Cuando se fueron los vecinos, mi madre comento como sin importancia, que si me había dado cuenta lo pesado que se había puesto Juan. Contestándole que sí y que no se preocupara y que solo tuviera cuidado con sus admiradores, ya que era normal que la asediaran porque estaba muy guapa. Entonces no le digas nada a tu padre ya vez que es muy enojón y como no ha pasado nada para que armar un problema donde no lo hay.
Una vez con ese pantalón fuera de tus piernas me dediqué a besarte el abdomen y los muslos con el fin de excitarte tanto que cuando te tocara en tu punto clave estallaras en un orgasmo sin igual, la carretera estaba mojada, íbamos a casi 100 kilómetros por hora, era peligroso pero nos desbordaba enormemente las hormonas, no teníamos idea del lugar al que Aleja iba a llevarnos, no teníamos idea cuándo se nos había perdido así la cordura, para desnudarnos frente a esa conductora desconocida teníamos que haber estado muy excitadas, no era para menos.
Su prima se había puesto muy caliente al saber la historia de su primo y se presentó delante de él desnuda como la trajeron al mundo dispuesta a tener su ración de sexo brutal con él.
Después de diez minutos de comidita de vagina ataque a su clítoris con toda avidez rodeándolo de mi boca, dándole unos besos succionadores que lo hacían crecer una y otra vez, la excitación lo había llevado a un estado ya de color morado pero no abotargado sino muy sensible a mis acometidas, mi mano iba de su ano a separar sus labios para poder darla aún más placer.
Nuestras lenguas juegan con ellos y noto cómo se endurecen y se ponen muy grandes, en estos momentos la respiración de Mónica se vuelve más profunda, rodea nuestras cabezas con sus brazos y mira hacia el techo mientras nos dice con una voz melosa -qué bien me tratáis, a continuación le quito el pantalón, me separo y me quito el mío, lo mismo hace Pedro.
Sus gemidos eran ya pequeños gritos de placer, cuando de repente ella aparto mi cabeza y se dio la vuelta. Yo me levante y nos dimos un apasionado beso tras el cual me dijo: - No puedo más, como sigas así me vas a volver loca. - Y eso es malo? - No, pero quiero sentirte dentro de mí ya! Como pudo cogió su bolso que estaba en el asiento delantero y saco un condón.
Sus nalgas podían agarrarse y abrirse con más facilidad y su ano era más complaciente a las maniobras y esto me incitó tanto a abrirla con mucho más fuerza; pero al parecer Jackeline ya se había acostumbrado a esa manipulación Pues gimió muy poco. En cierto momento, la morena me tomó una de las manos y empapando un dedo con su saliva me hizo que lo restregara con firmeza contra el ano de Jackeline y que lo enterrara en éste. La blanca se sacudió al sentir algo dentro de su recto y empezó a mover las caderas tratando de que el dedo se encajara más dentro de ella.
Cuando la hojeé comprendí que en mis manos estaba el pasaporte a una zona de transgresión y que quienes surcaban esa zona no eran divas, modelos, artistas o empresarios en sus cruceros, sino gente como yo, parejas y matrimonios que se atrevían a vivir a contramano de la moral y las sanas costumbres. Escondí la revista pues sentía vergüenza de que me vieran con ella.
Un día, mientras le enjabonaba el vientre, el jodido macaco me cogió con sutileza y poquito a poco llevó mi mano por debajo de su vientre hasta que para mi sorpresa, me encontré con su picha excitada. ¡Quería que le masturbara! Desde ese día, el baño del simio fue un pulso entre sus intenciones y las mías, de dejar su pelaje pulcro y brillante.
El tiempo pasaba y estos fantasmas fueron aventándose, pero al mismo tiempo mi esclavitud se acentuaba no solo por la forma en que me trataban sino porque yo demostraba cada vez una mayor sumisión y aceptación de mi lugar en la casa. Me fui convenciendo de que no tenía ningún tipo de derechos y que era lógico que así fuera ya que ellas eran distintas y superiores a mí y les debía estar agradecido sirviéndolas lo mejor posible.
