Teléfono erótico I
Se fue hacia ella, con la mano en la polla masturbándosela, y la obligó a que se sentara en la mesa, le subió hasta la cintura la falda y la abrió bien de piernas; Lorna se reclinó levemente para poder abrir aún más sus piernas y recibir toda esa polla en su coño, la cual no podía dejar de tocar y mirar anhelándola.