había salido todo y llegué a la mía deseando volver a repetirlo.
Fuera de eso ya solo quedaban apenas unas semanas para el final de las clases y como podréis suponer lo que se venía eran días muy estresantes de estudiar y hacer exámenes, mi futuro en la universidad estaba en juego. La dedicación y el esfuerzo obtuvieron sus frutos, había conseguido aprobar todas las materias y algunas incluso con notables. Ahora ya solo me faltaba realizar el examen de estado y el próximo curso me podría matricular en la carrera de enfermería que imparten en la ciudad de Medellín.
Entre una cosa y otra ya habían pasado dos semanas de aquella tarde en la casa de Luqui y desde entonces no había vuelto a follar, de hecho apenas tuve tiempo de hacerme un dedo rápido y sólo para aliviar tensiones. Era momento de volver a repetirlo mi cuerpo lo deseaba de hecho solo de imaginarmelo se me humedecía mi sexo.
Es por ello que decidí sorprenderlo presentándome sin avisar en su casa, supuse que él al igual que yo también estaría muriéndose de las ganas de verme, e iba a hacerlo pero de una forma que nunca antes había hecho me iba a vestir de la forma más provocativa posible, siempre me veía con el mismo uniforme del instituto así que verme con un vestido corto que resaltaba de sobremanera la forma de mi culo le iba a encantar, debajo me puse un diminuto tanga de hilo que se me clavaba en mi rajita con cada paso que daba.
Como la tela del vestido era oscura se me ocurrió que no era necesario llevar sostén debajo ya que no se me transparentaban los pezones.
Fue así que una vez vestida y arreglada para la ocasión salí de mi casa para tomar el autobús, el conductor de siempre se me quedó mirándome sorprendido no se esperaba verme a esas horas de la tarde y mucho menos vestida de esa manera, estoy casi segura que usando el espejo del pasillo le dió un buen repaso visual a mi trasero aunque nunca pude confirmarlo.
Tras llegar a la ciudad me dirigí con decisión al departamento de Lucas y le timbré.
- Aló quién va?- esta voz masculina no la reconocí, debía de ser uno de sus hermanos o su padre.
- ¿Hola está Lucas? Soy Laura su compañera de clase
- Salió un momento, si quieres puedes subir y esperarlo aquí.
- Mmm vale, gracias.
Al salir del ascensor me estaba esperando en la puerta un chico de unos veintipocos años alto y atlético, vestía ropa de andar por casa llevaba puesto una camisa de baloncesto, un short holgado y unas chanclas.
Cuando me fijé en su cara rápidamente deduje que se debía tratar del hermano mayor de Lucas. Según me había comentado estaba estudiando en la universidad y como el curso había terminado supuse que estaría de vuelta por casa hasta reanudar el nuevo curso. Nada más salir del ascensor ví como inspeccionaba mi cuerpo de arriba abajo sin cortarse un pelo, su atrevimiento me resultó halagador.
- Hola Laura, pasa pasa. Bienvenida.
- Gracias que amable.
Cuando pasé por su lado sentí como clavaba su mirada en mi culo. “Pfff joder” escuché como murmuraba.
- ¿Perdona has dicho algo?
- No nada, me presento. Yo soy Pablo el hermano del tonto de tu compañero de clase. Aunque ahora veo que lo he subestimado, no sabía que tenía amigas como tú.
- Así que no te ha contado nada de mí, de hecho soy su novia.
- Vaya, vaya con el pardillo ese. Que calladito se lo tenía.
Nos fuimos al salón, allí nos sentamos en el mismo sofá donde hacía unos días estaba montado a su hermanito pequeño, solo recordarlo hacía que subiese mi calentura.
Me senté tratando cubrir lo máximo posible mis muslos tirando de la corta tela del vestido hacía abajo, una vez sentados los dos me dí cuenta que su mirada había reparado en otra zona de mi cuerpo. Recordar lo que había pasado ahí mismo hizo que mis pezones se marcasen de forma descarada atravesando la fina tela del vestido, no sabía qué hacer si me tapaba descubriría que me había percatado de la situación y sería aún más incómodo, por lo que decidí hacer como si nada.
