Sábado, son las 10 de la noche, y me adentro en las profundidades de ese local, 666, es su nombre, a la entrada un portero peculiar, distinto al del resto de Discotecas de la ciudad, un portero con la cabeza afeitada, un chaleco de vinilo, pantalones de vinilo, botas altas de motorista…. cadenas, piercings.
El mostrador de la entrada lo presiden unas velas negras en un candelabro y unas calaveras de cerámica, pago los 60 euros de la entrada, recojo el ticket con las dos consumiciones y me dispongo a traspasar la metálica puerta gris.
Atravieso el largo pasillo, a mi derecha la zona de sofás tapizados en rojo con las mesitas de madera, el local está muy cuidado, a pesar de ese olor a cañería que te invade a los primeros momentos, pero que una vez que te centras en la música va desapareciendo y se te hace como algo normal.
He quedado aquí con mis amigas, con las que suelo venir a menudo pero llegaran más tarde, me dirijo hacia una de las 4 barras y pido la invitación a un mini (o katxi) de cerveza que me invitan con los pases que me dan algunas de mis amigas aquí que son relaciones públicas del local.
Me siento en la zona de la jaula, está aún semivacío el local y voy apurando trago a trago ese medio litro de cerveza acompañado por algún cigarro y disfrutando de la música que va sonando, Bauhaus, The Cure, Sisters of Mercy, Lacrimosa, Corvux Corax… las canciones caen una por una, yo espero el momento de que comience la sesión de música industrial y techno oscuro, ebm o darkwave… es decir ya lo sabéis… Apoptygma Berzerk, VNV Nation, Covenant, Das Ich, Funker Vogt… han llegado mis amigas, nos sentamos y charlamos un rato de nuestros temas, de cómo ha ido la semana, charlas totalmente inertes carentes de cualquier profundidad, pero esto es el fin de semana, para hablar de cosas metafísicas y trascendentales hay otros momentos y otros lugares. Me abandonan sistemáticamente cada cierto rato para bailotear en la pista, que va llenándose de gente, alguna canción de Marilyn Manson, (el grupo que más le gusta a mi amiga Arantxa). Sigo charlando con mis tres amigas, Arantxa, Sonia y Jessica, Sonia y Jessica están enrollándose en uno de los sofás, son novias desde hace un año así que Arantxa y yo las dejamos hacer… y seguimos charlando y riéndonos con nuestras cosas.
De repente, suenan por los altavoces » Starsign » de Apoptygma Berzerk, salto como un resorte de mi letargo en plan seta y me centro en la canción, en bailar y de terminar ya de una vez el JB con Coca-Cola que sustento en mi mano izquierda. Al fondo de la pista, al lado de una de esas columnas que junto a los tapizados rojos y la decoración del local, le dan ese ambiente a palacete… Me fijo en ella, esta apostada en la columna, con mirada fría, seca… Charlando al oído de una chica rubia, ella es pelirroja, alta, buenas tetas… No la echo más de 23 años así a simple vista. Su camiseta negra, ajustada marcando bien esas tetas que están tapadas por cinco letras, por una palabra que me perturba…
BITCH… PERRA…
Me acerco a ella, y me pongo a bailar a su lado, cuando aprovecho al mismo tiempo para lanzarle pequeñas miradas de desafío o de señal de que me he fijado en ella… disimuladamente, saco la lengua y dejo entrever la bolita fluorescente de mi piercing en la lengua. La verdad es que da un poco la nota, mis mechas rubias, mi bolita verde fosforescente en la lengua…
Me mira, sonríe, me acerco a ella y sin más espera me presento, me cuenta que se llama Natalia. Yo le digo mi nombre y la saludo dándola un pico, como solemos hacer la gente de allí, yo soy habitual aquí desde hace dos años, así que soy bastante conocido por estos ambientes » oscuros «, parece simpática aunque siempre un poco fría, como son todas estas góticas, me pongo a bailar junto a ella, y me hace un comentario sobre mi piercing en la lengua, le ha gustado…
— Me gusta tu piercing, no sé, pero desde siempre me dan morbo los tíos con un piercing en la lengua.
