Esto no es lo interesante del asunto, pues un día tal vez por remordimientos de conciencia, o por la confianza que hay entre nosotros, Zahra me confesó diciendo, lo que a partir de este momento empezare a narrar, tal y como ella lo vivió.
Como en un breve descanso de este primer impacto, el tío encendió nuevamente la televisión y coloco una película porno, que empezamos a observar, el ver vergas que entraban y salían de coños, nalgas y bocas, realmente me puso pendeja, ya que al mismo tiempo nos acariciamos, sin decir palabra, a la vista siguió la acción, otra vez introduje en mi boca la verga de el tío y le dije,