Hacía ya un tiempo que exhibirme delante de otras personas alimentaba mi autoestima y es por ello que no lo evitaba, de hecho siempre me gustó vestir con ropa ajustada que resalté la forma de mi cuerpo y si se puede evitar llevar sostén pues mucho mejor, el pequeño tamaño de mis pechos me permitía ese lujo.
La tensión sexual se respiraba en el ambiente, no pude evitar mirarlo de reojo, estaba con los brazos por detrás de la cabeza y las piernas abiertas. Permanecimos callados un rato sin saber qué decir ninguno de los dos. Estábamos sentados a menos de medio metro el uno del otro.
- Oye una pregunta ¿Acaso tienes frío?- dijo por fin rompiendo ese silencio.
- No, porque lo preguntas- aunque yo sabía la respuesta perfectamente.
- Por nada por nada. Es que esta casa es muy fresca aún estando en verano.
Cuando lo volví a mirar de reojo me pareció ver que algo se asomaba entre su pierna y el short. No puede ser, pensé, es imposible, mi mente calenturienta me estaría jugando una mala pasada. Pero necesitaba asegurarme por lo que decidí darle otro vistazo y en efecto, aquello claramente era la punta de su verga. ¿Cómo podía ser que llegase hasta ahí?
- Si quieres te la presento ya que tanto la miras.- mierda me había cazado.
- De qué me hablas ahora.
- De esto.
Con un rápido movimiento se había sacado su miembro del pantalón por completo, a pesar de estar en reposo aquella cosa debería medir sus buenos veinte centímetros como poco. No sabía dónde meterme aquello me había superado por completo, tenía que hacerme la indignada ya que en cualquier momento podrían llegar y pillarnos de aquella manera sería un problema.
- ¿Oye pero tú de qué coño vas?
- Como no le quitabas el ojo de encima pensé que te gustaría verla jeje
- Pues no, guardate esa cosa que nos pueden pillar.
- Si es por eso no te preocupes, la puerta se escucha desde aquí.- Yo de hecho, aquello lo sabía perfectamente por experiencia.
- No importa, te has pasado. Soy la novia de tu hermano, acaso no te importa.
- No pasa nada, no soy celoso y él no tiene porqué saber nada.
- ¿Saber qué?
- Qué me estabas mirando la polla
- Bueno tú tampoco me has quitado el ojo.- no debía pero decidí seguirle el juego a ver que ocurría, él tenía razón si llegase alguien tenía tiempo de sobra de hacer como si nada
- Anda como para no hacerlo. Mira como vas vestida, por no hablar de cómo se te marcan los pezones.
- Cuales, ¿estos?- dije mientras bajaba los tirantes del vestido dejando a la vista mis pechitos
- Uff joder pero que zorra eres. Mira lo que has conseguido. -dijo señalándose la polla que ahora la tenía completamente erecta.
- Jeje ya veo que te gustan. Eso debe cosa de familia aunque no todo se pega. – le dije mientras le miraba la verga.
- Que pasa, que el pardillo de mi hermano no calza lo que su hermano mayor a que no.
- Pues no.
- ¿Te gustaría probarla?
Estaba en un punto de no retorno si cruzaba esa línea quien sabe cómo afectaría a mi relación con Lucas. No podía no debía, pero de repente y sin saber como me vi de rodillas delante suya a punto de metermela en la boca cuando de repente escuchamos la puerta de la entrada abriéndose. Como pude me compuse el vestido de nuevo y me senté en el sofá mientras Pablo hacía lo propio consigo mismo.
- Pero Laura que haces aquí, qué sorpresa. – dijo Lucas al verme en el sofá junto a su hermano.
- Esa era la idea jaja.
