Quería volver a probarla y en una de esas preciosas calas la deje bajar e instalarse sola. Fue cuestión de segundos para que se le pegaran varios mirones eso si ella hacía ya afán de mucha experiencia y los calentaba de mala manera, agachándose mostrando bien su culo, untando la crema bronceadora , pero no pasó de eso.
Una vez instalados la recordaba la obligación de mantener las piernas separadas y claro yo elegía los emplazamientos y siempre coincidían con grupos de parejas o incluso solo tíos, que sin cortarse un pelo se fijaban bien en ella y en su brillante sexo entre abierto.
El viernes por la noche cenando me propuso pasar un fin de semana especial, le pregunte que a que se refería y me confeso que ella había cumplido con creces con su papel de esclava sumisa, porque también le iba el rollo ese y también lo había estado viendo y disfrutando por Internet.
Pase mi mano por su hermoso culo separándole las nalgas y metiéndole el comienzo de mi dedo índice por su ano, sus senos más grandes aunque más caídos que los de sus hermanas quedaron aplastados en la palma de mis manos para después estirarla los pezones, baje bruscamente mi mano a su coño, lo tenía mojado le introduje sin ningún miramiento dos dedos y entraron con suma facilidad y aproveche para humillarla diciéndole que era un re follada y que que es lo que se metía en su coño para tenerlo así