Amante furtivo
Como entre sueños escuchó la puerta de la entrada abrirse, soñolienta volteó al lado de la cama que normalmente ocupara su marido y al encontrarlo vacío concluyó que quien entraba a la casa era él, que como cada viernes regresaba de madrugada luego de irse de borrachera con sus amigos, resignada se acurrucó bajo las cobijas y de inmediato se quedó dormida.