Cinta no sabía la magnitud que iba a alcanzar esa decisión.
No era mi novio, pero cuando quisimos tener sexo, no funcionó como hombre, para mi fortuna, ahí estaba "Manchas", el guardián de la casa...
Continuación de mis inicios I, retomando mis aventuras de juventud.
Como descubrí la zoofilia en mi vida, inicios primera parte.
Instintivamente sacó la lengua para lamer mis labios y cara, fue un momento divertido en verdad y me gustó tanto que repetí la acción, su lengua era tibia y húmeda, su pelaje era muy suave y se sentía rico su cercanía y el calorcito que emanaba, estando frente a él, abrí la boca y saqué la lengua
En un futuro surrealista, el sueño de muchas zoofílicas como yo es una realidad...