Capítulo 2

Capítulos de la serie:

Grite y llore mientras alguien me agarraba… Quería llegar hasta mi padre… Mi madre se estaba arrastrando desde el mueble donde la habían violado todos esos hombres , gritando desconsolada, hasta donde mi padre yacía muerto.

Un disparo en la cabeza. Don Feliciano me había hecho decir que sería su puta a cambio de la vida de mi padre y aún así no había cumplido.

-¿Por qué? ¿Por qué? -le grité- Dije lo que querías, hice lo que me dijiste.

– Ahh Reinita, pero tú padre no podía vivir. Ha robado a la Mafia. Al jefe de la Mafia. No puedo dejar con vida a un hombre que me haya robado, por muy deseable que sea su hija. Tenía que morir…Pero… Aún te queda tú madre. Y si la quieres tanto como parece… Tendrás sentido común y cumplirás lo que dijiste. Si no. Morirán ambas en esta habitación. Debes decidir ahora.

Odiaba todo esto. Mi madre nunca fue una madre maravillosa. Más bien una madre muy distante. Solo atenta a los vestidos de última moda, a los zapatos, a las fiestas con estos hombres de la Mafia y de mi padre. Yo fui bastante invisible para ella. Pero aún así, era mi madre y amó a mi padre tanto como yo. Allí estaba gritando y llorando con tanto dolor que era evidente que amaba a su marido.

-Deja que mi madre se vaya. Por favor, yo haré lo que digas.

-¿En serio? ¿Dejarás viva a tu madre? ¿Aunque nunca te prestara atención?

-No importa si me prestó o no atención. Ella es mi madre y no tendré su muerte en mis manos.

-jajajjajaja… Pues que así sea entonces querida. Me impresiona que seas tan fuerte. Acabas de ver morir a tu padre y excepto por los gritos del principio y las lágrimas de tus ojos. Estás bastante calmada.

– Acabo de ser tocada íntimamente por un viejo que además asesinó a mí padre ante mis ojos. He visto a mi madre ser penetrada por más de diez hombres. Ahora mismo esto me parece irreal y probablemente estoy shockeada. Es lo más lógico.

-Eso es otra de las cosas que me gusta de ti . Eres distinta, diferente, inteligente. No actúas como las demás chicas de tu edad. Analizas antes de hablar y actuar. Jajajjaja … Eres fantástica. Vamos… Subiremos al cuarto de tus padres.

-¿Al cuarto de mis padres?- pregunté y repetí de forma dudosa y asustada.

-Por supuesto. Necesito la cama más grande. Soy un hombre de cierto tamaño, pequeña. Y pretendo disfrutarte mucho. Pero muy cómodo…jajajaja

Me cedió paso para que subiera las escaleras hasta la habitación de mis padres. Entré temblando y sabiendo que nunca mas sería la misma. Él apostó a dos de sus guardias en la puerta y cerró.

Caminó hasta el baño de mis padres. Yo, solo me estuve allí viendo hacia el suelo, pensando que podía hacer, sin que nada llegará a mí. Mi cerebro solo me decía que me rindiera a menos que quisiera morir. Y yo… No quería morir.

Salió del baño con una especie de crema en sus manos que puso en la mesa de noche. Se volteo hacia mi y en voz dura dijo:

-¡Desnudate!

Yo temblé y comencé a llorar otra vez..mientras con manos temblorosas rodaba el cierre lateral de mi vestido hacia abajo. Y mi vestido caía a mis pies. Dejándome solo en mis escasas bragas.

-Ohh Dios… Eres demasiado perfecta maldición. Esas tetas enormes… Y esa cintura irreal… Voltéate…

Y así lo hice. Lo sentí acercarse rápido a mí y luego puso sus manos en mi culo amasándolo, ronroneando como un gato, gruñendo a veces… No era amable, lo apretaba y soltaba y se repente sentí una nalgada. Grité… Y él entonces como loco, desesperado me agarró por la cintura, me cargo hacia la cama, me puso en sus rodillas boca abajo y comenzó a azotarme. Duro cruel.

