Sábado noche

CHARLINES

Por fin llegó el deseado sábado por la noche y te llamo.

Putita mía, ponte bien guapa que te voy a llevar a cenar. No te pongas ropa interior.

Te recogí a las ocho y esperé que subieras a mi automóvil. Te besé y mi mano fue a tu sexo. Las bragas me impidieron tocarlo.

  • ¿Qué es esto?
  • Ehhh lo siento yo no me hacía a ir sin bragas.
  • Quítatelas ahora mismo.

Tu levantaste el culo del asiento y te quitaste las braguitas.

  • Mételas en la guantera del coche.

Tu vestido no era muy corto, pero si lo suficiente para que tus muslos se vieran perfectamente.

  • Has desobedecido mis órdenes, ya veré qué te hago. De momento métete esto en el coño.

Era un huevo vibrador con mando a distancia, en este caso se guiaba por el móvil.

Alargaste tu mano para recoger el aparato, lo miraste y lo introdujiste en tu coño, muy lento mirándome, mientras mordías tu labio inferior.

Paramos en un semáforo y calculé la potencia. Al máximo, te retorcías como una loca.  Llegamos al restaurante y al salir del coche te dije

  • Aprieta bien el aparato entre tus piernas para que no se te caiga.

Entramos al restaurante y un camarero nos acompañó hasta la mesa, la mesa estaba al final del local, detrás de una esquina, algo apartada del resto.

Nos sentamos y puse el aparato en marcha, primero despacio, para subir rápidamente a la máxima potencia. Lo que hizo que te sujetaras con fuerza a la mesa mientras sentías que te volvías loca, tu coño se empezó a convertir en un río y el flujo empezaba a discurrir por tus muslos

Bajé la intensidad.

  • Para esto, no seas cabrón.
  • Mira la putita, que mal hablada.

Y subí la intensidad otra vez, un poco por encima de la media potencia

Llegó el camarero a pedir la comanda. Tú me mirabas y yo subí otro poquito la intensidad, tus ojos brillaban por el gusto y el deseo.

Como pudiste, te dirigiste al camarero para decirle lo que te apetecía cenar.

  • Para, por favor que me voy a correr.
  • ¿¿¿Tú te crees que puedes hablar así a tu amo???

Te has ganado diez azotes.

  • Por favor amo, por favor, pare esto.

No sólo no lo paré si no que subí la intensidad. Te retorcías en la mesa y tu boca buscaba absorber todo el aire posible. Viste llegar al camarero con los primeros platos y te agarraste fuerte a la mesa aguantando tu placer, deseabas correrte, pero tenías que aguantar. Tus pezones poderosos, rasgaban la tela de tu blusa queriendo salir de ella.

En cuanto se marchó el camarero tuviste un fuerte orgasmo que mojó hasta mis zapatos.

  • Por favor amo, por favor, pare esto, pooooooorrr faaaaaavoooooor y te volviste a correr.

Puse al mínimo el aparato y empezamos a comer.

  • ¿Te gusta la cena putita?
  • Si amo me encanta, me vuelve loca.

Terminada la cena el camarero pidió el postre y le dije, solo café el postre se lo daré yo, después. el camarero sonrió y asintió con la cabeza

Yo estaba súper cachondo con la situación, tenía el rabo como una piedra y empezaba a dolerme dentro del pantalón, así que lo saqué para que se oxigenase a la vez que ponía el huevo a media potencia. Tus ojos se abrieron como platos cuando el camarero dejó los cafés sobre la mesa. Cogiste el café y le diste vueltas.

  • Ehhhh primero el postre, baja a chuparme la polla.
  • ¿¿¿Pero amo???.

Lo subí a la máxima potencia. Te metiste debajo de la mesa y empezaste a chupar mi polla con toda el ansia y todo el poder que la potencia del huevito te daba. En poco tiempo conseguiste que me corriera, conseguiste tener la boca llena. Yo te di las gracias apretando tu pezón, mientras sentía por cómo me chupaba tu boca, que te estabas corriendo como una puta. Tan grande fue tu corrida que el huevito salió disparado de tu coño. Tuve que apagarlo pues hacía un ruido sospechoso en el suelo de madera.

  • Cógelo y lávalo.

Lo cogiste y te fuiste hacia el servicio a lavarlo.

Tus piernas te sujetaban a duras penas, pero conseguiste llegar al baño.

Ya de vuelta te sentaste otra vez y procediste a tomarte el café.

  • ¿Te gustó la experiencia?
  • ¿Oh sí, ha sido fantástico?
  • Para el próximo sábado, recuerda que serás azotada.

icharlines54@gmail.com