Liza empuñó la polla de Juan y se introdujo por su ya lubricado conejo. Ella se movía con movimientos compulsivos y secos. Juan jadeaba mientras se desembarazaba de su camisa y del sujetador de nuestra protagonista. Sus tetas se bamboleaban frenéticamente con el vaivén de sus caderas. En uno de esos momentos de placer se introdujo el dedo en el esfínter y obtuvo su primer orgasmo.
Asentí con la cabeza y mi ahijada comenzó a desabotonarme la camisa, cuando llegó al último botón donde precisamente estaba mi verga totalmente rígida y al desabotonarlo necesariamente tocaba el tronco de la picha así que maniobró repetidamente pero con más intención de tocarla que de desabotonarme, me miró y decididamente la tomó tímidamente en su mano, retrajo mi prepucio y le peló la cabeza.
Tres meses atrás me senté frente a la compu y escribí esto; en parte como ejercicio de exorcismo y en parte con la vaga intención de alguna vez publicarlo aunque, luego, me dio vergüenza hacerlo y sólo lo guardé para mí.
Soy un chico de 17 años, me llamo José y tengo pocos amigos, y lo que es aún peor, pocas amigas. Durante los años que pasaron, vivía junto a mis padres en una bonita casa a las afueras de una gran ciudad; pero hace poco más de un año mis padres, por diversos problemas se divorciaron. Decidí quedarme a vivir con mi madre porque lo consideré lo más cómodo.
Llegada la noche nos tuvimos que repartir en los cuartos, ya que no teníamos cuartos extra, afortunadamente cuando mi tía dijo que mi prima se iba a quedar conmigo, nada mas de pensarlo me excite así que me despedí y me fui a mi cuarto y me metí a la cama en ropa interior como era mi costumbre. Mi prima se había lavado los dientes y regreso a mi cuarto, me preguntó si tenía un short que le prestara porque había olvidado su pijama y le di uno que ya no me quedaba por chiquito así que lo tomo y se fue al baño y se lo puso...
Tomándolo con la mano derecha, primero. La restregó contra una de sus mejillas con fuerza y arrebato, luego sobre la otra y empezó a recorrerla con la punta de la lengua desde la cabeza hasta los testículos, brindándome un placer inexplicable. Luego se la metió en la boca y me la chupó de una forma excepcional. Por poquito me derramo dentro de su boca, sino fuera porque logré controlarme y porque no me hubiese gustado hacer aquello tan prematuramente.
Así, platicando con ella en las tardes en que mi padre se retrasaba en su retorno a casa, le comenté que mi cumpleaños se acercaba y que nunca, en los 17 años que estaba por cumplir me habían hecho un regalo que me dejara satisfecho, pues me obsequiaban lo que yo había anhelado un año atrás.
Ya que mi novia estudia en otro pais, hemos aprendido a mantener viva la llama de nuestra pasion y nuestro amor con novedosas practicas que dan rienda suelta a nuestra capacidad sexual y nos mantienen unidos y muy cachondos.
Una tarde estaba viendo una película en el vídeo, era sobre una relación entre dos hombres y una mujer, con todo tipo de escenas, y no me di cuenta de que entraba en casa, así que seguí pasándome la mano por la polla y los huevos sin reparar en que mi padre estaba en la puerta de la sala de estar mirando la televisión y mirándome a mí; no sé por qué, pero en un momento dado giré la cabeza y me encontré a mi padre en la puerta tocándose por encima del pantalón del traje exactamente lo mismo que hacía yo, es decir, sobándose la polla.
Le he mamado en múltiples ocasiones la polla a mi marido, a él como a todos los hombres, yo creo, le gusta que se la chupen, nunca me ha gustado que eyaculen en mi boca y las pocas veces que lo ha hecho he tenido que salir corriendo a escupirlo todo. ¿Querrá hacerlo en mi boca?, no, no quiero, si me lo pide le diré que no, pensaba mientras comenzaba a introducir su sexo en mi boca y a subir y bajar la cabeza rítmicamente, mientras se la sujetaba con mi mano derecha.
