El dulce coño de mi hermanita de 18 años
Volvió a arrodillarse delante de mi pene, introduciéndose en la boca, masturbándome con sus pequeños labios de adolescente. Su movimiento de arriba a abajo me estaba volviendo loco, estaba deseando correrme de nuevo en su boca, quería ver como mi semen desbordaba sus labios y caía por su cuello. Pero esta vez quería que mi hermana disfrutara. "Para para... si sig... si sigues me voy a correr y ho... hoy quiero otra cosa para ti, cariño".