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La sobrina XII
Después de ponerle vaselina y cubrirme la polla con una buena capa, se la metí dentro de su ano. Gimió de éxtasis y pasión, diciendo: "¡Umm, Umm, cómo me encanta tener una polla en el culo! ¡Oooohhh! ¡Está buenísimo!".