En un momento, cerró sus ojos y se dejó llevar por las caricias de aquellos hombres de cuerpos esculturales, podía ver como disfrutaba la sensación que provocaban en ella cuando la recorrían con sus manos, y rozaban sus cuerpos desnudos contra el de ella. Los tres estaban sudando ofreciendo un espectáculo de piel morena entrelazada que escurría pequeñas gotas haciéndola cada vez más seductora.
Los aullidos de entre gozo y dolor que emitía Iria eran muy fuertes. Se sentía empalada, pero pronto desapareció todo rastro de dolor. Su esfínter se acostumbró a la verga, por lo que comenzó a disfrutar plenamente. Pero justo en ese momento, Miguel se corrió: no podía aguantar tanta excitación. Iria notó el caliente esperma del chico deslizándose por su ano; queriendo terminar ella también, con una mano se restregó el clítoris y con la otra se pellizcó los pezones. Resultado: la rubita también se corrió.
El profesor está gordo, eso para una mujer, es algo que repele, pero Carla, entusiasmada por el relato y comentarios de Clara, encontró la manera de llegar a él, en una conferencia que dio en un club social de la zona, sobre la economía de la zona y su inserción dentro del mundo y la nación. Se acercó a él, se presentó como profesional y le dio a entender que quería una charla con más tiempo, tal como le había dicho Clara, el profesor fue al frente, la entrevista la hizo en su estudio, pero a la tarde quedaron en encontrarse, cierto.
Que tonta, me había emocionado simplemente viendo a ese tipo, observando como miraba a través de mi minúsculo vestido mis enormes y erguidos pechos, mis caderas, mis piernas bien torneadas y morenas, sintiendo el roce de su cara, angulosa, dura como el acero. Todo pasó en unos segundos, y la idea de que David estuviese allí ya no me disgustaba en absoluto, pero me quité como pude los pájaros de la cabeza y le comenté el plan que teníamos dándole media hora para prepararse.
No cabe duda de que la posibilidad de ir a su casa, sabiendo que allí estaríamos solos me atraía bastante, y no por el hecho de que sospechase lo que ocurriría, sino porque así podríamos charlar cómodamente, ver aquellas fotos, resguardarnos de la lluvia y del calor pegajoso de aquel día. No niego que me atraía la idea de estar él y yo a solas, porque además teníamos "pendiente" una especie de juego relacionado con un beso que habíamos quedado en retomar en ese encuentro.
Las nalgas de una mujer eran una de las partes que ella más admiraba si eran iguales o más generosas que las de ella misma. Eran como una fijación y muchas veces se masturbaba pensando que acariciaba alguna de las nalgas de las mujeres del pueblo con las que iba a la iglesia o aquellas pocas con las que cruzaba visitas como Margarita su vecina más cercana o Joaquina, la hija del dueño de la panadería.
Instantes después, ya con las mochilas en las manos, Ranma y Nabiki salieron corriendo del Dojo rumbo a la escuela. Genma-panda los miró perderse en la distancia. Luego sus ojos se posaron sobre la casa de los Tendo, en ellos se advertía la indecisión, al fin, lentamente; entró de nuevo en la casa. Soun terminó de tomar su té y se dirigió al Dojo para entrenar un poco antes de que sus alumnos llegaran. En la cocina Kasumi lavaba la loza.
Después de mucha bebida decidimos volver al juego de la noche anterior. Les informamos a las nuevas chicas de que iba el juego y ellas aceptaron a la primera. Parecían unas chicas calientes. Como la noche anterior la gente se fue quedando en ropa interior y volvieron de nuevo las pruebas. La primera en perder fue Sandra, una de las nuevas. Era la que más grandes tenía las tetas y Vanesa decidió aprovecharlo así que le mandó que fuera al bar, pidiera algo y se lo dejara caer por encima como por accidente de forma que se le pudieran ver perfectamente ese par de melones que tenía.