Nos besamos apasionadamente, la lengua de mi suegra se metió en mi boca...... fue un beso completamente mojado, nuestras lenguas se enredaban mientras yo no paraba de ensartarle la verga en el coño.
Pero nunca tuve otra posibilidad ni siquiera de tocarle una teta sobre el vestido, ya que siempre estábamos acompañados y poco a poco la pasión que teníamos y la confianza, se fue apagando y quedamos como si nada hubiese pasado nunca.