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Cuñadas Amorosas I

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Las dos mujeres dedicaron gran parte de la mañana a dormir y una vez que desayunaron, cerca de mediodía, Ana, que había despertado particularmente eufórica, sugirió tomarse un aperitivo antes de almorzar, el que se convirtió en más de tres, lo que motivo que Edith se pusiera tan alegre como su cuñada, tal vez por su poca costumbre de beber.