A pesar de todo el sexo que tuvieron Sonia y su sobrino durante el día, aún les quedaban ganas para continuar estrechando sus "lazos familiares" en la noche.
Primero me desvistió, y me llevó al jacuzzi que estaba listo para ocuparlo, le tiró al agua unos polvos que dijo eran sales, mi suegra se empelotó y ya mi pichula comenzó a ponerse tiesa, ya quería chuparle la zorra y meterle mano por los orificios, calma me dijo, tranquilo que yo mando.