La temperatura continuaba creciendo mientras ella pegaba su pecho al mío y restregaba sus senos contra mí. Yo no daba más necesitaba acabar pero no me animaba a decirle nada a mi madre.
Todo transcurría con normalidad. Llegamos, nos instalamos en la casa en la playa, cada uno tenía una habitación ya que la casa era inmensa. Como era el mediodía almorzamos algo y nos dispusimos a bajar a la playa.
Me tenía excitadísimo, ella lo notó y empezó a acariciarlo, hasta que bajó el zipper y lo tuvo al descubierto. Se agachó y lo miraba como una niña mira una paleta, le empezó a dar besos y a jugar con él. Me da un beso en la boca y se abalanza contra mi pija, se la metió en la boca.