Me comporté como la más puta de las putas, e hice lo que no estaría dispuesta a hacer con mi marido. Un día antes de mi boda.
Intentando conseguir alguna respuesta a sus no formuladas preguntas, volvió la mirada hacia Ana, solo para ver con total incredulidad como su hermana estaba en el suelo, descalza, arrodillada, con la cabeza y los brazos en el suelo, en posición de total humillación, casi de adoración, hacia Nacho.