Hola de nuevo… espero ya hayan leído mi relato previo de cómo fue la primer mamada si no les recomiendo que lo lean para que tengan contexto. Si no igual intentaré hacer que sea entendible.
La misma chica una semana antes me había dado la primer mamada y me hizo terminar en su boca. Ese domingo cuando llegué a la iglesia y la vi. Ella estaba muy risueña al verme. Me dice hola bebé esperé toda la semana ansiosa de verte (me decía así porque yo era menor que ella).
Yo que durante la semana ya le había dedicado varias pajas le respondí yo también. Me dice en voz baja y muy cerca a mi oído. “Hoy te tengo otra sorpresita, espero te guste” yo reí nerviosamente y le digo a si. Que es? Me dice “no comas ansias que al rato vas a comer otra cosa”. Yo que en ese punto había comenzado a excitarme quería ir al grano y descubrir que era la sorpresa.
Ella se ríe un poco y mi discretamente se acerca a mí de frente, toma muy suavemente mi pito y me dice “Duerme a mi amiguito si no la gente se va a dar cuenta que anda así por mi”. Intentando quitarme la erección que comenzaba a volverse notoria comencé a revisar cosas de la misa para distraerme.
Así pasó la misa con una que otra miradita traviesa y unas risas de complicidad hasta que por fin la misa terminó y la gente se retiró a sus casas. Momento en el cual comenzamos a recoger las cosas. En una de esas múltiples ida y vuelta con cosas ella me dice “Ven porfa, se me están cayendo” yo fui corriendo creyendo que realmente algo se le iba a caer. Bueno en este punto aprovecho para describir cómo iba vestida la se día. Traía una falda un poco más abajo de la rodilla de color azul marino y una blusa de cuello de tortuga blanco.
Cuando llegué a donde estaba veo en el piso un pequeño trapo y me dice te dije que se me estaba cayendo y no te apuraste. Yo extrañado me agaché a juntar el trapo y me dice “No tan rápido señorito” el trapo era una pequeña toalla para secar manos, cuando iba a pie me dice “levanta mi falda para que veas tu sorpresa” yo un poco preocupado pues aún estaba la puerta que da a la iglesia abierta me acerqué y levanté su falda para ver por primera vez un coñito en vivo.
Era una vaginita algo peculiar. En su momento y como era la primera que veía en vivo no le di tanta importancia. Estaba completamente depilada.
Sus labios menores eran más largos que los mayores y tenía un clítoris que media como unos 2 cm. Para ese punto ella estaba súper mojada. Me dice quiero que juegues con mi botoncito con tu lengua. Yo aún incrédulo me acerqué y comencé a pasar mi lengua sobre su clítoris.
Ella se sentó en una silla y subió su pierna a otra para darme más espacio. Me decía no solo lo lambas chúpalo. Yo con cuidado comencé a chupar ese clitoris enorme y a excitarme por estar en el lugar en donde estaba y con mi lengua en el coño de esa morenita.
De pronto escuchamos un ruido en la iglesia y me puse de pie y ella se bajó la falda. Era una señora que iba a preguntar por la misa de la próxima semana.
Ella la atendió y pronto se fue. En cuando se marchó la señora ella cerró la puerta de la iglesia y la de la sacristía y volvimos a lo que estábamos.
Volví a chupar su clítoris y ahora me decía que metiera mis dedos a su hoyito. Para ese punto ya estaba súper mojada y gemía muy despacio. Luego sentí que su botoncito se puso muy duro y vi como si hoyito se abría y cerraba mientras ella suspiraba y gemía. Ella había tenido un orgasmo.
Luego se para y me dice “Por portarte bien te voy a dar premio doble.” Saca ella misma mi pito de mi pantalón y lo comienza a mamar con desesperación.
Luego se quita la blusa y el bra, pone mi pito entre sus tetas y comienza a hacerme algo que no sabía como se llama pero me encantaba.
Duro así mucho rato y luego vuelve a chuparmelo. De repente dice. Ven quiero que tú también me toques. Y llevo mi mano entre sus nalguitas y me dice presiona mi culito. Al poco tiempo estando así terminé bañando su cara y cabello de semen.