Estaba muy contento porque era mi primera fiesta de Nochevieja. Tenía 17 años y por fin mis padres me dejaban ir solo a una de esas fiestas en la que no se duerme. Había quedado con mi amigo Luis para irnos juntos a la discoteca por lo que me dirigí a su casa.
Llegue sobre las 1,30 h y me abrió su madre, me dijo que Luis iba a tardar un poco, que había ido a casa de unos vecinos a felicitar el año nuevo. La madre de Luis me invitó a que entrara y le esperara allí. Joder la madre estaba de impresión, llevaba un vestido de noche que quitaba el hipo. Supongo que ella también saldría de fiesta. Noté como mi polla se ponía tiesa, lo estaba pasando mal porque no quería que la madre notara eso. Estaba imaginándome que…Follarme a la madre de mi amigo…No, no, me parecía algo muy fuerte.
Me puse a ver la tele con la madre de Luis, ninguno de los dos decíamos nada. La madre de Luis no hacía más que whatsappear y se la veía bastante compungida, seguro que algún mamón la estaba chuleando. De repente me llegó un mensaje de Luis, me decía que la cosa se había desmadrado en casa de sus vecinos y que había ‘pillado cacho’, que no iba ir a la fiesta de Nochevieja y me pedía que le dijera a su madre que se quedaba en casa de los vecinos. Pensé menudo cabrón, aquí me deja tirado en casa de su madre.
Le comenté a su madre que Luis se quedaba en casa de los vecinos. La madre puso cara de asombro. Creo que no le gustó que su hijo me diera plantón. ‘Bueno no te preocupes, a mí también se me han jorobado los planes, te invito a tomar una copa’.
Me parecía buena idea, aunque esa mujer me parecía inalcanzable. Me puso una copa de cava y empezamos a hablar, me preguntaba cosas de su hijo, de mis estudios, si tenía alguna chica que me gustara, etc… Me hacía sentir cómodo y poco a poco las copas se sucedieron. Se estaba creando un clima de confianza y risas entre nosotros. Quizás lo de Follarme a la madre de mi amigo no era tan descabellado.
De repente la mujer se echó a llorar y la verdad es que me quede un poco cortado y le pregunte que si le había molestado. Pero con una voz muy dulce me dijo: ‘No cariño, me estás haciendo pasar un rato muy agradable. ¿Sabes? Estaba preparada para ir a una fiesta con mi pareja, pero el muy cabrón me dice que no va salir. Lo malo es que me he enterado que ha quedado con una jovencita para ir a otra fiesta, en fin….’
Me quede mirándola y sin pensarlo dos veces le dije ‘Hay que ser muy gilipollas para hacerte eso, eres una mujer preciosa y cualquier hombre daría lo que fuera por estar contigo. Eres muy guapa y creo que tienes un gran corazón.’ La mujer me miró, se acercó y me dio un beso tierno en las mejillas, mientras me abrazaba.
Me sentía halagado porque una mujer así buscara mi apoyo, aunque me apetecía hacer algo más que abrazarla, así que suavemente me acerque a sus labios y le di un beso muy suave. Ahora seguro que me echaba de casa, pero su reacción fue bien distinta, me respondió con un beso más intenso. Cuando nos quisimos dar cuenta nuestras lenguas estaba introduciéndose en la boca del otro. Me estaba empalmando y no podía quitarme la idea de follarme a la madre de mi amigo.
Ella me dijo que fuéramos a su habitación. Se desnudó totalmente, dejándose solamente unas preciosa medias de lycra en su cuerpo. Dios mío, nunca había visto un cuerpo así, tan precioso y con ganas de ser lujurioso.
Empezamos a hacer el amor, yo la verdad es que me deje llevar. Ella se puso encima de mí e inició una suave cabalgadura. Yo apretaba sus redondeadas y fuetes nalgas. Sus movimientos cada vez se hacían más contundentes, tenía que hacer verdaderos esfuerzos para no correrme. Fue un momento increíble y no quería que acabara nunca. Ella me decía que cuando estuviera a punto de correrme que me saliera de ella, así lo hice y cogió mi pene y se lo metió en la boca practicando un sexo oral embriagador, hice un intento para no correrme dentro de ella, pero ella no me dejó, entonces se comió mi semen y fue algo muy excitante.
La madre de Luis me sonrió y me dijo ‘Los mejores planes son los que no se esperan, y este todavía no ha acabado’. La madre de Luis estaba radiante y su cara de tristeza había desaparecido, dejando pasó a una de plenitud. Me dijo ‘Has enculado alguna vez alguna mujer, veo por tu cara que no. Suele ser un regalo que dejo para hombres muy especiales’.
Se puso a cuatro patas, y me dejó que la penetrará por el ano. Al principio no entraba muy bien, y eso hacía que diera pequeños gemidos de dolor, no quería hacerla daño, pero esos grititos me estaban volviendo loco. Decidí que quizás lo mejor era lubrificarla el ano primero. No tenía experiencia pero lo había visto hacer alguna vez en algún video porno. Empecé a besárselo para luego penetrarlo, tras esta maniobra su culo se había dilatado lo suficiente y mi polla tenía vía libre en una de su parte más íntimas y morbosa.
Fue increíble, ella gritaba que le diera más fuerte y yo cada vez estaba más loco. Acabé corriéndome dentro de su culo y ella me pidió que le chupara el clítoris, a lo que accedí de forma muy gustosa. Tuvo un orgasmo increíble y nos quedamos abrazados durante un buen rato. Que fuerte había conseguido Follarme a la madre de mi amigo.
Eran ya las 6.00 de la mañana y tenía miedo que mi amigo me pillará allí, así que me despedí, no sin antes hacernos la promesa de volver a repetirlo. Una de mis mejores experiencias de sexo y amor, fue mucho más que un simple polvo.