El enmascarado. Deja el abrigo en el guardarropa y se mira en el espejo antes de apagar la luz: su pelo rojo, entre anaranjado y rubio, ondulado, con la raya en medio, su cara redonda, sus coloretes para disimular su palidez y resaltar las pecas, sus ojos azules, su boca pequeña.
El difunto Evodio. La dolorosa opresión en el pecho, la creciente dificultad para respirar y el paulatino adormecimiento del cuerpo confirmaron a Evodio que la vida se le escapaba, así lo comprendió su mujer que corriendo fue a buscar ayuda.
Un muchacho acostumbra a masturbarse usando las bragas de su hermana. Ésta le sorprende y le chantajea, transformándole en su "perrito" particular. Dominado por mi hermana.
Una pareja que se anuncia en una sección de contactos se cita con una mujer para que sea sometida a sus caprichos y a cuantas humillaciones quieran hacerle. Contacto sumiso.
Corrí aun mas las sabanas y descubrí sus nalgas, antes, las había sentido pero no las había visto hasta ahora, son maravillosas, redondas, voluminosas, sus pantalones deben ser talla 32,las bese con temor a un mal olor, pero la verdad, estaban limpisimas. Que hermosas!
Se trataba de una señora con el pelo rubio de unos 40 años tendida en el suelo totalmente desnuda y que se estaba metiendo un consolador negro por el coño y otro más chico asomaba por su culo , nosotros dos ocultos tras la maleza nos estábamos poniendo a cien, yo en particular estaba notando que mi pija se estaba hinchando y pedía a gritos que la sacara y la masajeara hasta sacar toda la leche que tenía dentro.
Mi historia de hoy tiene que ver con un viaje reciente a Islas Canarias, estuve un rato de compras, aprovechando las rebajas de la temporada, hacía rato que no me probaba tanta ropa y verme con prendas pequeñitas me había puesto un poco caliente... así que decidí ir a la playa y admirar a las hermosas niñas que se asolean en topples...
Nunca me he considerado guapa ni soy muy abierta. Pero el idiota de Juan me hizo creer lo contrario. No le importaba que mi cara fuera redonda y más bien regordeta, con una nariz de punta redondeada, prominente, labios finos, pálida, pelo castaño y recogido en una coleta, ojos marrones y vulgares.
Una de las amigas de Cristina traía consigo un periódico y se dedicó a hojearlo mientras platicaban de sus cosas, en un momento dado la chica del periódico apenas seguía la conversación de las mujeres, éstas le preguntaron acerca de su distracción, a lo que contestó la aludida que en el diario venían anuncios muy curiosos, "algunos muy atrevidos", dijo, pero ante las bromas de Cristina y de la otra chica, la interesada en los anuncios dejó por la paz las hojas impresas y se metió de lleno a la plática de las mujeres.
Hoy tenia unas ganas locas de carne, de un pene, o lo que fuera que me penetrara desesperadamente, y como no tenía ninguna cita previa, y soy una mujer muy ardiente, me metí en el sex shop casi a la hora del cierre.
Cuando iba a mi casa siempre se tomaba una Coca-Cola light y evitaba comer los bombones y chucherías que mi madre le dejaba en una bandeja cuando venía a dar sus clases. Mercedes parecía tener un poco complejo de estar algo llenita (Pero qué va! El pandero de Mercedes era un auténtico monumento a la belleza femenina, con una forma de pera alucinante, resaltada por su estrecha cintura.
Un afrodisíaco que una pareja amiga nos dió, provocó mi primer intercambio. Aquel fin de semana habíamos sido invitados a pasarlo en el chalet de nuestros amigos, Nuria y Alfredo, a los que habíamos conocido tiempo atrás, con los que congeniábamos muy bien.
Un delicioso e inesperado intercambio. Una pareja es invitada a una cena y casi sin darse cuenta están participando de lleno en un intercambio que les reporta un placer inesperado.
Sexo en la oficina. Todo sucedió hace un mes en la oficina de mi mamâ, ella es gerente de una empresa, y como yo ya había salido de vacaciones, me pidio que le ayudara a arreglar unas cosas de su archivero, y de sus papeles.
Primero nos citamos en una confitería los dos, me pareció una chica muy agradable, tenía 31 años, soltera, pelo castaño claro con rulos, ojos marrones, muy buen cuerpo, profesora de gimnasia, unas tetas hermosas, y un culo bastante agradable, me contó que había formado varias veces tríos, y se mostró intrigada en mi idea.
Patricia miraba el reloj en la pared de la cocina, eran las 10.30 de la mañana y su hijo aun no se había levantado de la cama. De cuando el había regresado de la universidad, había pasado en la cama la parte más mayor de tiempo del día mirando películas o leyendo, el pensamiento de Patricia, visiblemente enfadada, era que hiciera algún trabajo de verano como sus amigos, o algo mas constructivo, según ella.
Todo empezó en el colegio, era un día jueves 31 de octubre cuando nuestra profesora de matemáticas nos informa que se iba a realizar una fiesta mañana en la noche, celebrando Halloween y que todos teníamos que venir disfrazados mas encima no podía entrar nadie excepto del colegio, mis compañeros se contentaron mucho con esta noticia, yo no le preste mayor importancia por que desde un principio no pensaba venir.
Pensé rápidamente y le dije que mejor le mostraría una película donde vera todo lo que debía que saber acerca del sexo. Cambiaron un poco las cosas cuando dijo que no se atrevía a ver algo como eso, pero con un poco de persuasión le convencí acordando en que mientras mirábamos yo le iría explicando lo que iba sucediendo.
Glenda era una mujercita de 1.65 con unos pechos talla 95 y un culo de infarto, 19 años, su hermano federico, 1.79, cuerpo atlético, de 25 años, Jimena, de 1.75, de pechos 95 y un culito redondo y paradito cintura estrecha de 22 años prima de los dos anteriores que son hermanos. Son los principales actores de esta historia pero hay otros que entran en la misma, que mas adelante los conoceran.
Mi mujer y yo siempre hemos disfrutado del placer sexual sin límites, siempre nos complacemos mutuamente, ya les contaré nuestras vivencias más adelante en otros relatos. Esos días no fueron la excepción.
Estaba lloviendo. Era madrugada y estaba lloviendo. Lo sabía por el rumor que hacían los coches al levantar cortinas de agua del asfalto. Por la luz mortecina de la calle que penetraba por la ventana. Estaba enmedio de ese estado semiinconsciente, entre la vela y el sueño, en el qual una no sabe a ciencia cierta si está soñando o no. La imagen de su cabeza acotada no cejaba de torturarme, sin saber si lo que había vivido unos días antes era real o no.
Hace un mes nos visitó con uno de sus hijos y, a diferencia de otras ocasiones, el tiempo que duró su estancia me mantuve con un fuerte deseo sexual. Ver sus prominentes nalgas "envueltas" en un pantalón deportivo o de mezclilla me provocaba tremendas erecciones que después aplacaba con tres masturbaciones seguidas.
Debo decir que en lo que se refiere a mi vida sexual yo creo que podría entenderse como normalita con una salvedad: mi promiscuidad. ¿El por qué?. No se. Quizá al hecho de que mi padre fuese escultor (aunque luego lo dejó) y era una persona muy liberal.
La típica muchacha treintañera a la que cualquier hombre caballeroso lo ofrece un libro para que lo lea, por pura amistad, y ella enseguida se da cuenta de que lo que quiere es acostarse con ella.