Capítulo 1
Las mujeres también tenemos fantasías, muchas de ellas son intensas, aunque la mayoría de las veces es algo que nos guardamos para evitar el juicio de lo moralmente bien visto pero, esa noche algo había en mi que me quitó todas esas barreras.
Esa tarde-noche salía del trabajo donde yo apenas está una pasante, como tal no tenía un salario aunque si me daban una ayuda.
Era un despacho jurídico y se me pedía asistir lo más formal posible, camisa de vestir, chaleco, falda y medias y zapatos de vestir bien tacones o de piso pero elegantes.
Nunca tuve problema con atraer miradas masculinas a mis atributos y a pesar que no vestía de manera provocativa mis genes me habían proporcionado un par de buenos senos que resaltaban casi con cualquier prenda, aunado a eso yo hacía ejercicio a diario y cuidaba mi alimentación claro sin exagerar.
Justo los viajes en el metro cuando iba sentada atraían las furtivas miradas a mi escote y a mis niñas que se asomaban bastante.
Siempre sentí algo de morbo al ser observada, siempre hacía que no me daba cuenta cuando me miraban pero me gustaba ver sus reacciones, me gustaba ver cómo me comían con la mirada y a veces notar ese bulto en sus pantalones me ponía ufff algo caliente.
Había visto varios videos porno donde chicas eran tocadas en el transporte público y si bien al principio se resistían terminaban cediendo al placer, claro yo sabía que todo eso era actuado pero vaya la fantasía se quedaba.
Ese día mi blusa era especialmente ajustada no es que yo la quisiera llevar así más bien olvide apartarla y por las prisas me la puse por pereza de no buscar otra.
Mi falda no era muy corta pero si se ajustaba muy bien a mis muslos y las medias me quedaban apenas al final del borde de la falda.
Ya iba en un asiento del metro que iba algo vacío a penas otras tres o cuatro personas, el recorrido era largo un viaje de quince minutos de terminal a terminal.
Entonces en la tercera estación un grupo de seis chicos subieron al vagón todos con sus uniformes de baloncesto.
Todos jóvenes y llenos de su típica energía, más pronto que tarde se fijaron en mi todos disimulando y sin salir de su plática pero todos ellos de pie frente a mí a pesar de tener suficientes asientos vacíos.
Yo por mi parte empecé con mi papel de hacerme la inocente pero notaba sus miradas fijas en mi escote.
No se que me paso pero esa situación me llevo más allá del morbo normal, en mi mente empezaba a recordar esos videos y sentia como la temperatura subía dentro de mi.
Decidí quitarme mi chaleco haciendo movimientos lentos y dejando más expuesto mi escote la suerte parecía dar alguna señal pues al moverme un botón de broche cedió y mis senos quedaron aún más expuestos ya se veía la tela de mi sujetador y parte de la aureola de mis rojizos pezones.
Este acto no paso desapercibido por ellos quienes guardaron un silencio ante la semi reveladora imagen.
–Viajas seguido en metro–
Me preguntó uno de ellos mientras se acomodaba a mi lado.
–Casi a diario– Respondí sonriente sin disimular como miraba sus crecientes bultos bajo sus shorts deportivos , yo sabía que miraban y ellos sabían que yo los miraba.
Otro de ellos se acomodo al otro lado mientras los cuatro restantes se quedaban al frente prácticamente rodeandome.
Su altura como jugadores de baloncesto ocultaban mis 1.55 de estatura.
–Llamas mucho la atención es increíble que no te hayamos visto antes–
–En serio y por qué es que llamó la atención–
Les pregunté con tono pícaro y burlón
–Bueno tus balones se ven muy bien–
Respondió otro con su mirada clavada en mi cada vez más abierto escote.
–Oye que atrevido–
Le respondí sonrojada y con sonrisa pícara
–Apuesto a que se sienten más suaves que los que usamos nosotros para jugar–
Digo otro entre risas y miradas lascivas de sus compañeros
–Mira que atrevidos chicos serán así de aventados para todo–
Les dije mientras abría un par de botones más de mi blusa logrando así que mis senos quedaran fuera de mi blusa sostenidos únicamente por mi sujetador.
Los chicos parecieron enmudecer y sorprenderse por mi acción, pero uno de ellos el a leguas más atrevido inmediatamente puso su mano sobre mis senos acariciando y presionando con suavidad , esto les dio valor a los otros quienes no tardaron en imitar a su capitán y me vi sumergida en una serie de caricias y apretones a mis senos que para ese punto ya estaban también fuera de mi sujetador.
A mí alrededor podía ver algunas miradas de los demás pasajeros eran pocos y la mayoría iba mirando su celular pero estoy segura que más se alguno noto lo que pasaba.
–Ya viene el túnel serán unos 30 segundos interesantes–
No había terminado su frase cuando el vagón bajo al túnel subterráneo y todo quedó casi en completa oscuridad, está oscuridad no había terminado de invadir el vagón cuando sentí mi cara invadida por los duros y húmedos miembros de los chicos frotándose por mi cara, aplastando sus glandes sobre mis labios y mis mejillas, no tendríamos a la oscuridad mucho tiempo cubriéndonos así que solo abrí mi boca y varios glandes húmedos y goteantes entraron en ella mientras mis manos sujetaban a dos gruesos miembros que se deslizaban entre mis encurvados
dedos.
Medio minuto basto para que yo pudiera sentir su hombría restregada por mi cara y ellos poder probar de parte de mi cuerpo.
Al salir del túnel mis senos ya estaban de nuevo cubiertos por mi blusa y ellos tenían sus aún firmes miembros bajo su shorts, mirábamos a los lados con sonrisas de complicidad mientras en mi y en ellos se notaba el deseo de ir a por más.
–Vamos a festejar nuestro triunfo hoy te gustaría acompañarnos no es muy lejos–
Me decía su capitán mientras me extendía su mano para ayudarme a levantar.
–Será un placer celebrar con ustedes chicos–
Le respondí pícara mientras me ponía de pie con mi blusa arrugada y mi cara con ligeros rastros de saliva y preseminal como evidencia de lo ocurrido en el túnel.