Yo empecé a retorcerme , mientras gritaba de dolor. Pero su agarre era demasiado firme, demasiado fuerte… Me dolía… Se detuvo un momento cuando mis nalgas estaban tan rojas y calientes que parecían carbones encendidos…

– ¡Que maravilla! podría pasar horas golpeándote y sería feliz, si no fuera porque tus tetas también me vuelven loco…

Todo esto lo dijo mientras me tocaba íntimamente…

En la misma posición en la que estaba, comenzó a frotarme los labios vaginales. Metió sus dedos entre ellos… Llegó a mi agujero, jugó con él un rato y con un dedo movía mi clítoris. Mientras me penetraba con su dedo…

Sabia lo que hacía. Mi cuerpo volvía a encenderse. Y yo odiaba que eso pasará. Me sentía asqueada. ¿Como puedo disfrutar de esto? Soy una puta de verdad. Una loca… eso me decía.

De repente el me dejó en la cama… Se paró frente a mí y empezó a desvestirse… Allí sí es cierto que me aterré… Comencé a retroceder en la cama…hasta llegar al cabecero. Apreté mis rodillas alrededor… Rogando que no me lastimara más.

-Ay chiquilla, si no te he lastimado aún. Eso solo era un juego de amor.

Sentí que el estómago se me revolvía… Que el vómito aparecía… corri al baño y vomité. Y entonces lo escuché

-Ya basta putita. Ven aquí.

Lloré y lloré pero no había salida. Me enjuague la boca y salí a la habitación. El estaba desnudo. Acostado en la cama de mis padres.

-Ven aquí.

Dijo dando golpes al colchón. Así que caminé y me senté con un lamento de dolor en la cama. Inmediatamente él me tiró hacia abajo. Me veía con tanta lujuria que sentía que podía matarme.

Comenzó a tocar mis tetas, con la misma fuerza y poca delicadeza con la que tocó mis nalgas…

-Hermosas…

Apretó un pezón y yo lloré y me retorcí… Entonces agarró el otro y lo retorció… Yo levanté las manos para quitarlo pero apretó más duro y me dijo

-Suéltame putita. Baja las manos hasta tus caderas… Déjalas en el colchón ¡Ahora!

Dolía… mis pezones gritaban pero lo hice… Siguió amasando, apretando, retorciendo, y luego chupando, lamiendo y chupando y luego sentí un mordisco en la parte alta de mi seno tan fuerte que me sacó sangre… Me retorcí pero él me tenía atrapada con su peso… Me dolía mientras en mordía… Yo grite… Y lloré… Y el me soltó luego… Con una sonrisa… Muy muy excitado.

-Es mi marca putita. Al ganado se le marca con un hierro caliente. Yo a ti te marcaré cada vez que pueda con mis dientes.

Bajo su boca por mi cuerpo. Yo no me movía… Lo sentí en mi estómago, en mi pelvis, en mis muslos, y luego allí, en mi centro … Lamia chupaba…

Se acomodó entre mis piernas las abrió mucho, me dolió y entonces comenzó a lamer y chupar mi coño de una forma que hacía que quisiera vomitar otra vez. Mi cuerpo me volvía a traicionar por tercera vez y una vez el orgasmo hubo pasado… Se acomodó con su enorme cuerpo. Su barriga asquerosa y ese enorme pene que sobresalía gordo e hinchado y duro como roca y sin piedad se enterró duro en mi.

Choco con mi barrera y tomo un impulso más fuerte, más sádico. Sentí que me desgarraba por dentro. Llegó hasta la pared de mi vulva y empujó más allá..me dolió horrores. Y entonces empezó a moverse sin piedad…

Se metía en mi rápido y duro y demasiado doloroso para poder soportarlo… Yo intentaba quitarlo de encima, quitarme de abajo. Pero no era posible con su peso y sus manos empujando mis rodillas y piernas al pecho para empujar más adentro más fuerte…

Para mí fue una eternidad… Cuando por fin se corrió dentro de mi.

-Te voy a preñar putita. Serás la madre de todos mis hijos. Y harás lo que sea para salvarlos de mi maldad. Jajajajja

Esa fue la forma en que perdí mi virginidad. Esa fue la forma en la que me transformó en su muñeca. Ese día dejé atrás mi inocencia.

Espera la tercera parte.