Me lo obsequió una tía a la que yo adoro; me lo entregó hará un año, pequeño, creo de unos meses de nacido, por esto prácticamente yo lo he criado.
Y de pinga, el carajo se terminó de quitar toda la ropa, comencé a pasársela por la cabeza hasta que no le quedó ningún pelo, paramos un rato, nos servimos otra birra, lo jodí porque parecía una vaina rara y seguimos, todo esto en el baño de su cuarto...