Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Una noche de fantasía animal I

Pasaron varias semanas en que por que mis padres no salieron no pudimos hacerlo pero Jonatan se estaba comportando muy raro, me gemía me lamia mi mano, se pegaba mucho en mi, no entendí que pasaba, solo me extraño pero no le tome también mucha importancia de lo que estaba pasando.

Pasión prohibida II

Nos turnábamos para pajearlo, pero Carla no quería chuparlo, no le agradaba el olor que tenía pero sí le encantaba frotárselo por su cuerpo desnudo o sentirlo en sus manos. Luego logré acomodarme poniéndome de cuatro debajo del caballo y le dije a Carla que lo frotara por mi vagina. Ella no se hizo rogar y obedeció inmediatamente a mi pedido.