Cuando llegue a la playa me puse a tomar el sol tranquilamente, después de estar un buen rato , no recuerdo exactamente cuanto tiempo, decidí irme a una de la playa a una pequeña calita que estaba cerca mas tranquila, a llegar allí debían ser sobre las seis o las siete, ya casi no había nadie, así que extendí mi toalla en una pequeña zona que había arena y me tumbe.
Por fin llegó el viernes, y a las 6 de la mañana ahí estaba yo esperando por todos en el local combinado. Pronto llegó todo el mundo, y pude despejar mis dudas sobre las dos otras chicas, una estaba muy bien, y la otra tampoco estaba mal. La amiga de Ana era sin duda la mejor de las 4, se llamaba Natalia, y la amiga de Luisa se llamaba, Susana.
Descansamos unos segundos para reponernos, vos yaces boca abajo sobre tus ropas, luego de unos segundos me sitúo sobre tu espalda, comienzo a besarte la nuca y luego el costado de tu cuello de arriba hacia abajo hasta llegar a tus hombros y viceversa, saco la lengua y bajó por el mismo recorrido hasta sentir que todo tu cuerpo se eriza.
Después de haber disfrutado de un maravilloso orgasmo yaces a mi lado tratando de relajarte y normalizando tu respiración, en un instante siento tus manos en mi pecho que lo acarician lentamente haciendo círculos con tus suaves uñas.
Se la chupaba con ansia de comérmela toda, de no soltarla y deseaba su semen, la succionaba, lo masturbaba con la mano y volvió a metérmela en la boca, la lamia por entero con mi lengua, al final no pudiéndose contenerse más se corrió, noté como se le endurecía y estallaba en mi boca, la tenía tan adentro que no se me escapó ni una gota de su delicioso semen.
La marca del bikini en contraste con el intenso bronceado del resto del cuerpo junto a las gotas de agua que le corrían por el canalillo ejercieron de imán de forma que no pude apartar la vista de sus senos.
Se tendió en la arena, y empecé a chupársela, era bastante gorda, tanto, que me costaba abrir la boca, se la chupaba una y otra vez, su capullo rosa, estaba a punto de estallar, me dijo que m pusiese encima de el, para hacer un 69, jamás lo había hecho, y me resultaba bastante excitante, mientras me chupaba mi coño húmedo e hinchado, yo le chupaba su gran polla.
El marido de Mónica, después de un duro invierno, se permite el lujo de unas vacaciones paradisiacas. Un día enferma y ve que su lugar en la sauna lo ocupan los 6 chicos del equipo de voléibol que juega en la playa.
Estaba excitadísima porque pocas veces me ha besado igual, con la boca abierta y toda su lengua dentro de mi boca..... empezamos a morrearnos cada uno con su pareja, estábamos los cuatro excitadísimos....y muy juntos... yo besando a María y Marcos besando las tetas de Elena; la escena era de película.
Me abrió el mismo chico, que se encontraba en shorts, con una camiseta y unas sandalias. Con su sonriente cara me miró y me hizo señas para que entrara. La casa era como yo me la había imaginado por fuera, con un gran patio central, y muchas habitaciones.
No había pasado ni una hora desde el inicio de nuestra conversación cuando comenzamos a caminar por las instalaciones del club, caminábamos por los alrededores de la playa y me invito a que la acompañase al faro del muelle, allí por lo general nunca hay personas ya que se encuentra cerrado, me dijo que quería ver como estaba el bote de una de sus amigas.
La escena era increíble, ahí estaba tirada yo, con los pechos al aire, a pocos metros de mi novio, con dos tipos metiéndome manos por todos lados, y yo estaba fascinada, tantas caricias y besos me habían puesto muy caliente y lamía de vez en cuando, ya que las caricias ya no solo eran en mis tetas sino que me metían mano entre las piernas.
De pronto, sin cambiar el gesto de su cara, hace un pequeño movimiento con la cintura e introduce la cabeza de su polla en mi conejito, que se abre paso como un cuchillo caliente con mantequilla.
No me ve los ojos por las gafas de sol, pero veo que me recorre con los suyos insistentemente. Intento parecer natural, y sin variar de postura le digo, claro!, ofreciéndole el bote de aceite.
Cuando estuve bien lubricada Carlos me acomodo y comenzó a follarme entraba y salía de mi vagina con fuerza disfrutaba mucho mirando como Nicole era follada al igual que yo y como a Luis Andrea y Laura le mamaban el pene mientras Mónica estaba montada en su cara recibiendo una rica mamada.
Luego empezamos con las tonterías en el agua, bueno... empezó ella y me corto el royo de una manera, nos alejamos de la orilla y no teníamos pie, ella se hundió bajo el agua y no la podía ver, de repente note como me bajaban el tanguita del bañador y me rozaban las nalgas.
Era una visión divina, delante de mí, sobre sus piernas musculadas, sus nalgas, dos órbitas perfectas de piel morena, entre ellas se podía ver su ano, abierto de par en par, y debajo, tras unos huevazos inmensos que formaban una esfera oscura, la mano de Marcela deslizándose a lo largo de su columna de brillante azabache.
Una aventura muy caliente en la playa Era una cálida noche de verano, las chicharras canturreaban a lo lejos. Las olas del mar golpeaban contra la playa, con susurros. Era incapaz de dormir, la luna se bañaba en el mar y el aire era claro y limpio; decidí darme un baño, para ver si se …
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Un encuentro en una playa nudista con un hombre que se había tumbado junto a él y con la excusa de echarle crema para no quemarse empezaron un juego de masajes y fricciones que fueron caldeando el ambiente.
El primero que perdió fue un chavo y nosotras lo castigaríamos, entonces le dijimos que se bajara los pantalones y nos enseñara el trasero, que por cierto no lo tenia nada mal, entonces el lo hizo entre aplausos y risotadas ejecuto su castigo, y empezamos a jugar de nuevo, entonces la otra chava perdió y pidieron que le besara los senos a mi amiga, mi amiga se saco esos magníficos senos y se los puso en la cara a ella, y la chica empezó a besárselos, les confesare que en ese momento hubiese querido ser yo la que se comía a mi amiga...