El viaje en bus con una azafata muy atractiva
De pronto note como aceleraba la velocidad y engullía más mi verga. Sus ojos me miraban, podía ver mi verga entrar y salir de su boca, sus mejillas se contarían y dilataban con la entrada de mi verga, me sonreía mientras lo chupaba. Estaba en el quinto cielo, cuando tuve mi aviso de llegada. Le dije que me iba a correr, y ella apretó con más fuerza mi verga con sus labios.