Me dice su edad, tiene 23 años, justo como yo había calculado. Me voy a por una copa y me cruzo por ahí con algunas amigas, y con algún conocido al que saludo. Empezamos a hablar de Dominación / Sumisión, si parece que le gusta el tema, y creo que su rol está claramente «definido «, le comento que soy Amo, que tengo algo de experiencia, que he tenido sumisas de 18 años, cuando yo tenía 19 y que más o menos sé de qué va el tema, tengo experiencia y conozco este mundo, así es, porque esto es un juego en el que busco una chica que se entregue a mí, y que ante mi presencia se entregue a mí y se comporte a mí mismo como una verdadera puta.
Me comenta que ella es sumisa pero que en estos momentos no pertenece a ningún Amo, que se podría ver qué tal, que le doy morbo, etc… Y que podríamos ir a su casa, para tomar una copa tranquilos y hablar más detenidamente sobre el tema.
Así fue, salimos de allí, y nos fuimos hacia su casa, afortunadamente vivía cerca de mi barrio, a unos 15 minutos andando de mi casa. Así que no tenía que preocuparme de cómo llevarla luego a casa etc. Llegamos a su casa, bastante coqueta, era un ático por mi barrio, tenía una piscina la casa arriba y todo. Una de esas pequeñitas pero bueno mejor que nada… ya es. Nos sentamos, me ofreció una copa y nos la tomamos mientras pusimos una peli porno en el salón, aprovechamos para enrollarnos un buen rato y meternos mano.
Ella me tocaba el paquete y yo hacía lo mismo con sus tetas… sin más se puso de rodillas delante de mí. Me sacó mi polla totalmente erecta y como buena zorra que era comenzó a engullirla con ansia y vicio, mucho vicio… La verdad es que la zorra mamaba bien, porque uno ya se cansa de las escrupulositas que les da asco… que no sé qué… Las que no saben y te arañan con los dientes… y de vez en cuando uno echa de menos una buena mamada en condiciones. Seguía chupando y engullendo polla cuando la ordené que parase, que quería que se pusiese a cuatro patas delante de la tele.
Así fue como procedí, no sin antes ordenarla que me pusiese un condón con la boca. A penetrarla salvajemente el coño, mientras la cogía por la cintura…
Sentir mis huevos chocando contra aquel culo me ponía a mil… Ella gritaba sintiendo mis 18 cm de carne dentro de ella. La agarré de su melena pelirroja, se había hecho una coleta así que la cogí de la coleta mientras veía su cara de vicio mientras recibía mi nabo, su cara de vicio se reflejaba en la pantalla del televisor.
La di la vuelta y la obligué a ponerse de rodillas, con la lengua fuera fui descargando toda la leche que tenía almacenada desde el fin de semana pasado (la verdad es que he cogido por costumbre hacerme una buena paja los lunes por la tarde para empezar bien la semana…). Y a veces ya no me vuelve a dar el punto… y otras veces no paro en toda la semana.
Mis chorros de lefada caliente fueron a parar directos a su lengua, ella glotonamente se lo tragó todo
— Muy bien, así me gusta putita… Trágatelo todo
Nos sentamos y me comentó que querría ser mi sumisa, yo acepté tenerla como tal así que acordamos que podía hacer con ella de todo menos sangre. Me contó también que tenía otras amigas sumisillas por allí por el 666.
Quedamos en vernos más tranquilamente el próximo fin de semana, aclarar bien los términos y que me contase sus fantasías, etc… Para hacerlas realidad si se portaba bien… o para castigarla y humillarla como a una puta cerda.
Ella se relamió la leche que quedaba por la comisura de sus labios mientras me acompañaba a la puerta. Lo que pasó a partir de ese momento lo sabréis en otra ocasión. Esto sólo acaba de comenzar….