- Te la estaba cuidando hermanito en lo que tú llegabas. – mientras le decía eso me lanzó una última mirada que hizo erizarme la piel
- Ah pues gracias supongo. Si quieres vamos a mi cuarto Laura así te muestro lo que fui a comprar.
Mientras me marchaba junto a Lucas noté como Pablo no me quitaba la vista de encima. Si hubiese tardado apenas unos minutos más se habría llevado una buena mamada por mi parte pero así es el destino. Cuando entramos al cuarto hice como que cerraba la puerta pero no lo hice del todo, tenía algo en mente.
- Mira esto fue lo que compré. – dijo enseñándome una patética lámpara de lava.
Sin dirigirle palabra alguna lo empujé a la cama quedándose boca arriba con las piernas dobladas y los pies en el suelo, yo en tanto me deshice del vestido quedándome prácticamente desnuda en un solo movimiento. Le agarré los pantalones y se los bajé hasta los tobillos.
- Pe pero Laura está mi hermano, que estás haciendo.
- Callate pardillo, en esta relación se hace lo que a mi me apetece, ¿te queda claro?
- Va vale
Acto seguido se la empecé a mamar y encuanto vi que estaba lo suficientemente dura acabé de desnudarme del todo lanzando mi tanga junto a la puerta. Realmente estaba muy mojada todo aquello con su hermano me había puesto demasiado cachonda. Me subí encima de Lucas y dirigí su miembro a la entrada de mi vagina, sin perder ni un segundo me dejé caer sintiendo como se hundía por completo dentro de mí.
- Bufff joder Laura que mojada estás entró de una.
- Ah aaaah aaaaah así de caliente me pones.
- Por favor cortate un poco, nos pueden escuchar.
Al escuchar decir eso le lancé una torta a la cara sin dejar de gemir.
- Cállate y fóllame, no tienes derecho a protestar.
Decidí cambiar de postura y ponerme de espaldas ahora él tendría el primer plano de mi culo subiendo y bajando en su verga. Mientras que yo, como suponía, la de su hermano viéndonos por la rendija de la puerta.
En cuanto Pablo confirmó que yo lo estaba mirando y que su hermano no tenía forma de verlo decidió abrir un poco más la puerta y sacar su miembro del short para seguir con lo que estaba haciendo más liberado, mientras una de sus manos acariciaba sus enormes testículos con la otra recorría su tronco de arriba abajo sin descanso. Se estaba haciendo una paja a dos manos viendo como su hermano pequeño era follado por la zorra de su novia.
- Ah aaah aah aaaah que bien lo haces, me encanta.- le decía a Lucas mientras miraba a su hermano a la cara.
- De verdad te gusta amor.
- Siii me encantaaa ufff ah aaaaah. Sigue así no pares mmmm más rápido.- vi como Pablo lo había pillado y aumentaba el ritmo de su paja.
- Estoy apunto bufff.
- Correte, haz que salga todaaaaa.
Yo también aumenté el ritmo de mis caderas sin dejar de mirar a Pablo y a su pedazo de polla.
- Aaaaaah aaaah aah que rico Lucas aaaaaaah – en ese momento alcancé el orgasmo y Pablo viendo como lo hacía hizo lo propio lanzando chorros contra su mano desocupada para no dejar rastro en el suelo.
Cuando sentí que Lucas no aguantaba más me la saqué y acabé el trabajo con mi mano sintiendo como llenaba mi culo de leche, me volví a girar dejando mi culo pintado a la vista de su hermano mayor. Permanecimos besándonos unos minutos hasta que decidimos salir a tomar un helado.
Cuando me fui a vestir la puerta estaba cerrada, me puse el vestido y más nada ya que mi tanga no estaba donde lo había lanzado, alguien se lo había quedado de recuerdo. Por suerte Lucas no se dió cuenta y nos fuimos a la calle.
Después del helado me acompañó a la parada del autobús, allí me dijo que se iba a ir de vacaciones con su familia y que no sabía hasta cuándo nos volveríamos a ver.
Iba a pasar la vacaciones sola y en pleno descubrimiento sexual.